Print Sermon

El propósito de este sitio de Internet es proporcionar manuscritos de sermones gratuitos y videos de sermones a pastores y misioneros en todo el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, donde hay pocos, si es que hay, seminarios teológicos o escuelas Bíblicas.

Estos manuscritos de sermones y videos ahora van a casi 1,500,000 computadoras en más de 221 países todos los meses en www.sermonsfortheworld.com. Otros cientos miran los videos en YouTube, pero rápidamente dejan YouTube y vienen a nuestro sitio de Internet. Los manuscritos de sermones se dan en 46 idiomas a casi 120,000 computadoras cada mes. Los manuscritos de sermones no tienen derecho de autor, así que los predicadores pueden usarlos sin nuestro permiso. Por favor, oprime aquí para aprender cómo puedes hacer una donación mensual para ayudarnos en esta gran obra de predicar el Evangelio a todo el mundo.

Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.



EL QUE GANA ALMAS ES SABIO – PARTE II

Un sermón escrito por Dr. R. L. Hymers, Jr., Pastor Emerito
y dado por Jack Ngann, Pastor
en el Tabernáculo Bautista de Los Angeles
La Tarde del Día del Señor, 4 de Febrero, 2024

“El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio” (Proverbios 11:30; p. 652 Scofield).


Prediqué la parte uno de este sermón la tarde del Domingo pasado. Esta tarde te doy un segundo sermón del mismo texto:

“El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio” (Proverbios 11:30).

Te dije que la palabra clave en el texto es “gana”. Dije que si sabemos lo que “gana” significa el resto del verso se desenvuelve naturalmente, y es fácil de explicar. Dije que la palabra Hebrea traducida “gana” significa “traer adentro”, “atraer”, “recibir” (Strong). Dije que si interpretas ese significado bajo la luz dada por el Nuevo Testamento el verso es fácil de entender – “El que gana almas” es la persona que “trae adentro de”, “atrae”, y “recibe” a pecadores perdidos en la iglesia local. ¡Ese es el verdadero ganador de almas!

“El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio” (Proverbios 11:30).

Spurgeon dijo:

Hay dos cosas en el texto; y están expuestas...en sus dos [partes]. La primera es – la vida del creyente...debe estar llena de bendiciones del alma – “El fruto del justo es árbol de vida”. En el segundo lugar – el intento del creyente debe siempre ser ganar almas. El segundo es bastante igual al primero, solamente que la primera [parte] establece nuestra influencia inconciente, y la segunda nuestros esfuerzos [en] ganar almas para Cristo (traducción de C. H. Spurgeon, “The Soul Winner,” The Metropolitan Tabernacle Pulpit, Pilgrim Publications, reimpreso en 1971, tomo XXII, p. 254).

Siguiendo el bosquejo simple de Spurgeon, veremos estos dos lados del ganador de almas.

I. Primero, el ganador de almas tiene que estar lleno de amor y concernimiento para ganar a los perdidos.

“El fruto del justo es árbol de vida...” (Proverbios 11:30).

Yo creo que esto se refiere al “fruto del Espíritu” en la vida de una persona verdaderamente convertida.

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza”
     (Gálatas 5:22-23; p. 1204).

La persona que trata de ganar almas pero no tiene el fruto del Espíritu, no será nada más que un fanático religioso, tratando de forzar a la gente perdida a ser salva. ¿No fue exactamente eso lo que sucedió en las Edades Oscuras? Agustín, pese a estar correcto en ciertas cosas, dijo que los perdidos debían ser forzados a entrar en la iglesia “con la espada”. Su enseñanza tuvo un efecto terrible en las Edades Oscuras, la cual siguió con la Inquisisión, tratando de forzar a la gente a volverse Cristianas. No hay base Bíblica para ese forzar.

Me temo que a veces los Bautistas y evangélicos han olvidado que debemos demostrar el “fruto del Espíritu” y por eso no son ganadores de almas Bíblicos. Recuerdo ver una persona así perseguir a un anciano en la calle, gritandole: “¡Vas para el Infierno, anciano!” ¡Tal rudeza en “testificar” no gana muchas almas!

“El fruto del justo es árbol de vida...” (Proverbios 11:30).

La Biblia dice:

“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas”
     (Salmo 126:5-6; p. 634).

Entonces, un verdadero ganador de almas no es un fanático religioso testarudo. ¡Oh, no! Un verdadero ganador de almas tiene lágrimas, compasión, y se regocija cuando la gente es salva.

Yo creo en el Infierno. Yo predico sobre el infierno frecuentemente. Pero hay un lugar y una hora para eso. Por años de observación yo sé que un tal llamado ganador de almas puede andar diciéndole a la gente que va para el Infierno, y ni siquiera realmente ganar una alma que pueda ser contada o vista en la iglesia. Después de años de ese tipo de “testificar” no pueden señalar a personas reales que han sido salvas y han entrado a la iglesia local. ¿Dónde están los convertidos de tal “testificar”? ¡Serán muy pocos y escasos – si acaso hay!

“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán”
     (Salmo 126:5).

Un hermano que conoce el tema recientemente me dijo: “En la China hay muchas lágrimas”. Él sabe cuán a menudo los Cristianos Chinos de “iglesias de casas” lloran por los perdidos. Ellos lloran cuando aquellos son convertidos. Ellos lloran cuando oran. Ellos lloran cuando ganan almas. Un grupo grande de estos Cristianos Chinos hasta se conoce como “los que lloran”. Pero las lágrimas no se limitan solo a ese grupo. Llorar es muy común entre las iglesias de casa en la China. “En la China hay muchas lágrimas”. ¡Con razón tienen tal avivamiento! ¡Se ha calculado que en la China hay 700 conversiones a la Cristiandad por hora!

“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán”
     (Salmo 126:5).

No es necesario llorar todo el tiempo para ganar almas. ¡Pero nuestros corazones tienen que estar en dicha actitud, una actitud de quebrantamiento, de interés, y de cuidado por las almas de los perdidos!

“El fruto del justo es árbol de vida...” (Proverbios 11:30).

Spurgeon dijo:

Supongo que siginifica un árbol vivo, un árbol considerado para dar vida [a] otros. ¡Un fruto se vuelve un árbol! ¡Un árbol de vida! ¡Maravilloso resultado! Cristo en el Cristiano produce un carácter que se vuelve un árbol de vida. El caracter exterior es el fruto de la vida interior; ésta vida exterior misma crece de un fruto a árbol, y como el árbol da fruto en otros (traducción de Spurgeon, ibid., p. 257).

Hemos estado cantando una vieja canción del evangelio. “Hazme Vía de Bendición” (por Harper G. Smyth, 1873-1945). Yo creo que expresa muy bien lo que significa nuestro texto, “El fruto del justo es árbol de vida” (Proverbios 11:30). Más yo me pregunto si algunos jovenes saben lo que la palabra “vía” significa. Significa “conducto por donde pasa” el agua.

¿Vía de bendición es tu vida?
     ¿Fluye el amor de Dios por medio de tí?
¿Traes a Jesús los perdidos?
     ¿Estás listo su obra a hacer?

¡Canta el coro!

Hazme una vía de bendición hoy,
Ruego me hagas vía de bendición;
Mi vida posee, bendice mi obra,
     Hazme una vía de bendición hoy.

Ese coro es una oración. Cántalo como una oración.

Hazme una vía de bendición hoy,
Ruego me hagas vía de bendición;
Mi vida posee, bendice mi obra,
     Hazme una vía de bendición hoy.
(Traducción de “Make Me a Channel of Blessing”
     por Harper G. Smyth, 1873-1943).

“El fruto del justo es árbol de vida...” (Proverbios 11:30).

Sí, el verdadero ganador de almas tiene que estar lleno de amor y concernimiento para otros. Que esa sea nuestra oración, “¡Hazme un ‘árbol de vida’ para los perdidos! ¡Hazme una vía de bendiciones para ellos!”

II. Segundo, el ganador de almas debe ser sabio para ganar a los perdidos.

“El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio” (Proverbios 11:30).

Spurgeon dijo:

Las dos cosas están puestas juntas – la vida es primero, el esfuerzo después: lo que Dios ha juntado que ningún hombre lo separe (traducción de Spurgeon, ibid., p. 259).

“El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio” (Proverbios 11:30).

El texto implica que las almas necesitan ser ganadas. Las almas de los hombres están perdidas por naturaleza. ¡Su propia naturaleza es corrompida y perdida! ¡Debemos ganarlos para Cristo y para la iglesia local!

Tú tienes que ser sabio para ganar almas, ¡muy sabio en verdad! No ganarás a nadie por accidente. Tienes que tener sabiduría de Dios para ganar un alma. Tú vas a tener que pensar mucho sobre ello, o jamás podrás ganar un alma. ¡Tendrás que orar muchisimo por sabiduría o jamás podrás ayudar a nadie a hacerse un Cristiano verdadero! Spurgeon dijo:

Los verdaderos amantes de las almas de los hombres aprenden el arte de tratar con ellos… No es porque un hombre tenga mayores habilidades, ni porque tenga más gracia, sino que el Señor lo hace amar intensamente las almas de los hombres, y eso imparte una habilidad secreta, ya que la mayor parte del modo de ganar pecadores a Cristo es amarlos hacia Cristo (Spurgeon, ibid., p. 262).

“El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio” (Proverbios 11:30).

El Dr. Criswell dijo que es mejor traducir esto como “el que es sabio gana almas” (traducción de The Criswell Study Bible; nota de Proverbios 11:30). De cualquier manera, sabiduría es requerida para ganar almas. En su mayoría, los miembros de iglesia hoy en día tienen muy poca sabiduría en ganar almas. La razón principal es que ellos no le piden a Dios por dicha sabiduría. El Apóstol Santiago dijo:

“Pero no tenéis...porque no pedís” (Santiago 4:2; p. 1265).

De nuevo, él dijo:

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios...y le será dada” (Santiago 1:5; p. 1262).

“…el que gana almas es sabio” (Proverbios 11:30).

Alguien podría estar diciendo: “¡Oh, Dios, yo no tengo tal sabiduría! Yo no soy sabio lo suficiente para ayudar a alguien a hacerse Cristiano! ¡Oh, Dios, dame la sabiduría para ayudarlos!” Si tú oras así a menudo y sinceramente, ¡la Biblia dice que Dios te responderá!

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios...y le será dada” (Santiago 1:5).

“Pero no tenéis...porque no pedís” (Santiago 4:2).

“¡Oh Dios, dame la sabiduría para ayudar a alguien a hacerse un Cristiano verdadero!” ¡Que esa sea tu constante oración!

“El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio” (Proverbios 11:30).

Canta aquel coro otra vez, “Hazme Vía de Bendición”.

Hazme una vía de bendición hoy,
Ruego me hagas vía de bendición;
Mi vida posee, bendice mi obra,
     Hazme una vía de bendición hoy.

No puedo cerrar este sermón sin decirte una palabra a ti que estás perdido. Muchos han laborado muy duro para que estuvieras aquí esta tarde. Otros han orado vigorosamente por tu salvación. Varios han ayunado, sin haber comido ayer, orando para que tú seas salvo. Jesús Mismo pasó por gran agonía y llevó tus pecados en la Cruz, derramando Su propia Sangre para que tus pecados pudieran ser limpiados. ¿Creerás en Jesús? Él está vivo, a la diestra de Dios en el Cielo. ¿Vendrás tú a Él? La Biblia dice:

“Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo”
     (Hechos 16:31).

Todos oremos por una conversión.