La Escritura es clara. María era virgen cuando Jesús fue concebido en su vientre. José no era el padre de Jesús, aunque él más tarde se casó con María. José no tuvo nada que ver con la venida de Cristo al mundo. Ningún otro hombre tampoco. Jesús fue concebido dentro de la virgen María por el mismo Espíritu Santo. Todos los Cristianos creen en el nacimiento virginal de Cristo.

Pero ¿por qué nació Jesús de una virgen? ¿Por qué Él no podía ser puesto en el vientre de María por José de la manera usual? Todos los gigantes del Antiguo Testamento, desde Moisés hasta David e Isaías, comenzaron de esa manera. ¿Por qué no Jesús? Esta noche les daré tres razones por las que Jesús tuvo que nacer de una virgen.

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I. Primero, Jesús nació de una virgen para cumplir la profecía del Antiguo Testamento.

Más de 700 años antes del nacimiento de Cristo, el profeta Isaías dijo que el Mesías nacería de una virgen. Voltea a Isaías 7:14. Escuche mientras yo lo leo.

“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7:14; p. 694).

Los liberales que niegan-la-Biblia enseñan que el versículo debería decir “mujer joven” en lugar de “virgen.” La palabra Hebrea es “almah.” Aparece siete veces en el Antiguo Testamento. Cada una de esas veces se refiere a una virgen, una joven soltera.

El antiguo Israel no era como Los Ángeles de hoy. Hoy en día, la mayoría de las niñas comienzan a tener relaciones sexuales cuando son adolescentes. Solo unos pocos esperan hasta el matrimonio. En nuestra sociedad, esperar hasta el matrimonio es algo anticuado y estúpido. ¡Pero la manera de Dios es esperar! ¡El sexo pertenece al matrimonio y a ningún otro lugar! Así fue en Israel. Incluso los fariseos perdidos entendieron eso. La palabra Hebrea significa “virgen.” Eso es lo que era Mary.

Pero hay una razón más grande para creer que la palabra significa “virgen.” Dios Él mismo dijo que “virgen” es la palabra correcta. Entendemos un versículo de las Escrituras al mirar otras Escrituras. Voltea a Mateo 1:22 (p. 954). Mire el versículo mientras yo lo leo.

“Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel que traducido es: Dios con nosotros” (Mateo 1:22, 23).

Este verso en Mateo se refiere claramente a Isaías 7:14. La palabra Griega traducida como “virgen” es “parthenos” que significa “virgen.” Pero no fue solo Mateo quien dijo que “virgen” es correcto. Mateo era solo un hombre, y como hombre él podía estar equivocado. Fue Dios el Espíritu Santo quien dio cada palabra de la Biblia por inspiración en Hebreo y Griego (II Timoteo 3:16; II Pedro 1:21). Dios escogió las palabras en Isaías y Mateo. ¡Fue Dios Él mismo quien dio la profecía de que el Mesías nacería de una virgen, y fue Dios Él mismo quien puso a Jesús en el vientre de María para cumplir esa profecía!

II. Segundo, Jesús nació de una virgen para mostrar Su origen divino.

Recuerda que Isaías profetizó,

“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7:14; p. 694).

¿Qué significa “Emmanuel?” El Evangelio de Mateo da la respuesta,

“He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel que traducido es: Dios con nosotros” (Mateo 1:22, 23).

Jesús, Emmanuel, es “Dios con nosotros.” El Evangelio de Lucas dice lo mismo, que el Mesías “el Santo Ser que nacerá [de Maria], será llamado Hijo de Dios” (Lucas 1:35; p. 1030).

Isaías profetizó que Cristo sería divino, que era correcto llamara a Él Dios. Voltea a Isaías 9:6 (p. 695). Escuche mientras yo lo leo.

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).

El Mesías tenía que ser Dios, porque la Biblia lo decía. ¡Y ese niño-Mesías que nació, que es “el Dios Fuerte,” era Jesús de Nazaret!

Jesús Él mismo afirmó ser deidad – ser Dios. Él dijo, “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30; p. 1086). Él le dijo a Felipe, “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9; p. 1091). Jesús sabía exactamente lo que estaba diciendo – que Él era Dios. Las personas que lo escucharon, incluso sus enemigos, entendieron exactamente lo que Él estaba diciendo. Voltea a Juan 5:17 (p. 1077). Jesús dijo,

“Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios” (Juan 5:17, 18).

Jesús dijo que era Dios. Ahora voltea a Juan 8:58 (p. 1084).

“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue” (Juan 8:58, 59).

“Yo Soy” es el nombre más santo de Dios en la Biblia. Más de mil años antes, Dios le dijo a Moisés, “YO SOY EL QUE SOY” (Éxodo 3:14; p. 69). Cuando Jesús dijo “Yo Soy” de Él mismo, estaba diciendo que Él era Dios. ¿Por qué la gente trató de apedrearlo a Él? Porque Él dijo que Él era Dios. Si un hombre corriente dijera eso, sería una blasfemia. Pero esto no fue una blasfemia, porque Jesús era Dios el Hijo.

La Biblia dice, “Lo que es nacido de la carne, carne es” (Juan 3:6; p. 1074). La carne solo puede producir carne. Un perro macho y una perra solo pueden producir un perro. Un gato macho y una gata solo pueden producir un gato. Y un hombre y una mujer ordinarios solo pueden producir otro ser humano ordinario. Nunca pueden producir a Dios. ¿Como pudieran?

La única forma de que el niño Jesús fuera divino – ser Dios – era venir al mundo de una manera especial. Por eso Jesús no tuvo un padre humano. Dios el Padre era Su Padre. Y fue Dios el Espíritu Santo quien concibió a Jesús en el vientre de María. Por eso el ángel le dijo a ella,

“El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios” (Lucas 1:35; p. 1030).

Por eso el ángel le dijo a José,

“José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es” (Mateo 1:20; p. 954).

¡Jesús nació de una virgen porque Él tenía que serlo! Y eso nos lleva al tercer punto.

III. Tercer, Jesús nació de una virgen para que Él pudiera morir por tú pecado.

No hay duda de que Jesucristo murió por tu pecado y el mío. La Biblia dice, “Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras” (I Corintios 15:3; p. 1183). El Antiguo Testamento dice, “Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:6; p. 732). El Nuevo Testamento dice de Cristo, “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero [La Cruz]” (I Pedro 2:24; p. 1270). Jesús dijo que Él vino, “no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate [un pago] por muchos” (Marcos 10:45; p. 1019).

La Biblia también dice que Jesús no tuvo pecado propio. La Biblia dice que estaba “fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Hebreos 4:15; p. 1250). Nuevamente, la Biblia dice que estaba “santo, inocente, sin mancha” (Hebreos 7:26; p. 1252). Nuevamente, la Biblia dice que Jesús “no conoció pecado” (II Corintios 5:21). Mira a II Corintios 5:21 (p. 1192).

“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (II Corintios 5:21).

Jesús “no conoció pecado.” Dios hizo que Jesús “fuera pecado por nosotros.” Jesús fue tratado como un pecador (aunque Él no lo fue) y Él murió en la Cruz para pagar por tu pecado, para que tú puedas “ser hecho justicia de Dios en él.” Si confías en Jesús, Su muerte paga por tu pecado y te vuelves limpio en los ojos de Dios.

¿Por qué es tan importante que Jesús no haya pecado? ¡Si Él hubiera pecado, no pudría pagar por los tuyo! Él tendría que sufrir por Sí mismo. Solo un Salvador, un Sacrificio sufriente que no tuviera pecado de Él propio, pudría tomar tu pecado sobre Él mismo y pagarlo para siempre.

Tu puede preguntar, “¿Por qué es tan importante que Jesús nació de una virgen?” Déjame decirte. Desde que Adán desobedeció a Dios en el Jardín del Edén, todo ser humano que descendió de Adán ha sido pecador. El pecado de Adán no solo lo afectó a él mismo. Hizo a Adán un pecador, y esa naturaleza pecaminosa se transmitió a todos sus descendientes, a ti y a mí. La Biblia dice, “El pecado entró en el mundo por un hombre [Adán], y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12; p. 1153). Nuevamente, la Biblia dice, “Por la desobediencia de un hombre [Adán] los muchos fueron constituidos pecadores” (Romanos 5:19; p. 1154). Entonces tú eres un pecador. Si Jesús hubiera sido concebido de la manera habitual, Él también hubiera sido un pecador también.

Recuerda lo que yo dije. Un gato macho y una gata solo pueden producir un gato. Un perro macho y una perra solo pueden producir un perro. Y un pecador y una pecadora solo pueden producir otro pecador. Si Jesús hubiera venido a la tierra de la manera usual, Él hubiera sido concebido un pecador. Él mismo hubiera cometido pecados Él mismo. ¡Y entonces Él no pudría pagar por tus pecados!

Va más profundo que eso. Todo pecador, desde Adán hasta tú y yo, tiene una naturaleza pecaminosa. Nuestra misma naturaleza es pecado. El pecado no es solo lo que tú haces, es lo que tú eres. Tu naturaleza, lo que tú eres por dentro – es pecado. Por eso tú cometiste los pecados que cometiste. Salieron de tu naturaleza pecaminosa. Tú no eres un pecador porque pecaste. Tú pecaste porque tú eres un pecador.

Si Jesús hubiera nacido pecador, Él hubiera cometido pecados reales. Pero más profundamente, Él tendría una naturaleza pecaminosa, que en sí misma es pecado. Él sería inmundo en los ojos de Dios antes de que cometiera algún pecado específico. ¡Y entonces, Él no pudría pagar por ti! Jesús tenía que estar completamente limpio, no solo en Su vida, sino en lo que Él era, en Su naturaleza – en Él mismo.

Por eso Jesús tuvo que venir al mundo de una manera especial, concebido en el vientre de la virgen María por el Espíritu Santo, sin pecado. Esa es la única forma en que Jesús pudo venir al mundo sin pecado. ¡Jesús tuvo que nacer de una virgen para que Él pudiera morir por tu pecado! ¡Gracias a Dios que Él fue!

Nuestro himno, “Hark, the Herald Angels Sing,” [“Angeles Anuncianle”] lo dice todo. Dice, “Descendencia del vientre de la virgen. Velada en carne la Deidad ve; Salve, la Deidad encarnada...Nacido para que el hombre ya no muera.” ¡Ese es Jesús! ¡Ponte de pie y cántalo!

Angeles anuncianle, “Gloria al nacido Rey:
     ¡Paz al mundo; ¡Al pecador, reconciliación con Dios!”
Todo pueblo álcese, A las huestes júntense;
     Con las huestes proclamen; “¡Jesús nacido es en Belén!”
Angeles anuncianle, “Gloria al nacido Rey.”

Todo el cielo le adora, Al que Siempre Existió;
     A Su tiempo es Su venir, De la Virginal matriz:
En la carne a Dios mirad, Es Velada Deidad;
     Con nosotros mora El, ¡Jesús nuestro Emanuel!
Angeles anuncianle, “Gloria al nacido Rey.”

¡Salve! Rey de Paz y Amor; ¡Salve! De Justicia el Sol;
     Trae a todos vida y luz, En Sus alas hay salud.
Su Corona el desprecio, Nuestra muerte anulo,
     Nace el hombre a levantar, Nace a regenerar,
Angeles anuncianle, “Gloria al nacido Rey.”
       (“Hark, The Herald Angels Sing,” [Angeles Anuncianle]
       por Charles Wesley, 1707-1788)