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¡SOLO EN JESÚS!por el Dr. R. L. Hymers, Jr. Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles “Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él” (Oseas 6:1, 2). |
El significado de estos versículos es claro. Este es el último llamado de Dios a Israel. Pronto serían tomados por Asiria y luego llevados a Babilonia. Después de haber sido tomados y separados, podrían decir: “Venid y volvamos a Jehová”.
Sí, la profecía se cumplió, y fueron llevados cautivos por los Babilonios. La profecía habla del futuro. Dios los curará en el futuro. “Nos resucitará, y viviremos delante de Él”. En ese día futuro Dios prometió traer a Israel de vuelta a la Tierra y los salvará. Dios está empezando a cumplir esa profecía en nuestro tiempo. Israel fue declarado nación en 1948. Desde entonces, el pueblo Judío ha estado regresando a su tierra de origen que Dios les dio en Israel. Pronto ellos vivirán en Su vista, “y luego todo Israel será salvo” (Romanos 11:26). Esa es la interpretación de estos versículos.
Pero hay más. Alguien dijo: “Hay una interpretación pero muchas aplicaciones”. Aquí hay algunas aplicaciones de estos versículos.
I. Primero, el texto aplica a los Cristianos.
Este pasaje habla por aplicación a los Cristianos. Pocos Cristianos siguen al Señor sin interrupción. Ellos son constantes en sus vidas Cristianas. Pero la mayoría de nosotros Cristianos nos enfriamos de vez en cuando. Entonces Dios nos envía problemas y aflicción. Deja que los problemas y las pruebas nos arrebaten y nos hieran. Dios te quita la tranquilidad. Dios te hace sentir deprimido y abatido. Incluso mientras te sientas aquí en la iglesia esta noche. ¿Por qué Dios ha dejado que esto te pase? Es muy posible que Él tenga algo nuevo para que tú hagas. Puede ser que Dios te esté preparando para ir y ayudarme a comenzar una nueva iglesia el próximo año. O puede estar preparándote para asumir nuevos oficios en esta iglesia. Siendo humano, no queremos cambiar. Entonces Dios nos arrebata y nos hiere hasta que estemos dispuestos a asumir diferentes responsabilidades. Él arranca todos los ídolos a los que nos aferramos para hacernos más útiles en Su Reino. El Dr. Tozer dijo: “Es dudoso que Dios pueda bendecir a una persona en gran medida a menos que la haya herido profundamente”. Si eres convertido, Dios no te va a destruir. Pero Él te está sacudiendo. ¡Quizás Él te va a usar en el avivamiento!
“Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él”.
Yo creo que comenzar una nueva iglesia ayudará a algunos de ustedes a ser Cristianos más fuertes. Cuando los niños llegan a la adolescencia a menudo sienten dolor en sus piernas y brazos. Solían llamar a eso “dolores de crecimiento”. No te alarmes. ¡Después de dos días Él te revivirá y te dará más fe y más vida! ¡Cualquier cosa que Él quite, Él la reemplazará con más de Su Hijo amado! John Newton escribió “Sublime Gracias”. También escribió este poema.
Le pregunté al Señor poder crecer
En fe, amor, gracia y paz;
Saber más de Su salvación,
Y buscar, más seriamente, Su faz.
Fue Él quien me enseñó a orar,
¡Y Él ha respondido la oración!
Pero ha sido de tal manera,
Que casi me llevó a la desesperación.
Esperé que en algún momento,
Respondiera mi petición;
Y por el poder de Su amor,
Quitara mi pecado y me diera salvación.
En lugar de esto, Él me hizo sentir
Los males ocultos de mi corazón;
Y dejó a los poderes del infierno
Atacar toda mi alma y mi razón.
Entonces te dice lo que Dios dice:
Estas pruebas internas que empleo,
Para de tu orgullo liberarte a ti;
Y romper tu alegría terrenal
Para que puedas encontrar todo en Mí.
(Tradución libre de “I Asked the Lord that I Might Grow”
por John Newton, 1725-1807).
II. Segundo, el texto aplica a los no convertidos.
¡Pero mi propósito esta noche es darte una segunda aplicación para mostrarte cómo te habla esto si aún no eres convertido! Dios te está diciendo:
“Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él” (Oseas 6:1, 2).
La conversión es dolorosa. Es dolorosa porque no quieres ser convertido. Puedes decir que quieres ser convertido – pero no es verdad. Incluso puedes pensar que quieres ser convertido – ¡pero eso tampoco es verdad! La Biblia dice: “No hay quien busque a Dios” (Romanos 3:11). Entonces, ¿por qué algunas personas comienzan a buscar a Jesús? La respuesta está en Juan 16:8, que nos dice que el Espíritu Santo “convencerá al mundo de pecado”. “Convencerá” es de la palabra Griega “elengkho” – “condenar”, “decir una falta”, “reprender”, “convencer”.
A nadie le gusta que le digan que es un pecador perdido. Pero es necesario hacerlo en la predicación evangelística. La razón por la que aún no eres convertido es porque no sientes tu pecado. Es por eso que debe hacerse mucha oración, pidiéndole a Dios que envíe a Su Espíritu, que las personas perdidas puedan ser separadas, y lastimadas, convencidas, reprendidas, y convictas de su egoísmo y rebelión contra Dios Todopoderoso. ¿Cómo puedes estar ante Dios en el Juicio Final con tanta rebelión y pecado en tu corazón? ¿Cómo puedes escuchar un sermón como este y luego ir a cenar y reírte con tus amigos en el compañerismo allá arriba? ¿Cómo puedes pasar toda la semana sin leer un sermón todos los días y ver uno de los videos? ¡¡¡Debes temer a Dios, al Dios verdadero, al Dios que está ofendido y enojado por tus fríos pensamientos y corazones endurecidos!!! ¡Esto es serio! No hay nada más serio en todo el mundo. ¡Las llamas del Infierno te están esperando, y tú te ríes con tus amigos justo después de la predicación! ¡No hay esperanza para ti así!
Escucha a John Cagan, “Antes de mi conversión me sentía morir. No dormía. No sonreía. No podía encontrar paz...No podía dejar de sentirme atormentado. Estaba completamente agotado. Estaba tan cansado de todo. Empecé a odiarme a mí mismo, a odiar mi pecado y cómo me hacía sentir...mi pecado se hizo cada vez peor y peor. Simplemente no podía soportarlo más. Sabía que Dios era justo al condenarme al Infierno. Estaba tan cansado de luchar. Estaba tan cansado de todo lo que yo era... Todavía no tendría a Jesús...Estaba ‘tratando’ de ser salvo. Estaba ‘tratando’ de confiar en Jesús y no pude. No pude decidir convertirme en Cristiano, y me hizo sentir tan desesperado.
En lugar de esto, Él me hizo sentir
Los males ocultos de mi corazón;
Y dejó a los poderes del infierno
Atacar toda mi alma y mi razón.
Pude sentir que mi pecado me empujaba al Infierno, sin embargo, podía sentir mi terquedad deteniendo mis lágrimas...¡Tuve que dejar que todo muriera!”
¿Cómo le pasó eso a John? ¡No aprendiendo a decir las palabras correctas! ¡Oh, Dios, no! ¡Las palabras nunca podrían ayudarlo! No teniendo un “sentimiento”. ¡Oh, Dios no! Ningún sentimiento podría ayudarlo.
Jehová ¡“árrebató”! Él ¡“hirió”! ¡Él ha quebrantado el corazón de John! ¡Él venció a John!
¡La conversión real es dolorosa! ¡Estás luchando con el Dios Todopoderoso! ¡No puedes salir de allí razonando! ¡No puedes salir de allí dialogando! ¡¡¡No puedes a salir de allí aprendiendo!!!
Estas pruebas internas que empleo,
Para de tu orgullo liberarte a ti;
Y romper tu alegría terrenal
Para que puedas encontrar todo en Mí.
“Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían” (Salmo 2:12).
Escucha a Emi Zabalaga, “Estaba demasiado envuelta en la autocompasión para ser preocupada por mi pecado...No puedo describir completamente lo que es ver la negrura y lo grotesco de tu corazón. Estaba asqueada y avergonzada de lo que sabía que Dios vio. Yo era una criatura vil frente al Dios que todo lo ve. Todo lo que hice en la iglesia fue enraizado en mi pecado egoísta. Me sentí como un leproso inmundo entre los Cristianos limpios. Sin embargo, yo no confiaría en Jesús. Jesús era solo una palabra... alguien que estaba distante...Yo estaba buscando por un buen sentimiento...algún tipo de experiencia para demostrar que fui salva...Dr. Hymers reprendió a los perdidos por jugar con el Dios Todopoderoso. Me senté en mi asiento, temblando de miedo. Sabía que era yo. Entonces Dr. Hymers habló del texto,
‘Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará…nos resucitará, y viviremos delante de él’ (Oseas 6:1, 2).
Emi dijo: “Mi pecado se extendió como un océano sin fondo. No podía soportarlo más. ¡Tenía que tener a Jesús! ¡Tenía que tener Su Sangre!”
Jehová ¡“árrebató”! Él ¡“hirió”! ¡Él ha quebrantado el corazón de Emi! ¡Él venció a Emi!
¡La conversión real es dolorosa! ¡Estás luchando con el Dios Todopoderoso! ¡No puedes salir de allí razonando! ¡No puedes salir de allí dialogando! ¡¡¡No puedes a salir de allí riendo!!!
¿No estás harto de todo? ¿No tienes miedo? ¿No estás enfermo hasta el cuello con la religión? ¡Oh Dios, sálvalos de las llamas!
“Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían” (Salmo 2:12).
¿Has sido arrebatado por el Señor? ¿Has sido herido por Su mano? ¿Has sentido que tu tristeza y dolor fueron una señal de que Dios no te amaba? ¿Has sentido dolor que no le has mencionado a nadie? ¿Te has sentido tan solo y desamparado de Dios como lo hizo Jesús en el Huerto de Getsemaní? Has dicho dentro de ti mismo – “¿Por qué Dios me ha desamparado?” El Diablo susurra: “¿Por qué seguir? Nadie se preocupa por ti. Nadie te ama”. Te ruego, “No escuches al Diablo”.
Soy la persona adecuada para escuchar. He pasado por este tormento al menos seis veces en mi vida. Antes de ser convertido, y otras cinco veces.
“Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él” (Oseas 6:1, 2).
Cada vez que pasé por esta confusión, fue para prepararme para hacer más por Dios. Cada vez que el dolor era tan grande, pensé que nunca desaparecería. Y Jesús me dice:
Estas pruebas internas que empleo,
Para de tu orgullo liberarte a ti;
Y romper tu alegría terrenal
Para que puedas encontrar todo en Mí.
La primera vez fue cuando fui convertido. La última vez fue cuando tuve cáncer. Ellos dijeron: “Tienes cáncer”. Me llenaron de medicina. Me sentí como Moisés solo en el desierto. ¡Rompí a llorar una y otra vez, en el medio de la noche! Pensé que estaba acabado. Había sido arrebatado. Sé cómo te sientes. Cada vez que he pasado por la noche oscura del alma, Dios me estaba preparando para algo nuevo. Esta vez fue para prepararme para comenzar una nueva iglesia.
Querido amigo, Dios no te ha desamparado. Sí, Él te ha arrebatado – ¡pero Él te sanará! Sí, te he herido – ¡pero Él te curará! Él te hirió y arrebató por un propósito – ¡para hacerte saber que solo Jesús puede darte esperanza! ¡Para hacerte saber que la paz se encuentra solo en Jesús! ¡Para hacerte saber que el gozo se encuentra solo en Jesús! ¡Para hacerte saber que Él murió para pagar por tus pecados! ¡Para hacerte saber que Él resucitó de la muerte para darte vida nuevamente!
Solo en Jesús espero yo; Él es mi luz, fuerza, canción;
Piedra angular, firme roca, sequia aguanta y tempestead.
¡Qué alto amor, profunda paz, al irse el temor y luchar!
Mi consuelo, mi todo es Él – firme en el amor de Jesús.
Solo en Jesús, carne hecho fue, ¡Dios pleno en indefenso bebé!
Don de justicia y amor, despreciado por lo que amó.
Más en la cruz donde Él murió, la ira de Dios satisfizo;
Cada pecado puso en Él – vivo en la muerte de Jesús.
Su cuerpo en la tumba yacio, por las tinieblas muerto fue;
¡Más en glorioso día salió, del sepulcro resucitó!
Y estando victorioso Él, quito la maldición de mí;
Pero Suyo soy y mío es Él – con Su Sangre Él me compró.
(Traducción libre de “In Christ Alone” por Keith Getty and Stuart Townend, 2001).
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(FIN DEL SERMÓN)
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Solo Sung Before the Sermon by Mr. Benjamin Kincaid Griffith:
“In Christ Alone” (por Keith Getty and Stuart Townend, 2001).
EL BOSQUEJO DE ¡SOLO EN JESÚS! por el Dr. R. L. Hymers, Jr. “Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él” (Oseas 6:1, 2). (Romanos 11:26) I. Primero, el texto aplica a los Cristianos. II. Segundo, el texto aplica a los no convertidos, Romanos 3:11; Juan 16:8;
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