Print Sermon

El propósito de este sitio de Internet es proporcionar manuscritos de sermones gratuitos y videos de sermones a pastores y misioneros en todo el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, donde hay pocos, si es que hay, seminarios teológicos o escuelas Bíblicas.

Estos manuscritos de sermones y videos ahora van a casi 1,500,000 computadoras en más de 221 países todos los meses en www.sermonsfortheworld.com. Otros cientos miran los videos en YouTube, pero rápidamente dejan YouTube y vienen a nuestro sitio de Internet. Los manuscritos de sermones se dan en 46 idiomas a casi 120,000 computadoras cada mes. Los manuscritos de sermones no tienen derecho de autor, así que los predicadores pueden usarlos sin nuestro permiso. Por favor, oprime aquí para aprender cómo puedes hacer una donación mensual para ayudarnos en esta gran obra de predicar el Evangelio a todo el mundo.

Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.



RETRATO DE UN MUNDO CONDENADO

(SERMÓN #41 DEL LIBRO DE GENESIS)

Un sermón escrito por Dr. R. L. Hymers, Jr., Pastor Emerito
y dado por Jack Ngann, Pastor
en el Tabernaculo Bautista de Los Angeles
La Tarde del Día del Señor, 12 de Febrero, 2023

“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Genesis 6:5; p. 12 Scofield).


Ha habido muchos puntos de vista respecto a este pasaje de las Escrituras. (La nota de Genesis 6:4) de The Scofield Study Bible [en Inglés] da los dos más prominentes. No entraré en todos los pro y los contra de estos puntos de vista porque siento que quitaría del principal empuje del pasaje que es,

“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Genesis 6:5).

¿Cómo llegó el hombre a esta condición deplorable? La raza humana se había vuelto tan pésima para Dios que El estuvo a punto de destruirla en el Gran Diluvio. Pero ¿cómo sucedió? ¿Cómo fue que la raza humana se había vuelto tan miserable? Yo creo que en Genesis 6:1-4 hay tres explicaciones.

I. Primero, ellos estaban endemoniados.

Por favor lee Genesis 6:1-2, de pie y en voz alta.

“Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas”
     (Genesis 6:1-2; p. 12).

Yo creo que el libro de comentarios de Dr. John F. Walvoord y el Dr. Roy B. Zuck está correcto cuando dice,

Los hijos de Dios no eran divinos; estaban controlados por demonios. El casarse con cuantas mujeres querían…era para satisfacer sus instintos bajos. Eran solamente otro orden bajo de criatura, pese a ser poderosos e influenciados por los demonios (traducción de John F. Walvoord, Ph.D., and Roy B. Zuck, Th.D., The Bible Knowledge Handbook, Old Testament, Victor Books, impresión de 1985, p. 36).

Esa me parece que es una explicación sensata de Genesis 6:1-2. Jamieson, Fausset and Brown dijeron que la idea de que “los hijos de los hombres” eran ángeles caídos “es muy antigua” que Josephus, rabinos Judíos, y teólogos Cristianos tempranos como Justin y Tertullian sostenían, igual que otros comentaristas más recientes como el Dr. Franz Delitzsch (traducción de Robert Jamieson, Ph.D., A Commentary on the Old and New Testaments, William B. Eerdmans Publishing Company, reimpreso en 1976, tomo I, p. 87). Este punto de vista también es dado por el Dr. John MacArthur quien pese a estar erroneo con respecto a la Sangre de Cristo, creo que dice correctamente que,

Los hijos de Dios [son] identificados en otras partes [en la Biblia] casi exclusivamente como ángeles (Job 1:6; 2:1; 38:7)…el pasaje [Genesis 6:1-2] pone un fuerte énfasis sobre el contraste ángelico vs. humano. El NT [Nuevo Testamento] pone esta historia en secuencia con otros eventos de Genesis y la identifica como ángeles caídos que moraban dentro de los hombres (traducción literal de John MacArthur, D.D., The MacArthur Study Bible, World Bibles, 1997, nota de Genesis 6:2).

En mi opinión ese era el caso. Los “hijos de Dios” en Genesis 6:2, como dice el libro comentario de Walvoord and Zuck, “eran controlados e influenciados por demonios” (ibid.). Así vemos la primera razón por la cual la raza humana estaba en una condición tan deplorable antes del Diluvio.

“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Genesis 6:5).

¿Hay alguna aplicación de esto en nuestro día? Yo creo que sí la hay. Jesús dijo,

“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37; p. 994).

El hombre siempre ha estado sujeto a la influencia de Satanás. El Apóstol Pablo nos dice que Satanás

“cegó el entendimiento de los incrédulos” (II Corintios 4:4; p. 1189).

El Evangelio así “entre los que se pierden está encubierto” (II Corintios 4:3). El Apóstol Pablo también habló de

“[El] príncipe de la potestad del aire [Satanás], el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia” (Efesios 2:2; p. 1208).

Estos pasajes se refieren a la obra cegadora y esclavizante de Satanás en aquellos que están inconversos. Pero la Biblia profetiza que dicha actividad Satánica aumentará al fin de esta edad,

“Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.” (II Tesalonicenses 2:11-12; p. 1229).

Parece que hoy estamos viviendo en ese tiempo de la historia. Hoy Satanás está más activo que nunca.

“Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37).

En estos días malvados, tú tienes que volverte del todo a Cristo, recibirlo como tu Salvador, y entrar en la membresía completa de la iglesia local, como Noé entró en el arca. Solamente Cristo puede salvarte. No hay otra manera de escapar del juicio venidero.

“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Genesis 6:5).

En los días antes del Diluvio, hubo mucha actividad demoníaca, cegando la mente de los hombres, y llevandolos al cautiverio Satánico. Esa es la primera razón que nos da este pasaje por el estado terrible de la humanidad antes del Diluvio. Ellos estaban endemoniados.

II. Segundo, ellos resistieron la obra del Espíritu Santo.

Por favor lee Genesis 6:3, en voz alta.

“Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años” (Genesis 6:3; p. 12).

El Dr. Henry M. Morris dijo,

La lectura más natural del pasaje se refiere al Espíritu Santo de Dios en Su ministerio de “convencer al mundo de pecado, de justicia y de juicio, (Juan 16:8). Al degenerarse el carácter moral y espiritual del mundo antediluviano, especialmente después de la toma demoníaca anteriormente descrita [en Genesis 6:1-2], era aparente que la gente se había vuelto tan desesperadamente corrupta que ya no se podían recuperar. Habían resistido al testimonio del Espíritu tan completamente e irreparablemente...Dios siempre ha sido paciente, aun bajo las condiciones tan terribles que prevalecían en los días de Noé (I Pedro 3:20). Aunque todos lo habían rechazado, El todavía le dio 120 años a la humanidad por la escasa posibilidad de que tal vez algunos “[procedieran] al arrepentimiento” (II Pedro 3:9). Este tiempo fue más que adecuado (traducción de Henry M. Morris, Ph.D., The Genesis Record, Baker Book House, edición de 1986, pp. 170-171).

El Dr. J. Vernon McGee tuvo una gran visión dentro de la actividad del Espíritu Santo antes del Diluvio. El dijo,

Nosotros creemos que Noé predicó por 120 años, y durante ese tiempo el Espíritu de Dios contendía con el hombre. Pedro hace muy claro que en los días de Noé el Espíritu de Dios estaba contendiendo con el hombre para traerlos a Dios – pero ellos no quisieron volverse... (I Pedro 3:18-19). Estos espíritus estaban prisioneros cuando Pedro escribía, pero a ellos se les predicó en los días de Noé. ¿Cómo sabemos eso? Verso 20 [I Pedro 3:20] dice, “los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua” ¿Cuándo fueron desobedientes? En la paciencia de Dios en los días de Noé – en esos 120 años (traducción de J. Vernon McGee, Th.D., Thru the Bible, Thomas Nelson Publishers, 1981, tomo I, pp. 36-37).

Así, la gente en el día de Noé cometió lo que hoy llamamos “el pecado imperdonable.” Tocante a Genesis 6:3, el Dr. John R. Rice dijo,

¿Un pecado imperdonable? Sí, y todavía hoy, sin duda el Espíritu llama y llama. Pero un corazón puede volverse tanto contra Dios y no percibir Su dulce insistencia y pasar de largo la hora en que puede ser salvo. Dios no cambia, pero cuando ya no es posible que alguien sea salvo, el Espíritu de Dios deja de llamar. “No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre” dice la Escritura (traducción de John R. Rice., D.D., In the Beginning, Sword of the Lord Publishers, 1975, página 190).

Hay una grande advertencia en aquellas palabras, “No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre” (Genesis 6:3). El Dr. Rice hizo aquella advertencia muy clara en una de sus canciones famosas,

Has esperado tan llanamente, le has rehusado tan ligeramente,
Tú has pecado tanto y peligrosamente, tu corazón está muy mal.
Oh, si Dios se impacienta, al Espíritu entristeces,
Si El ya no te llama, cuando departa será tu condenación.
Cuan triste en el juicio, recordarás sin tener su misericordia,
Que tardaste y esperaste y el Espíritu se marchó;
Qué reproches y dolores habrá cuando sin esperanza llegue la muerte,
Y hayas tardado y demorado y hayas esperado demasiado tiempo.
     (traducción literal de “If You Linger Too Long”
     por Dr. John R. Rice, 1895-1980).

Sí, ellos esperaron demasiado. Ellos resistieron la obra del Espíritu Santo. Ellos permanecieron cegados por Satanás. Pero hay una tercera explicación de nuestro texto,

“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Genesis 6:5).

III. Tercero, ellos eran criaturas caídas.

Por favor lea Genesis 6:4 en voz alta.

“Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre” (Genesis 6:4; p. 12).

Este es uno de los poquísimos lugares donde creo que la Biblia King James [en Inglés] necesita aclararse. La palabra Hebrea “nephilim” aquí se traduce “gigantes.” Es porque los traductores de King James se basaron en la traducción Griega Septuagienta de “nephilim” como “gigantes.” Pero la palabra Hebrea original “nephilim” no indica que esta era gente antes del Diluvio era gigantesca. Yo creo que el Dr. Henry M. Morris dio un retrato claro de lo que esto significa cuado dijo,

La palabra Hebrea es nephilim y viene del verbo naphal (“caída”). Aunque algunos comentaristas sugieren que la palabra significa “aquellos que caen sobre” – o sea, “aquellos que atacan” – el significado más natural y más probable es “aquellos que han caído” (traducción literal de Henry M. Morris, Ph.D., ibid., p. 172).

Nota que “nephilim” existía antes de la entrada demoníaca,

“Había gigantes [nephilim – ‘los caídos’] en la tierra en aquellos días [los días de Noé], y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre” (Genesis 6:4).

El Dr. McGee dijo,

No eran monstruosidades; eran hombres. La cuenta aquí aclara bien que los [“caídos”] estaban en la tierra antes de que esto tomara lugar [Genesis 6:2], y simplemente significa que los descendientes eran individuos sobresalientes (traducción de J. Vernon McGee, Th.D., ibid.).

Yo creo que los “nephilim” simplemente habla del hombre en su estado caído – los “caídos.” Yo sé que sería más exótico e interesante decir, como algunos dicen, que estos hombres eran monstruos gigantescos, pero yo no hallo justificación alguna para ello en Genesis 6:4. Sin embargo, podemos hallar muchos lugares en la Biblia que hablan de la caída del hombre en el Huerto de Edén. La Biblia dice,

“El pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte” (Romanos 5:12; p. 1153).

Arthur W. Pink dijo,

Adán tomó las cosas en sus propias manos, se rebeló contra Dios y pateó Su ley bajo sus pies...Por el pecado de su cabeza [Adán] la raza [humana] fue arruinada y cayó a un estado de terrible lepra moral. El mundo nuestro es un mundo caído; que se opone a Dios y a la santidad; la iniquidad abunda en él, la muerte reina sobre él, la lujuria y el crimen lo caracterizan, el sufrimiento y la miseria lo llenan (traducción literal de Arthur W. Pink, Gleanings From the Scriptures: Man’s Total Depravity, Moody Press, edición de 1981, p. 46).

Este es el retrato de una raza caída que se nos es dado en nuestro texto,

“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Genesis 6:5).

La humanidad no es diferente hoy de lo que era entonces. El hombre está cortado de Dios por su naturaleza de pecado, está violentamente opuesto a Dios en su corazón, y condenado al juicio temible en el futuro. Es por eso que Jesucristo vino a esta tierra. La Biblia dice,

“Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores”
     (I Timoteo 1:15; p. 1231).

Cristo murió en la Cruz para pagar la pena de tu pecado. El resucitó de los muertos para darte vida. Vuélvete a Cristo y El te salvará, y lavará tus pecados con Su Sangre preciosa.

En tiempos así, tú necesitas un Salvador,
En tiempos así, tú necesitas un ancla,
Asegurate bien, asegurate bien,
¡Que tu ancla esté en la Roca que es Jesús!
Esta roca es Jesús, Sí, El lo es;
Esta roca es Jesús, ¡la única!
Asegurate bien, asegurate bien,
¡Que tu ancla esté en la Roca que es Jesús!
     (“In Times Like These” por Ruth Caye Jones, 1944).