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LA SERPIENTE Y LA MUJER(SERMÓN #11 DEL LIBRO DE GENESIS)
Un sermón escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr., Pastor Emérito “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?” (Genesis 3:1; p. 7 Scofield). |
Cuando pensamos en Genesis 3:1 debemos sacar de nuestra mente de las pinturas medievales que hemos visto, que se basan en la tentación de Adán y Eva en el Huerto de Edén. Dichas pinturas muestran una serpiente, enrollándose por las ramas de un árbol, diciéndole a Adán y Eva que comieran una roja manzana que colgaba de las ramas. Esas son malas interpretaciones de lo que en verdad leemos en la Biblia. Primero, no había serpientes como las vemos hoy. La forma que tenía la “serpiente” no era como ninguna de las serpientes que vemos en el mundo hoy día. El Dr. Ryrie dice que era “aparentemente una criatura bella, en un estado sin maldición” (traducción de Charles C. Ryrie, Ph.D., The Ryrie Study Bible, Moody Press, 1978, p. 11; nota de Genesis 3:1). Satanás había tomado posesión de la serpiente. El Dr. Gill dijo, “Poseída y usada por Satanás como instrumento de sus planes, como es evidente en su facultad de hablar, y su uso de razón, usados en un modo sofisticado...las Escrituras siempre describen la seducción del hombre al Diablo, quien, porque actuó su parte engañosa en y por la serpiente, es llamado la serpiente, y la vieja serpiente, y el diablo y Satanás, II Corintios 11:3; Apocalipsis 12:9” (John Gill, D.D., An Exposition of the Old and New Testaments, The Baptist Standard Bearer, reimpreso 1989, tomo I, p. 22; nota de Genesis 3:1).
Así, yo creo que Satanás habló por la boca de esta bella criatura. Eva no se sorprendió cuando le habló. El Dr. Morris dijo, “Es posible que Eva, en su inocencia, no sabía todavía que los animales a su alrededor en [el Huerto de] Edén eran incapaces de hablar y ella no se alarmó cuando la serpiente le habló” (traducción de Henry M. Morris, Ph.D., The Genesis Record, Baker Book House, edición de 1986, p. 109). De Nuevo, el Dr. Morris dijo, “Es obvio que este evento es más que una fábula de una serpiente que hablaba. La Biblia después identifica ‘la serpiente antigua’ como ningún otro que el mismo diablo, Apocalipsis 12:9, 20:2” (Morris, ibid., p. 107).
Aquí estamos confrontados por primera vez con el problema de la maldad en el mundo. Si Dios es omnipotente y santo, ¿por qué permite el mal, ¿cómo puede existir? La única respuesta Bíblica al problema de la existencia del mal se halla aquí en el tercer capitulo de Genesis. El Dr. Morris dijo, “Antes de que el hombre pudiera traer el pecado al mundo, debe ser persuadido a pecar por un agente externo a él mismo, ya que todavía nada en la naturaleza [del hombre] lo llevaba en esa dirección [de pecado]” (Morris, ibid., pagina 106).
¿De dónde vino Satanás? Dos pasajes en el Antiguo Testamento dan la respuesta. En Isaías 14:12-15 se nos dice,
“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo” (Isaías 14:12-15; p. 701).
La Biblia Anotada de Scofield [The Scofield Study Bible] en Inglés dice que este pasaje “evidentemente se refiere a Satanás que como príncipe del sistema mundial...es el verdadero gobernador, aunque sin ser visto...este tremendo pasaje marca el principio del pecado en el universo. Cuando Lucifer dijo, ‘seré semejante al Altísimo’ el pecado comenzó” (traducción de The Scofield Study Bible, edición de 1917, nota de Isaías 14:12). En Ezequiel 28 se habla de este mismo espíritu maligno, donde dice,
“En Edén, en el huerto de Dios estuviste…Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra... espanto serás” (Ezequiel 28:13, 15, 17, 19; p. 835).
El Dr. Morris dijo, “La declaración dada en [estos pasajes] jamás podría ser cierta de un rey meramente terrenal” (Morris, ibid., p. 107). Se refieren a Satanás, el poder verdadero tras los reyes de Babilonia y Tiro. Y en el pasaje de la Escritura en Ezequiel, se dice que Satanás había [estado] “en Edén, en el huerto de Dios” (Ezequiel 28:13). Yo creo que esta es una indicación directa de que Satanás estaba en la serpiente que le habló a Eva, como lo leemos en nuestro texto,
“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto” (Genesis 3:1).
Fíjate que esta no fue la última vez que Satanás apareció para seducir a una persona. El cuarto capítulo de Lucas nos dice que Satanás tentó a Cristo en el desierto, casi al principio del ministerio del Salvador. Aquí en el cuarto capítulo de Lucas se nos dice que Jesús
“fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo” (Lucas 4:1-2; p. 1035).
Igual que con Eva, el Diablo le habló a Cristo. Pero no parece haberle hablado por medio de algún animal o reptil. Él le habló directamente a Jesús, tentándolo a Él de un modo semejante como cuando tentó a nuestros primeros padres en el Huerto de Edén. Pero, aunque Adán y Eva cedieron a la tentación de Satanás, el Señor Jesucristo lo resistió. Este fue el principio de Cristo destruyendo el pecado del hombre en el Huerto de Edén, que fue completado cuando Él murió en la Cruz para pagar la pena de nuestros pecados, y resucitó físicamente de los muertos para darnos vida nueva.
Satanás, y sus ángeles demoníacos, aparecen a través de los Cuatro Evangelios y el Libro de los Hechos como adversarios de Dios y de Cristo. De verdad uno de los nombres dado a este espíritu malvado malicioso significa “adversario.” Este es el mero significado del nombre “Satanás.” Él es nuestro adversario, y él es el adversario de Dios y enemigo hasta el día de hoy. El Apóstol Pedro escribió,
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe” (I Pedro 5:8-9; p. 1272).
Al Cristiano verdadero se le dice que resista al Diablo “en la fe.” Nuestra fe en Cristo es nuestra más grande arma contra las trampas del Diablo.
Pero si tú nunca has sido convertido yo sé que estás aun más apto a ser engañado y truqueado por Satanás de lo que Eva estuvo en el Huerto de Edén. De hecho, sin la gracia de Dios, siempre serás engañado. El Apóstol Pablo dijo,
“Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (II Corintios 4:3-4; p. 1189).
Tal como fue con Eva en el Huerto de Edén, el verdadero propósito de Satanás es cegarte a la verdad del Evangelio y detenerte de la salvación en Cristo. Él truqueó a Eva a que comiera el fruto prohibido, deteniéndola así de comer del fruto del Árbol de la Vida con que ella podía vivir en el paraíso de Dios de Edén.
“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho…?” (Genesis 3:1).
El truco traicionero de Satanás era lograr que Eva dudara lo que Dios había dicho. ¿No es cierto eso hoy día también? Satanás quiere que tengas dudas de lo que Dios dice en la Biblia, particularmente lo que la Palabra de Dios dice sobre tu salvación. Resiste al Diablo y cree la Biblia. Jesús dijo,
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28; p. 971).
Arroja los pensamientos tentadores de Satanás, y ven a Cristo, y hallarás descanso para tu alma, como Él prometió. Ven a Cristo y serás justificado completamente a la vista de Dios. Ven a Cristo por fe y todo pecado que hayas cometido, o que has de cometer, será limpiado y lavado por la Sangre de Jesús el momento en que vengas a Él por fe. Como dijo Joseph Hart, el gran escritor de himnos Puritano,
El momento en que el pecador cree,
Y confía en su Dios crucificado,
Su perdón de una vez recibe,
Redención completa por Su Sangre.
(Traducción de “The Moment a Sinner Believes” por Joseph Hart, 1712-1768).
Y yo oro para que tú vengas a Jesús por fe. Amén.