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MUCHOS SON LLAMADOS,
PERO POCOS ELEGIDOS

Un sermón escrito por Dr. R. L. Hymers, Jr., Pastor Emérito
y dado por Jack Ngann, Pastor
en el Tabernáculo Bautista de Los Angeles
La Tarde del Día del Señor, 8 de Septiembre, 2024

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos”
(Mateo 22:14; p. 990 Scofield).


Hay una cierta cantidad de misterio relacionada con la evangelización. Salimos e invitamos a muchas personas a venir a Cristo, pero sólo unas pocas de ellas son convertidos en verdaderos cristianos. A veces podemos preguntarnos si estamos evangelizando de la manera correcta. Podemos pensar que si evangelizáramos de otra manera, más personas nos escucharían. Pero la parábola de la fiesta de bodas, que Cristo dio en Mateo 22:1-14, aclara este malentendido, aunque no explica por completo el misterio de nuestro texto,

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

Algunos dicen que esto se refiere a un “llamado general,” pero no a un “llamado eficaz.” Otros dicen que el llamado del que se habla aquí es el llamado a la salvación, pero la mayoría de la gente lo rechaza. He leído ambos lados de la cuestión, pero el hecho de que este asunto siga siendo debatible me parece que muestra que hay una cierta cantidad de misterio relacionado con él. Por “misterio” simplemente quise decir que yo creo que el tema está más allá de nuestra capacidad humana para comprenderlo por completo. Dado que trata de “el misterio de su voluntad” (Efesios 1:9), no se puede explicar completamente desde un punto de vista teológico. Aunque sería interesante abordar el pasaje desde un punto de vista teológico, no creo que te sirva de mucho. Por lo tanto, no abordaré el pasaje desde un punto de vista teológico.

Yo tampoco trataré la parábola desde una perspectiva histórica. Yo podría entrar en detalles sobre el rechazo de Jesús por parte de la mayoría de la nación de Israel y explicar la historia relacionada con el pasaje. Aunque eso sería interesante, yo no creo que te ayude mucho.

Por lo tanto, yo no voy a dar la teología ni la historia relacionada con esta parábola. En cambio, yo la trataré a un nivel práctico. Yo voy a mostrarles cómo se aplica a la evangelización que hacemos cada semana.

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

Ellos que han hecho por algún tiempo evangelismo saben perfectamente, desde un punto de vista práctico, lo que Cristo quiso decir. No importa qué forma de evangelización utilicemos, sólo unas pocas personas se convertirán y se sumarán a la iglesia local.

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

Me gusta el comentario de Adam Clarke sobre el texto:

Muchos son llamados por la predicación del Evangelio a la comunidad externa de la Iglesia de Cristo; pero pocos, comparativamente, son escogidos para morar con Dios en la gloria, porque no vienen al maestro de la fiesta en busca de un vestido de bodas…Esta es una alusión a la costumbre romana de reclutar su milicia [ejército]; todos eran reclutados, pero solo eran escogidos para servir aquellos que eran considerados aptos (Adam Clarke, LL.D., Clarke’s Commentary, [Comentario de Clarke] Abingdon, n.d., volumen 3, p. 211).

Yo creo que Clarke probablemente tenía razón al decir que Cristo estaba pensando en la forma en que los romanos reclutaban sus ejércitos. Ellos llaman a todos los hombres que vengan, pero solo elegían a los que son calificados.

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

Todos estamos llamados a venir a Cristo para recibir la salvación, pero la mayoría de las personas se descalifican a sí mismas. ¿Qué las hace incapaces de ser salvas? Cristo dio las respuestas en esta parábola. Nos habla de cuatro tipos de personas excluidas de la salvación.

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

I. Primero, los que no quieren venir son excluidos de la salvación.

Por favor, mire Mateo 22:2-3.

“El reino de los cielos es semejante a un rey [Dios el Padre] que hizo fiesta de bodas a su hijo [Jesús]; y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir” (Mateo 22:2-3; p. 989).

Dios nos envía a llamar a todos a venir a Cristo, pero muchas personas simplemente no vendrán; de hecho, la gran mayoría no vendrá. No importa lo que hagamos o digamos, estas personas no vendrán a Cristo ni se convertirán. Esa es una descripción de la mayoría de las personas que encontramos en la evangelización, cuando salimos a las calles y a las universidades. Podemos decir, con Cristo, “mas éstos no quisieron venir” (Mateo 22:3). Deseamos que vengan, pero no lo harán. Jesús nos dijo que así sería cuando dijo,

“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:13-14; p. 964).

La mayoría de las personas seguirán por el camino ancho que lleva al infierno. Sólo unas pocas personas entrarán en el camino angosto que lleva a la vida en Cristo.

Es cierto que en tiempos de avivamiento, “para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” (Hechos 3:19), que más personas vendrán a Cristo y serán salvadas de lo que vemos ahora – pero incluso en una verdadera época de avivamiento enviado por Dios siempre hay mucho que es falso y engañoso. Es por eso que no debería sorprendernos que haya un crecimiento de sectas y herejías en China, donde ahora se está produciendo un gran avivamiento. Eso siempre ha ocurrido durante épocas de avivamiento. El gran evangelista Asahel Nettleton dijo, “Cuando Dios construye una iglesia, el diablo seguramente construirá una al lado.” Así que, incluso durante una época de gran avivamiento, muchos, tal vez la mayoría, no vendrán a Cristo,

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

II. Segundo, aquellos que no prestan atención son excluidos de la salvación.

Por favor lea Mateo 22:4-5 en voz alta.

“Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas. Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios” (Mateo 22:4-5; p. 989).

Estas personas no son tan directas como el primer grupo, que simplemente “mas éstos no quisieron venir” (Mateo 22:3). A menudo vienen a la iglesia para escuchar el evangelio unas cuantas veces, pero no se convierten. Jesús dijo acerca de ellos,

“La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto” (Lucas 8:14; p. 1042).

Ellos parecen escuchar el evangelio de Cristo. Parecen ser felices en la iglesia local. Pero tarde o temprano, las preocupaciones y afanes del mundo, y su deseo de dinero y placer, los ahogan y se alejan de la iglesia local. Cuando los “afanes” y placeres del mundo los dominan, se “ahogan” y comienzan a alejarse. Esta actitud los descalifica para convertirse en verdaderos cristianos. Hace que no presten atención al evangelio y comiencen a volverse hacia los afanes y afanes del mundo. Por lo tanto, ellos también quedan descalificados para convertirse en verdaderos Cristianos,

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

III. Tercer, los que se rebelan son excluidos de la salvación.

Voltea al versículo seis y léalo en voz alta.

“Y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron.”
     (Mateo 22:6; p. 990).

Albert Barnes, en su comentario clásico, da esta explicación:

Y el resto, es decir, una parte lo tomó a la ligera; lo trató con silencioso desprecio y se dedicó con frialdad a sus asuntos. Los demás no se conformaron con eso, sino que mostraron una positiva malignidad. Algunos pecadores parecen estar muy satisfechos con simplemente descuidar la religión; [pero] otros proceden contra ella con abierta violencia y amarga malicia. Y los suplican con rencor. Usan palabras duras. Los injurian y abusan de ellos. Esto se hizo porque odiaban y despreciaban al rey [Dios]. Así, los pecadores a menudo insultan y [injurian] a los ministros de la religión porque ellos mismos odian a Dios, y de ninguna otra manera pueden mostrar su odio tan bien (Albert Barnes, Notes on the New Testament, [Notas sobre el Nuevo Testamento] Baker Book House, reimpresión de 1983, nota sobre Mateo 22:6).

Tú no deberías sorprenderte si algunas personas se enojan mucho contigo durante la evangelización. Jesús dijo,

“Yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece…Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán” (Juan 15:19-20; p. 1093).

Ese es parte del precio que pagamos por llevar el evangelio a los perdidos en la evangelización. Siempre habrá algunas personas que estén enojadas con nosotros por compartir el evangelio. En realidad, están en rebelión contra Cristo. Por lo tanto, ellos también están descalificados para convertirse en verdaderos Cristianos.

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

IV. Cuarto, aquellos que entran a la iglesia local pero permanecen inconversos son excluidos de la salvación.

Mira a verso diez.

“Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados” (Mateo 22:10; p. 990).

El Dr. Gill dijo que la boda es una imagen de “la casa y la iglesia de Dios, a la que fueron llevados grandes cantidades de gentiles” (John Gill, D.D., An Exposition of the New Testament, [Una exposición del Nuevo Testamento] The Baptist Standard Bearer, reimpresión de 1989, volumen I, pág. 254). El Dr. Gill también dijo que “juntamente malos y buenos” significa. Dijo que “bueno” significa aquellos que son convertidos realmente cuando han sido llevados a la iglesia. Dijo que “malo” significa “profesores vacíos,” aquellos que son llevados a la iglesia y parecen ser religiosos, pero permanecen inconversos (ibid.). Yo creo que The Applied New Testament Commentary [Comentario Aplicado del Nuevo Testamento] tiene razón cuando dice,

El invitado que no lleva la ropa adecuada para la boda representa a todos aquellos que no han creído verdaderamente en Cristo ni se han revestido de su justicia. Ellos son los malos invitados mencionados en el versículo 10…Aunque hayan venido a la casa del rey con todos los demás invitados…serán expulsados (The Applied New Testament Commentary, [Comentario Aplicado del Nuevo Testamento] Kingsway Publications, 1997, p. 212).

Recuerde que el “rey” de esta parábola es Dios. Con eso en mente, lea el versículo once.

“Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda” (Mateo 22:11; p. 990).

El vestido de bodas representa la justicia de Cristo, que se reviste en el momento de la conversión, cuando una persona confía en Cristo. Este hombre sin vestido de bodas es uno de los “huevos podridos” de los que se habla en el versículo diez, que entran en la iglesia local y fingen estar convertidos, pero su conversión es falsa.

¿Qué le sucederá al falso profesor? Mira al versículo trece.

“Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.” (Mateo 22:13; p. 990).

Esto demuestra que no te servirá de nada entrar en la comunión de la iglesia sin haberte convertido a Cristo. Tienes que venir a Cristo y nacer de nuevo. Jesús dijo,

“El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3; p. 1074).

Sin la salvación en Cristo, los asistentes a la iglesia serán “echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 22:13).

Siempre habrá algunas personas que vienen a la comunidad de la iglesia local pero permanezcan no convertidos, por lo que también ellas quedan descalificadas.

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

Yo creo que Adam Clarke probablemente tenía razón, cuando dijo que Cristo estaba pensando en la forma en que los Romanos reclutaban sus ejércitos,

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

Los Romanos llamaron a todos los hombres para que salieran a inspeccionar, pero sólo eligieron a los que calificaban.

Tú estás descalificado si no vienes. Tú estás descalificado si no prestas atención. Tú estás descalificado si te rebelas. Tú estás descalificado si vienes a la iglesia, pero permaneces inconverso.

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

Debemos aprender dos lecciones de esta parábola. En primer lugar, es una advertencia para aquellos de ustedes que están aquí hoy, pero que aún no son convertido. Recuerden que la mayoría de las personas nunca serán salvas. La mayoría de las personas irán al Infierno. Eso es lo que enseñó Jesús en Mateo 7:13-14, y en muchos otros lugares de la Biblia. Cristo enseñó que sólo unas pocas personas serán salvas. ¡Asegúrate de qyw seas uno de ellos! Jesús murió en la cruz para pagar el castigo por tus pecados. El levantó físicamente de entre los muertos y ascendió de nuevo al Cielo, donde ahora está sentado a la diestra de Dios. Ven a Cristo de todo corazón. “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:31).

La segunda lección que debemos aprender de esta parábola es que no debemos desanimarnos cuando salimos a evangelizar. Cuando salimos a ganar almas ya hemos tenido éxito, ya sea que alguien nos preste atención o no.

“y envió [el rey] a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas…” (Mateo 22:3; p. 989).

Cuando obedecemos a Dios, nuestro rey, ¡ya hemos tenido éxito! ¡Hemos tenido éxito en obedecer a Dios! ¡Ése es el mayor éxito de todos!

Si alguien escucha y es convertido en Cristiano, nos alegraremos. Pero si nadie escucha, ¡igualmente nos alegraremos! Nuestras recompensas de parte de Dios no dependen de la obediencia de ellos, sino de nuestra obediencia.

“Porque muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14).

Ve, sigue trabajando; no es en vano
     Tu pérdida terrenal es ganancia celestial:
Los hombres te escuchan, te aman, no te alaban,
     El Maestro alaba: ¿Qué son los hombres?

Anda, trabaja, gasta y seas gastado,
     Tu alegría es hacer la voluntad del Padre:
Es el camino que siguió el Maestro;
     ¿No debería el siervo seguirlo?
(“Go, Labor On; Spend and Be Spent” [Ve, Trabaja; Gasta Y Seas Gastado] por Horatius Bonar, 1808-1889).

Yo voy a pedirte que tú vuelvas a dedicar tu vida a la evangelización y a ganar almas. Jesús dijo,

“Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (Lucas 14:23; p. 1054).

¿Tú dedicarás o volverás a dedicar tu vida a obedecerle a Él? Si tú lo deseas, por favor, pasa al frente y arrodíllate aquí frente al púlpito.