A. W. TOZER ACERCA DE AVIVAMIENTO

Por favor voltea conmigo a Josué 7:12 (p. 246 Scofield). Por favor, párese mientras yo lo leo.

“Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda, por cuanto han venido a ser anatema; ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros” (Josué 7:12).

Puede estar sentado. Los Israelitas habían tenido mucho éxito en sus victorias sobre los incrédulos hasta ahora. Un hombre entre ellos había robado cosas a los que habían conquistado. Y ahora Dios estaba enojado con la iglesia en el desierto. Un hombre llamado Acán había impedido que Dios los ayudara como lo había hecho en el pasado. El Dr. Scofield ha dijo bien,

“Toda la causa Cristo sufre por el pecado, la negligencia o la falta de espiritualidad de un creyente” (nota a la parte bajo de la página 246).

Podemos pasar horas rogando a Dios que envíe avivamiento mientras seguimos quebrantando sus leyes, pasando por alto ciegamente los requisitos de Dios. Dios le dijo a Josué,

“ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros” (Josué 7:12).

Cuando un hombre de origen Católico es declarado culpable de pecado, quiere confesarlo. Pero esa confesión a menudo es el doble de mala. Voltea a Proverbios 28:13 (p. 666). Párate y léelo en voz alta.

“El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia” (Proverbios 28:13).

Se pueden sentar. La confesión sin desamparo es peor que ninguna confesión en absoluto. ¿Por qué? ¡Porque no ayudará en absoluto a una persona rebelde!

Ahora voltea a Juan 14:21 (p. 1054).

“El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él” (Juan 14:21).

Ahora voltea a Juan 14:15,

“Si me amáis, guardad mis mandamientos.”

Los pasos del Dr. Tozer para el avivamiento

(1) Ponte insatisfecho consigo mismo. Pon tu rostro hacia una transformación de tu vida.

(2) Ponte en el camino de la bendición. Desear un avivamiento y al mismo tiempo descuidar la oración personal es desear un camino y caminar por otro.

(3) Haga un trabajo completo de arrepentimiento. No te apresure a terminar de una vez.

(4) Has restitución siempre que sea posible.

(5) Sea de mente-serio. Apaga tu TV. Debe haber un cambio radical en tus hábitos o no habrá mejoramiento ninguno en tu vida espiritual.

(6) Limite tus intereses. Tu corazón revivirá cuando tu corazón esté cerrado al mundo y al pecado y abierto a Cristo.

(7) Negarse a “oxidarse.” Esté disponible para su pastor y has todo lo que se te pida hacer. Aprenda a obedecer.

(8) Empiece a testificar. Traiga a alguien contigo a estos servicios de Domingo.

(9) Lea la Biblia lentamente. Cuando el gran erudito Dr. Samuel Johnson visitó al Rey de Inglaterra, los dos hombres se quedaron un rato en silencio. Finalmente, el Rey le dijo al Dr. Johnson: “Yo supongo que has leído mucho.” “Sí, Señor,” dijo el Dr. Johnson, “pero yo pienso mucho más.”

(10) Ten fe en Dios. Empiece a esperar. Mire a Dios. Él está de tu lado. No te defraudará.

Dios sabe cuán desesperadamente necesita tu iglesia un avivamiento. Y solo puede llegar a través de personas revividas, como tú.

Yo quiero que tu lleves esta lección a tu casa. Haz lo que dijo el Dr. Tozer sobre el avivamiento. Reviva usted mismo y Dios te usará para ayudar a otros a experimentar un verdadero avivamiento. Ponte de pie y canta nuestro himno.

Mi visión llena, oh, Salvador, Que solo vea a Jesús hoy;
     Aunque el valle me guíes pasar, Tu gloria sin fin me rodeara.
Mi visión llena, Bello Jesús, Haz que tu gloria brille en mi ser.
     Mi visión llena, Que vean toda tu imagen santa reflejada en mí.

Mi visión llena, Todo desear sea por tu gloria; Inspírame,
     Con tu perfección, Tu santo amor, Mi senda inunda con celestial luz.
Mi visión llena, Bello Jesús, Haz que tu gloria brille en mi ser.
     Mi visión llena, Que vean toda tu imagen santa reflejada en mí.

Mi visión llena, Que nada vil oscurezca la luz interior.
     Que vea solo tu bella faz, Susténtame con tu gracia eternal.
Mi visión llena, Bello Jesús, Haz que tu gloria brille en mi ser.
     Mi visión llena, Que vean toda tu imagen santa reflejada en mí.
(“Fill All My Vision” [“Mi Visión Llena”] por Avis Burgeson Christiansen, 1895-1985).