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Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.

La mayoría de ustedes aquí hoy me conocen bastante bien. Tú sabes cómo me veo. Sabes que me gustan los números. Podrías decirles a otras personas sobre mí. Sabes como soy como persona. Podrías decirle a la gente sobre eso también, porque me conoces.

Supongamos que alguien dijera: “Conozco al Dr. Cagan. El Dr. Cagan es cercano de mí todo el tiempo. Tiene 18 años y mide seis pies y medio de altura”. Pero yo tengo 65 años y no soy seis pies de alto. ¿Dirías que esa persona verdaderamente me conoce? ¡Por supuesto no! No hay tal Dr. Cagan. ¡Quienquiera que tenga en mente, no soy yo! Usted diría: “No conoce al Dr. Cagan en absoluto”.

Tu dirías eso de mí. Pero ¿qué de con Dios? Ya ves, todos dicen que conocen a Dios. Cuando se trata de Dios, todos somos expertos. Si hablas con alguien en la escuela, en el trabajo o incluso en la calle, te contarán todo acerca de Él. Nunca han estudiado religión, pero todos tienen algo que decir, y están seguros de que tienen razón. Dicen algo así como: “Dios es un espíritu que vive en todas partes. Él vive en mi corazón. Dios es bueno. Él está conmigo todo el tiempo. Dios me entiende. Él no me juzga. Sé que me dejará entrar al cielo”. ¿Pero tienen razón? ¿Conocen al verdadero Dios? ¿O no tienen Dios en absoluto? ¿Tienes tú Dios?

Lo que acabo de decirles es el “dios fácil” de hoy. Ese “dios” es solo una copia del mundo en el que vives. Es lo que ves en la televisión, en las películas y en la computadora. Es lo que escuchas en la escuela y de tus amigos. ¿Qué dice la gente? “Hazlo a tu manera. Lo que es correcto para mí puede no serlo para ti. Básicamente eres una buena persona. Yo también. Pase lo que pase, estamos bien. Haz lo que tu corazón te dice. Sigue tus sentimientos. Tus pensamientos son buenos. Siéntete bien contigo mismo. No me juzgues. No te juzgaré. Todos estamos bien”. Eso es lo que dice tu “dios fácil”. Tu “dios” es solo una copia de lo que escuchas, nada más y nada menos. Tu “dios” no es el verdadero dios. Realmente no crees en Dios. No tienes a Dios en absoluto.

¿Cómo puedes saber acerca de Dios? El único lugar donde puedes conocer la verdad acerca de Dios está en la Biblia. Jesús dijo, “y la Escritura no puede ser quebrantada” (Juan 10:35). Jesús dijo, “Pero más fácil es que pasen [fallecen] el cielo y la tierra, que se frustre una tilde [una coma, una letra] de la ley” (Lucas 16:17). La Biblia es donde encontramos la verdad.

Hoy te diré lo que dice la Biblia acerca de Dios. Las cosas que podemos saber acerca de Dios, sus características, se llaman sus atributos. Dios tiene muchos atributos. Nuestro texto da algunos de ellos: dice,

“!Jehová! !Jehová! ...misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado” (Éxodo 34:6, 7).

Estos dos versículos nos dicen que Dios es:

1.  Misericordioso.

2.  Piadoso.

3.  Tardo para la ira.

4.  Abundante en bondad y verdad.

5.  Manteniendo la misericordia por miles.

6.  Perdonando la iniquidad y la transgresión y el pecado.

7.  Ningún modo tendrá por inocente al malvado.

Estos dos versículos nos dicen siete cosas acerca de Dios. Los dos últimos parecen contradictorios. ¿Cómo puede ser Dios “que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado” y, al mismo tiempo, “que de ningún modo tendrá por inocente al malvado”? Te diré la respuesta al final de este sermón. Pero primero tendrás que saber más acerca de Dios. Hoy te voy a contar cuatro cosas sobre el verdadero Dios.

I. Primero, el verdadero Dios es omnipotente. Él es todopoderoso. Él puede hacer cualquier cosa.

El dios fácil de hoy no hace mucho. Simplemente se sienta allí y te observa seguir con tu vida. De vez en cuando te dice que eres bueno. Pero él no te impide hacer nada. Él no hace nada por sí mismo. Realmente no puede.

Pero el Dios de la Biblia es omnipotente. Eso significa que Él es todopoderoso. El verdadero Dios le dijo a Abraham: “Yo soy el Dios Todopoderoso” (Génesis 17:1). Jesús dijo, “para Dios todo es posible”. (Mateo 19:26).

El Dios real “creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). El verdadero Dios hizo el cielo y la tierra en seis días. La Biblia dice:

“Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo” (Génesis 2:1, 2).

¡Podría haberlo hecho todo en seis minutos, o seis segundos, o en un abrir y cerrar de ojos! ¡Dios es todopoderoso! Por eso el profeta Jeremías dijo:

“!Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti” (Jeremías 32:17).

Y el verdadero Dios dijo:

“He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?” (Jeremías 32:27).

El verdadero Dios hizo la tierra, y el sol, y la luna, y las plantas y los animales, el primer hombre y la primera mujer, en seis días. El verdadero Dios cubrió la tierra con un diluvio y mató a toda la raza humana, excepto a ocho personas en el Arca. El verdadero Dios dividió el Mar Rojo en el tiempo de Moisés. El verdadero Dios llevó a Elías al cielo sin morir. Y el verdadero Dios destruirá la tierra y el universo, y hará “un cielo nuevo y una tierra nueva” (Apocalipsis 21:1).

¡Ese es el único Dios que existe! El dios en el que crees no puede ayudarte. No crees en el verdadero Dios. Pero tú lo necesitas. Él es el Dios que puede responder a sus oraciones. Él es el Dios que puede darte “hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:16). ¡Él es el Dios que envió a su Hijo Jesús para salvar tu alma!

II. Segundo, el verdadero Dios es omnisciente. Él sabe todo.
Él lo ve todo.

Dios ve todo lo que haces. Él oye todo lo que dices. Él sabe todo lo que piensas. La Biblia dice:

“Los ojos de Jehová están en todo lugar” (Proverbios 15:3).

Dios dijo a Jeremías,

“¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos? ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea?” (Jeremías 23:23, 24).

No hay lugar para esconderse del verdadero Dios.

Puedes decir: “Dios podría estar interesado en el gran universo. Podría pensar en el curso de la historia. Pero no mirará las cosas pequeñas de mi vida”. ¡Oh, sí, lo hace! Jesús dijo:

“¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre” (Mateo 10:29).

Dios sabe acerca de cada ave que vive o muere. Y Dios sabe y cuenta cada cabello de tu cabeza. Jesús dijo, “Pues aun vuestros cabellos están todos contados”. (Mateo 10:30).

El verdadero Dios sabe todo lo que alguna vez hiciste. Él sabe cada palabra que dices. Él conoce los pensamientos egoístas de tu corazón. Puedes pensar en cosas que no quisieras que Dios supiera. ¡Pero Él lo sabe! ¿Estás listo para conocerlo? ¿Qué pasará cuando lo hagas?

III. Tercero, el verdadero Dios es santo. Él odia y juzga el pecado.

El dios fácil en el que crees no odia nada. A él no le importa si pecas. Y ciertamente nunca te juzgará. “Juzgar” es una mala palabra hoy. Él nunca te haría nada. Pero ese “dios” no puede hacer nada de todos modos. Él es débil. Y él no está allí. Él no existe.

¿Qué pasa con el verdadero Dios, el Dios que tendrás que enfrentar? ¡Es un Dios al que temer! El profeta Nehemías lo llamó:

“Oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible” (Nehemías 1:5).

En la psicología de hoy, no se supone que tengas temor. Pero el verdadero Dios es alguien a quien temer. ¿Es correcto temerle a Él? ¡Sí! La Biblia dice:

“El temor de Jehová es el principio de la sabiduría” (Proverbios 9:10).

Está bien temerle a Dios. Tienes muchas razones para tenerle temor. ¡Todo pecado es otra razón para temer a Dios! Dios te juzgará y castigará por todos tus pecados. Nuestro texto dice que Él “ningún modo tendrá por inocente al malvado” (Éxodo 34: 7). Al dios fácil no le importa lo que hagas, pero él no está allí de todos modos. Pero el verdadero Dios se preocupa por el bien y el mal. Él te juzgará. La Biblia dice:

“Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta” (Eclesiastés 12:14).

Todos tus secretos serán juzgados. Serás juzgado por cada palabra que digas, incluso en conversaciones informales. Jesús dijo:

“Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio” (Mateo 12:36).

Dios incluso conoce tu corazón, y Él te juzgará por ello. La Biblia dice “Yo Jehová . . . pruebo el corazón”. (Jeremías 17:10).

Dios mirará tus acciones, tus palabras, tus pensamientos y tu corazón. Y Él te juzgará. La Biblia dice:

“Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, . . . y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras” (Apocalipsis 20:12).

Ese es el verdadero Dios. Algunos de ustedes no creen en ese Dios. ¡Pero Él es el único Dios que hay! Deberías tenerle temor. ¿Y no te juzgará? ¿Estás listo para ser juzgado? La Biblia dice: “Prepárate para venir al encuentro de tu Dios” (Amós 4:12). ¿Estás preparado? ¿Puedes prepararte para encontrarte con Dios? ¿O te derrumbarás delante de Él? Esto me lleva al último punto.

IV. Cuarto, el verdadero Dios es un Dios de amor. Él ama a los pecadores.
Él te ama.

Nuestro texto dice:

“!Jehová! !Jehová! …misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado” (Éxodo 34:6, 7).

Y el Nuevo Testamento dice: “Dios es amor” (I Juan 4:8). El Dios verdadero es misericordioso, gracioso, paciente, abundante en bondad y verdad, guarda misericordia por miles y perdona la iniquidad y la rebelión y el pecado, y el amor. ¿Pero cómo puede ser esto? El dios fácil dejará que todo se vaya. Pero no estoy hablando de eso. El verdadero Dios es un Dios de juicio. En el mismo verso dice que Dios hará: “que de ningún modo tendrá por inocente al malvado” (Éxodo 34:7).

¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo pueden ambos ser verdad? ¿Cómo puede Dios perdonar y castigar el pecado? ¿Cómo pueden ambos ser verdaderos del mismo Dios? Esta es la contradicción de la que te hablé.

La respuesta es la verdad más profunda y sagrada que es, fue o será, en Jesús, solo en Jesús. Sí, Dios debe castigar tu pecado. Él debe castigarlo con su santa ira y juicio. En Jesús, sólo en Jesús. Puede evitar el castigo si tiene un sustituto: alguien que tome su lugar. En Jesús, sólo en Jesús. Esa persona no debe tener ningún pecado propio, de lo contrario, podría sufrir solo por Sí mismo y no por ti. Esa persona es Jesucristo, solo Jesús.

Hace dos mil años, en un monte llamado Calvario, Jesús enfrentó la aparente contradicción entre la justicia de Dios y el amor de Dios. Él vivió la contradicción. No, es mejor decir que Él extinguió la contradicción, Él desangró la contradicción, porque Él desangró Su vida en la Cruz para pagar por su pecado y lavarlo para siempre ante los ojos de Dios. En esa misma Cruz, en ese mismo día, el mismo Jesús que gritó “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mateo 27:46) también oró: “Padre, perdónalos” (Lucas 23:34). Este no es el amor barato del dios fácil. Este es el costoso amor del verdadero Dios, cuya justicia es tan estricta que exige el sangriento pago de la muerte del propio Hijo de Dios para que usted sea perdonado. En Jesús, el amor de Dios encontró la justicia de Dios para ti. Jesús es el único camino para que seas perdonado. Jesús es el único camino para que seas salvo. Confía en Jesús y tus pecados son lavados por Su Sangre. Confía en Jesús y serás perdonado para siempre.

Yo oro que confíes en Jesús. Si desea hablar y orar acerca de confiar en Jesús, por favor, siéntese en las primeras dos filas. Amén.

(FIN DEL SERMÓN)
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El Solo Cantado por el Sr. Jack Ngann Antes del Sermón:
“Holy, Holy, Holy” (por Reginald Heber, 1783-1826; estrofas 1 y 3).