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UNA DESCRIPCIÓN DE LA EXPIACIÓN(SERMÓN NÚMERO 9 DE ISAÍAS 53) Un sermón por Dr. R. L. Hymers, Jr., Pastor Emerito “Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido” (Isaías 53:8; p. 733 Scofield). |
En el verso anterior Isaías nos dijo sobre el silencio de Cristo:
“Como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció [calló], y no abrió su boca”
(Isaías 53:7).
El Dr. Edward J. Young dijo, “Habiendo hecho énfasis en la paciencia callada de Cristo en Su sufrimiento, el profeta ahora nos da una descripción más detallada de dicho sufrimiento” (traducción de Edward J. Young, Ph.D., The Book of Isaiah, Eerdmans, 1972, tomo 3, p. 351).
“Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido” (Isaías 53:8).
El verso se divide naturalmente en tres puntos, describiendo (1) el sufrimiento de Cristo, (2) la generación de Cristo, y (3) la expiación vicaria de Cristo por nuestros pecados.
I. Primero, el texto da una descripción del sufrimiento de Cristo.
“Por cárcel y por juicio fue quitado...Porque fue cortado de la tierra de los vivientes” (Isaías 53:8).
Cristo fue arrestado en el Huerto de Getsemaní. Fue llevado por los guardias del templo a los principales sacerdotes. Lo llevaron ante Caifás, el sumo sacerdote, y ante el Sanedrín, la corte superior Judía. En dicha corte Él fue condenado por testigos falsos. Jesús dijo:
“Desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo”
(Mateo 26:64; p. 1000).
Luego el sumo sacerdote dijo,
“¿Qué os parece? Y respondiendo ellos [del Sanedrín], dijeron: ¡Es reo de muerte! Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban”
(Mateo 26:66-67; p. 1000).
“Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte” (Mateo 27:1; p. 1000).
Pero según la ley Romana ellos no tenían autoridad legal para hacer esto, entonces:
“Le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador [Romano]” (Mateo 27:2).
Pilato interrogó a Jesús,
“Y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado”
(Mateo 27:26; p. 1001).
Así fue cumplida esta parte de nuestro texto,
“Por cárcel y por juicio [ante el sumo sacerdote y luego ante Pilato] fue quitado...Porque fue cortado de la tierra de los vivientes [por Su muerte en la Cruz]” (Isaías 53:8).
El encarcelamiento de Jesús por El Sanedrín Judío y Pilato cumplió las palabras, “Por cárcel.” Los juicios ante Caifás y ante Pilato cumplieron la frase, “por juicio.” Fue llevado por cárcel y por juicio a un monte llamado Calvario, donde fue crucificado y murió en la Cruz, cumpliendo así la frase, “Fue cortado de la tierra de los vivientes.”
El Dr. John Gill (1697-1771) dijo,
Fue llevado por desesperación y juicio, o sea que su vida fue quitada de un modo violento, en el nombre de la justicia; cuando en [realidad] la [peor] injusticia fue hecha contra él, hubo cargo falso contra él, falsos testigos se presentaron [pagados para dar falso juramento, perjurando contra Él], le fue quitada la vida por manos malvadas [como se ve] en Hechos 8:32 [“como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca”]. En Su humillación le fue quitado el juicio: él [no recibió] justicia común (traducción literal de John Gill, D.D., An Exposition of the Old Testament, The Baptist Standard Bearer, reimpreso 1989, tomo V, p. 314).
Como dice nuestro texto,
“Por cárcel y por juicio fue quitado...Porque fue cortado de la tierra de los vivientes...” (Isaías 53:8).
II. Segundo, el texto da una descripción de la generación de Cristo.
Hay una cláusula que es un poco difícil de explicar en medio del texto,
“Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes...”
(Isaías 53:8).
“¿Y su generación, ¿quién la contará?” El Dr. Gill dijo que la frase habla de “la era [o generación en que Él vivió], y de los hombres en el tiempo en que él vivió, cuya barbaridad hacia él, y la maldad de la que eran culpables fueron tales que no se podían contar [por completo] con el habla, ni podían ser [completamente] descritas por la pluma del hombre” (Gill, ibid.). ¡Hace que vengan lágrimas a nuestro corazón, al leer de la crueldad y la injusticia que ellos tuvieron hacia el manso Hijo de Dios! Como lo dijo Joseph Hart (1712-1768) en su himno sombrío,
Ved, cuan paciente está Jesús
Con todo insulto [en este horrible lugar];
Al Poderoso ataron,
Al Creador escupieron.
Espinas rasgaron Su piel,
De todo el cuerpo Él sangró;
Su espalda duro golpearon,
Peor se hirió Su corazón.
Clavado desnudo a la Cruz,
Expuesto a todo mundo y ser,
Retrato de sangre y dolor,
¡Demostración de herido amor!
(Traducción de “His Passion” por Joseph Hart, 1712-1768;
alterada por Dr. Hymers; al son de “‘Tis Midnight, and on Olive’s Brow”).
John Trapp (1601-1669) dijo, “¿Quién podrá contar o describir su generación? [¿Quién podría describir] la maldad del hombre de la época en que él vivió” (John Trapp, A Commentary on the Old and New Testaments, Transki Publications, reimpreso en 1997, tomo 3, p. 410).
Es difícil explicar en términos humanos por qué esos líderes Judíos querían crucificar a Jesús, y por qué los soldados Romanos, “le golpeaban en la cabeza con una caña, y le escupían...y le sacaron para crucificarle” (Marcos 15:19-20).
“Y sin hallar en él causa digna de muerte, pidieron a Pilato que se le matase” (Hechos 13:28; p. 1123).
Como lo puso John Trapp, “¿Quién podrá contar o describir su generación?... la maldad del hombre de la época en que él vivió.”
“Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes… ”
(Isaías 53:8).
El Dr. Young dijo, “El verbo [declara] implica meditar o considerar seriamente algo...ellos hubieran considerado [el significado de Su muerte], pero no lo hicieron” (traducción literal de Young, ibid., p. 352).
¿De qué modo es diferente hoy día? Millones han oído de la muerte de Jesús en la Cruz sin pensar seriamente en ello. “Deberían haberla considerado, pero no lo hicieron.” ¿Quién piensa con profundidad en la crucifixión de Cristo? ¿Lo haces Tú? ¿Pasas tiempo tú pensando en la muerte de Cristo y lo que significa para ti?
“¿Quién puede...describir su generación?...la maldad del hombre en el tiempo en que él vivió” dijo John Trapp. Pero la gente que crucificó a Jesús en realidad era muy parecida a la gente no convertida de hoy. La gente hoy no quiere pensar muy seriamente sobre el significado de la muerte de Cristo. Cuando la película “La Pasión del Cristo” apareció en los teatros muchos comentadores dijeron que la película tendría un efecto profundo en los que la vieran. Dijeron que encendería un avivamiento de interés en el Evangelio. Algunos de ellos dijeron que causaría grandes multitudes de jóvenes entraran a las iglesias.
El filme salió el 2004. Que fue hace nueve años. Hemos tenido mucho tiempo para ver si los comentadores tenían razón. La terrible realidad del sufrimiento de Cristo demostrado en el filme sí tuvo un efecto psicológico en muchos que lo vieron. Pero podemos ver que no tuvo impresión de largo tiempo en aquellos que lo vieron. Volvieron rápido a sus vidas egoístas y pecaminosas.
Ves, esa es la misma esencia del pecado. La gente que no es convertida solo puede experimentar un poco de tristeza por el sufrimiento de Cristo. Pero, en el mejor de los casos, solo es un poco de remordimiento. Ellos regresan a “navegar en la red” por horas, a su avaricia de hacer más dinero, sus vidas sin Dios, sus infinitos juegos de video, faltando a la iglesia los Domingos, pensando muy poco en Dios quien los hizo, y sobre el Cristo que sufrió en la Cruz para salvarlos. “¿Quién puede...describir su generación?” ¡Bueno, la generación que vivió cuando Jesús fue crucificado es virtualmente la misma que tu generación! Eran un montón de impíos réprobos, egoístas, que no vivían por nada más que el placer del pecado. ¿Y no es ese un perfecto retrato de tu generación también? Y, si fueras realmente honesto contigo mismo, ¿no es esa una descripción de ti? Después de todo, ¿Cuánto tiempo pasas pensando en Dios? ¿Cuánto tiempo pasas en oración cada día? ¿Cuánto afecta la crucifixión sangrienta de Cristo tu vida diaria? Si eres honesto contigo mismo, creo que tendrías que decir que en verdad no eres muy diferente de la generación que rechazó a Cristo, que lo crucificó, y que se apartó para vivir sus propias vidas egoístas. Esa es la esencia del pecado. Esa es la misma naturaleza del pecado. Eso comprueba que eres un pecador, y que eres igualmente culpable que aquellos en el tiempo de Cristo. Aun si vienes aquí a la iglesia todos los Domingos, tú solamente tienes “apariencia de piedad” (II Timoteo 3:5). ¿No es cierto eso de ti? ¿No es cierto que tú has pecado “y estás destituido de la gloria de Dios”? (Romanos 3:23). Y ya que todas esas cosas son ciertas acerca de ti, ¿cómo podrás escapar de la ira y del juicio de Dios Todopoderoso? El Rev. Iain H. Murray, en su libro reciente sobre la vida del Dr. Martyn Lloyd-Jones, dijo:
Para el Dr. Lloyd-Jones predicar el verdadero peligro de la culpabilidad de hombre ante Dios significaba predicar la certeza de la ira divina, la ira que ya se halla sobre los inconversos y que queda por venir en el castigo del pecado en el Infierno…aquel lugar donde ‘la llama no se apaga y su gusano no muere’ (traducción de Iain H. Murray, The Life of Martyn Lloyd-Jones, The Banner of Truth Trust, 2013, p. 317).
III. Tercero, el texto describe el significado más profundo
del sufrimiento de Cristo.
Lea por favor Isaías 53:8 en voz alta, poniéndole atención a la última cláusula, “por la rebelión de mi pueblo fue herido.”
“Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido” (Isaías 53:8).
El Dr. Merrill F. Unger dijo,
Por diecisiete siglos [la interpretación Mesiánica de Isaías 53] era la única interpretación entre los Cristianos [y] las autoridades Judías. [Los Judíos después] intencionalmente abandonaron ese punto de vista del pasaje por su notable cumplimiento en Cristo (Unger, ibid., página 1293).
Hoy muchos escolares Judíos dicen que el capítulo cincuenta y tres de Isaías entero se refiere al sufrimiento del pueblo Judío, no a Cristo. Pero aunque los Judíos han sufrido horriblemente en manos de falsos Cristianos, ese no puede ser el significado verdadero de nuestro texto, porque dice claramente que, “Por la rebelión [pecado] de mi pueblo fue herido” (Isaías 53:8). De esa cláusula “Por la rebelión de mi pueblo fue herido” el Dr. Henry M. Morris dijo, “Él murió por ‘mi pueblo’ – o sea, Israel – demostrando que [Cristo] en este pasaje no es Israel, como muchos dicen” (Henry M. Morris, Ph.D., The Defender’s Study Bible, Word Publishing, 1995, p. 767). Así, el verdadero significado no es que el pueblo Judío fue herido, sino que Cristo fue herido en lugar de ellos, por sus pecados, para pagar la pena de sus pecados y de los nuestros. ¡Él fue crucificado para pagar la pena de nuestro pecado!
El Dr. John Gill dijo que las palabras “Por la rebelión de mi pueblo fue herido” se aplican al pueblo Judío y a los Cristianos elegidos – mostrando que Cristo fue herido los pecados de ambos Israel y los pecados de “su pueblo” que son los Cristianos (Gill, ibid., p. 314). Creo que el Dr. Gill saca a luz el significado verdadero de esas palabras,
“por la rebelión de mi pueblo fue herido” (Isaías 53:8).
Cristo fue “herido” en la Cruz para pagar por los pecados de Su pueblo, ya sean ellos Judíos o Gentiles. Su muerte es de sustitución, Cristo muriendo para pagar por tus pecados. Es propiciatoria, apartando del pecador la ira de Dios.
Pero hay una condición. Para que Cristo pague por tus pecados eficazmente, debes confiar en Él en fe. El pago del pecado de Cristo en la Cruz no salvará a nadie que falle de confiar en Jesús. Es solamente cuando te rindes a Jesús que tus pecados son borrados de los archivos de Dios por la Sangre del Salvador.
Tú puedes saber todos los hechos de este verso y aun estar perdido. Los demonios conocen estos hechos pero no los salva a ellos. El Apóstol Santiago dijo, “También los demonios creen, y tiemblan” (Santiago 2:19). Los demonios tienen solamente un “conocimiento mental” sobre la muerte expiatoria de Cristo. Tú tienes que ir más allá si quieres ser salvo. Tienes que realmente someterte a Cristo y confiar en El. Tienes que ser convertido por un hecho de la gracia de Dios, o te irás al Infierno con tus pensamientos memorizados sobre Su crucifixión.
Escucha a Dr. A. W. Tozer cuando habla contra “el decisionismo” y a favor de la conversión verdadera. El Dr. Tozer dijo,
La transacción entera de la conversión religiosa se ha hecho mecánica y sin espíritu. Ahora se puede ejercer la fe sin que sacuda la vida moral y sin que avergüence el ego Adámico. Se puede “recibir” a Cristo sin crear ningún amor especial por Él en el alma del que lo recibe (traducción de A. W. Tozer, D.D., The Best of A. W. Tozer, Baker Book House, 1979, p. 14).
“La transacción entera de la conversión religiosa se ha hecho mecánica y sin espíritu” – y, quisiera añadir que a menudo es ¡sin Cristo! Los “decisionistas” simplemente quieren que digas una oración rápida, que seas bautizado y ya es todo. A menudo la muerte de Cristo y Su resurrección casi ni se mencionan. A menudo se dejan fuera ¡por completo! Esto no es lo que enseña la Biblia. La Biblia enseña que debes sentirte culpable por tus pecados, y ver que no tienes modo de escapar del pecado y sus consecuencias aparte de venir a Cristo, yaciendo incapaz ante Él, y confiando en Él desde lo más profundo de tu ser. Entonces, y solo entonces, experimentarás lo que el profeta quiso decir,
“por la rebelión de mi pueblo fue herido” (Isaías 53:8).
Cuando confías en Jesucristo por fe, Su Sangre limpia todo tu pecado y eres convertido – pero no antes de que eso te suceda. ¡No, nunca antes de que eso suceda! ¡Tienes que confiar en Jesucristo si quieres ser salvo!