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UN DÍA DE RECUERDO

(EL SERMÓN ANUAL - 2017)

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
Sábado por la Noche, 18 de Noviembre, 2017

“Para que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto” (Deuteronomio 16:3).


Hasta el día de hoy el pueblo Judío recuerda la Pascua el segundo Viernes de Abril cada año. Sin duda recuerdas que nuestro Señor Jesucristo celebró la Pascua con Sus Discípulos la noche antes de ser crucificado. El término “pascua” se refiere al día de juicio y a la ira de Dios pasando por encima de las casas de los Judíos que tenían sangre en los postes de las puertas. Después de esa noche los Judíos salieron de Egipto y comenzaron su peregrinación de cuarenta años hacia la tierra prometida de Israel. La nación de Israel nació esa noche, cuando los Judíos salieron de Egipto en la primera Pascua.

“Por estatuto perpetuo lo celebraréis”. Y entonces, como dice nuestro texto, que iban a hacer esto

“Para que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto” (Deuteronomio 16:3).

Nuestra iglesia debe hacer algo similar cada año, aún mucho después de que yo haya muerto. Así que el Sábado den la noche antes del Día de Acción de Gracias cada año, nosotros como iglesia establecemos un tiempo

“Para que todos los días de [nuestra] vida te acuerdes del día en que [salimos] de la tierra de Egipto” (Deuteronomio 16:3).

Y así voy a repetir los hechos, como lo he hecho cada año, y recordar el momento en que nuestra iglesia pasó por una gran confusión y una larga división, por la cual Satanás trató de destruir nuestra iglesia para siempre – pero Dios predominó y lo utilizó para sacarnos de la esclavitud a un mejor día, trayéndonos a través del desierto, hacia la promesa de una iglesia fuerte y un poderoso testimonio a esta ciudad de Los Ángeles oscurecida por el pecado, y al mundo entero con manuscritos palabra por palabra en 36 idiomas en nuestro sitio de Internet y en YouTube, leídos y vistos por miles de personas por todo el mundo.

Una vez más esta noche repetiremos los hechos

“Para que todos los días de tu vida te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto” (Deuteronomio 16:3).

Esto es lo que pasó.

En 1988 dedicamos este edificio como el nuevo hogar de nuestra congregación. Fue un gran día para nosotros. Lo esperamos con ansiedad, orando con esperanza para el futuro de nuestra iglesia. Había cuatrocientos miembros en nuestra iglesia en ese día brillante. Algunos de los más grandes predicadores en América estaban aquí con nosotros cuando dedicamos el edificio. Entre ellos estuvieron el Dr. Lee Roberson, un patriarca Bautista; el Dr. James O. Combs, editor del Baptist Bible Tribune; el Dr. Roland Rasmussen y el Dr. H. Frank Collins, y el Dr. Jimmy Tharpe de la Universidad Bautista de Louisiana, y otros dignatarios. En ese día, cuando este edificio fue dedicado, el Sr. J. Richard Olivas fue ordenado también, como pastor asociado.

Pasó un año. Desde 1989 hasta la mitad de 1990 hubo paz dentro de nuestra iglesia. En Julio de 1990 planeé tomar unas largas vacaciones. Con parte del dinero que mi padre me había dejado, planeaba llevar a mi esposa y nuestros hijos a la tierra donde mi abuelo nació – Inglaterra, a Alston en Cumbria, a la granja Lowgaligal donde nació mi abuelo, para ver la hermosa Inglaterra por primera vez en mi vida.

Debes entender lo mucho que esto significaba para mí. Iba a ser uno de los mayores gozos de mi vida en la tierra. Nuestros pasaportes estaban listos. Nuestro equipaje estaba listo.

La noche antes de salir para Inglaterra, vine aquí a la iglesia, para hacer un par de cosas de última hora y darle algunas instrucciones finales a nuestro pastor asociado, el Sr. Olivas. Fue entonces, tarde esa noche, cuando estaba a punto de irme a casa, la noche antes de salir para Inglaterra, que el Sr. Olivas vino a mi oficina. Estoy seguro ahora que había planeado todo con mucho cuidado. Se sentó en una silla frente a mi escritorio y me dijo: “Dr. Hymers, sólo hay una cosa más que quiero decirle antes de que se vaya. Me voy de esta iglesia”.

Sin entrar en detalles, sólo puedo decir que fue lo más cruel que el Sr. Olivas podía haberme hecho. Sentí como si me hubiera apuñalado por la espalda. Yo no pude dormir esa noche por temor de lo que esto iba a afectar a nuestra querida iglesia – el pastor asociado se iba a ir de la iglesia, mientras yo estaba lejos en Inglaterra. Sólo puedo decir que su anuncio esa noche casi arruinó nuestro viaje. Mientras viva nunca olvidaré el dolor y el miedo que eso me trajo, el dolor insoportable que le trajo a mi esposa, y la confusión que trajo a los corazones de nuestros dos hijos pequeños.

Pero cuando volvimos de aquel primer viaje, tratamos de convencer por todos los medios imaginables al Sr. Olivas de que se quedara con nosotros en nuestra iglesia. Aún cuando se fue en Enero de 1991, continuamos pagando su salario, llamándolo y escribiéndole, pidiéndole que regresara. El Sr. Olivas dijo que tenía que dejar la iglesia para terminar su educación en la Costa Este, y que yo no le iba dejar hacerlo. ¡Esa es una gran mentira! Muchas veces, en presencia del Dr. Cagan y otros, le dije al Sr. Olivas que pagaríamos su salario completo y la matrícula en la escuela de la Costa Este si él empezaba un pequeño estudio Bíblico que eventualmente crecería en una iglesia, lo cual él había hecho antes. De repente, el Sr. Olivas nos escribió diciendo: “Lo inesperado ha sucedido y he sido aceptado en UCLA”, aquí en el área de Los Ángeles. Inmediatamente le pedí que regresara a su trabajo con salario en nuestra iglesia. Él nunca me respondió, a pesar de que le escribí esto a él en varias ocasiones. El Dr. Cagan escribió las cartas que le mandamos.

Pero el Sr. Olivas negó rotundamente a volver, aún cuando cobró más de cincuenta mil dólares en cheques que le enviamos. Entonces, para nuestra sorpresa, estableció una iglesia alternativa en Los Ángeles, y comenzó a ponerse en contacto con nuestra gente de una manera u otra, animándolos a irse con él y dejar nuestra iglesia. Esto se hizo de manera muy sutil, y en gran parte fue hecho por amigos del Sr. Olivas.

En 1991 la pianista de la iglesia y su esposo se fueron, junto con otros siete líderes de la iglesia. Entre el 29 de Diciembre de 1991 y 21 de Febrero de 1993, 71 miembros claves de nuestra iglesia siguieron el ejemplo del Sr. Olivas y se fueron de la iglesia. Entre el 21 de Febrero de 1993 y el 1 de Enero de 1995, 62 más personas siguieron su ejemplo y se fueron de nuestra iglesia. Para Enero de 1999 más de 300 personas habían abandonado nuestra iglesia, de una manera u otra, directa o indirectamente como consecuencia de esta horrible división de iglesia, iniciada y nutrida por el Sr. Olivas y sus compañeros, amigos y seguidores – y otros que fueron desestabilizados por tanta gente yéndose. El Sr. Olivas reveló su motivo cuando le dijo a la señora Roop, la pianista de la iglesia, “Es dudoso que Dr. Hymers y esta iglesia sobrevivan”. ¡Sonaba como si él hubiese querido matar esta iglesia!

Antes de que el Sr. Olivas se fuera teníamos 400 personas en nuestra iglesia. Cuando la división terminó en Enero del 2000 sólo como 80 personas quedaron. No hace falta decir que la pérdida de 320 personas llevó la iglesia hasta el borde de la quiebra. Perdimos cerca de diez mil dólares cada semana en ofrendas. Sin embargo, al mismo tiempo, teníamos una deuda de $4,500 por semana que había que pagar de este edificio – ¡o lo perderíamos para siempre! Parecía imposible poder recaudar $18,000 cada mes para mantener nuestro edificio. Dr. Cagan dijo que si hubiésemos perdido cuatro o cinco personas más, nosotros hubiéramos perdido este edificio.

Pero de alguna manera sobrevivimos. Recuerdo exactamente cuando la división de la iglesia paró. Terminó el mismo día en que el Sr. Abel Prudhomme dijo: “No me importa lo que nadie diga o haga. ¡Yo no me voy de esta iglesia!” ¡Le costó muchísimo hacer eso – un gran sacrificio! Fue allí cuando la división paró. Y recuerdo cuando nuestra gente, los que se negaron a irse dijeron: “Vamos a pagar las deudas. No nos vamos a ir. Nos sacrificaremos. Vamos a dar de nuestro dinero para pagar las cuentas del edificio de la iglesia que el Sr. Olivas y su gente votaron para comprar, y después se fueron. ¡No vamos a dejar que ellos ganen! ¡Vamos a pagar las deudas! ¡Y no sólo eso, vamos a trabajar como ninguna otra iglesia ha trabajado alguna vez – para traer a los perdidos y que sean convertidos, y voltear nuestra iglesia! ¡No vamos a dejar que esta división de iglesia destruya nuestro testimonio aquí en el centro cívico de Los Ángeles!”

Estos son los nombres de los héroes de nuestra iglesia, las personas que salvaron nuestra iglesia de la ruina financiera. Sus nombres estarán escritos en el libro de Dios como hombres y mujeres que sacrificaron más allá del llamado del deber para salvar financieramente este edificio, el santuario de nuestra iglesia. Los llamamos “los Treinta y Nueve”, aunque hay un poco más de 39 de ellos. Éstos son sus nombres.

Dr. Kreighton L. Chan y Señora.
Dr. Christopher L. Cagan y Señora.
Sr. Reynaldo Ceron.
Sra. Rose Chenault-Quinn.
Sr. Martin Olivacce y Señora.
Sr. Curtis Sanders y Señora.
Sr. Winston Song y Señora.
Sr. James Roop y Señora.
Sr. Ponce Zabalaga y Señora.
Sr. Benjamin Kincaid Griffith y Señora.
Sr. Matthew Kunz y Señora.
Sr. Norio Tsukamoto y Señora.
Sr. Paul Hoang.
Sr. Robert Lewis y Señora.
Sr. John Cook y Señora.
Sr. Jose Lino Hernandez y Señora.
Sr. Kyu Dong Lee y Señora.
Sr. Nelson Smith.
Sr. David Matsusaka y Señora.
Sr. Abel Prudhomme y Señora.
Sr. Manuel Mencia y Señora.
Sr. Nieves Salazar y Señora.

Estos, y otros, fueron las personas que pagaron las deudas, y fueron más allá de la llamada del deber para salvar nuestra iglesia de la ruina financiera.

Podría seguir y mencionar a otros que nos han ayudado mucho en esta lucha por la existencia.

Sr. Rick Blandin.
Sr. Ron Blandin.
Sr. Willie Dixon.
Sra. Juana Arteaga.
Srta. Kelly Lui.
Sr. Sergio Melo.
Sra. Jean Lyon.

Y la lista incluye al Sr. Virgel Nickell y su esposa, que nos prestaron mucho del dinero para comprar nuestro edificio de iglesia, y nunca vacilaron en apoyarnos. Estamos orgullosos de que el Sr. y la Sra. Nickell sean ahora miembros fieles de nuestra iglesia.

Sin embargo, los “Treinta y nueve” están envejeciendo. Varios de ellos cumplieron 50 años o más este año. Algunos pronto tendrán 60. Yo mismo tendré 77 en Abril. Mi padre falleció a los 74 años de edad. Eso muestra que los “Treinta y nueve” están envejeciendo. No vamos a estar aquí para siempre.

Ahora es el momento para que ustedes jóvenes den un paso adelante y comiencen a tomar nuestro lugar. Hablo ahora a nuestros hijos, que nacieron en esta iglesia. También le hablo a cada joven que ha venido a nuestra iglesia del mundo. Hablo ahora a los que van a ser bautizados, y a toda otra persona joven que está aquí esta noche. Ahora, no después sino ahora, es el momento de dar un paso hacia delante y comenzar a tomar el lugar de los “Treinta y nueve”. Ahora es el momento para que te unas a los “Treinta y nueve”. ¡No después sino ahora!

Ahora es el momento para que ores como los hombres mayores de nuestra iglesia. Ahora es el momento para que ustedes diezmen y den financieramente más del diezmo, así como los “Treinta y nueve”. Ahora es el momento para que ustedes dejen el pecado y la mundanalidad. Ahora es el momento para luchar por una verdadera conversión si todavía estás perdido. Ahora es el momento para que dejes de ser satisfecho solo por asistir a la iglesia, sin unirte como miembro y estar en buen estado. Ahora es el momento para lanzarse sobre Jesús, hacerte miembro completo de la iglesia, ¡y vivir una vida de sacrificio para Dios! Ahora es el momento para que seas tan dedicado como nuestras parejas casadas, aún después de casado. Ahora es el momento para que digas, “No me importa lo que nadie diga o haga. Yo voy a ser uno de los ‘Treinta y nueve’, ¡aunque yo sea el único!” El tiempo dirá si dices bonitas palabras sin celo – o si te vas a unir a los “Treinta y nueve”. Si cada uno de ustedes se vuelve tan perezoso como el Sr. Olivas, ¡entonces no hay esperanza para nuestra Iglesia – no! Marca lo que digo. ¡Me dirijo a ti!

¿Quién el mundo deja?
¿Y van contra el mal?
¿Quién es por Jesús?
¿Quién por Él irá?
   (Traducción libre de “Who is on the Lord’s Side?”
      por Frances R. Havergal, 1836-1879).

Puedo decirles a todos los “Treinta y nueve” que han sido fieles a nuestra iglesia en este conflicto, lo que Winston Churchill le dijo a ese pequeño remanente, ese pequeño grupo de hombres en la Fuerza Aérea Real, quienes enfrentaban probabilidades abrumadoras al pelear contra Hitler y sus tropas Nazis en la Batalla de Inglaterra. Cuando las bombas Nazi cayeron en Londres noche tras noche, y mes tras mes, Churchill dijo de aquellos chicos de la Fuerza Aérea Real,

Nunca en el campo del conflicto humano tanto se ha debido por tantos a tan pocos.

A ustedes que están entre los “Treinta y nueve” – y ustedes que se unen a ellos, les digo, “¡Gracias y que Dios los bendiga a todos!”

Y mientras vivan recuerden este conflicto.

“Acuérdate del día en que saliste de la tierra de Egipto todos los días de tu vida” (Deuteronomio 16:3).

Esta es una larga guerra. No se acaba todavía. Comenzó a cambiar el rumbo en el año 2000. Diez personas nuevas vinieron a nuestra iglesia y algunas de ellas se quedaron. Y entre el 2001 y el 2007 otras 30 personas vinieron a nuestra iglesia y la mayoría de ellas se quedaron. Ahora tenemos cerca de 150 o más cada fin de semana. Eso es 70 personas más de los 80 que había en el punto más bajo durante el quebrantamiento de iglesia. Mañana por la noche cerca de 200 personas estarán aquí para el banquete de Acción de Gracias. Los manuscritos de nuestros sermones van a todo el mundo en 36 idiomas en nuestro sitio de Internet, y en videos de nuestros sermones en tres idiomas en nuestro sitio de la red y en YouTube. Los manuscritos de nuestros sermones van a 216 naciones del mundo. Eso es magnífico. ¡Damos gracias a Dios por ello!

Hace cuatro años nuestro edificio aquí en la calle Hope se terminó de pagar. Quemamos la nota de este edificio y le enviamos las cenizas por correo al Sr. Olivas. El edificio fue pagado en su totalidad por aquellas almas valientes que componen “los 39”. Pero la batalla está lejos de terminar. Después de los primeros meses de la batalla de Inglaterra, Churchill dijo: “Este no es el final. No es ni siquiera el principio del fin. Pero es, quizás, el final del principio”. El edificio está pagado, pero el edificio no es la iglesia. La iglesia es la gente que se reúne en el edificio. Los “39” pagaron 2 1/2 millones de dólares incluido el interés, para salvar el edificio – pero depende de ustedes jóvenes salvar la Iglesia. Estoy convencido de que necesitamos 200 miembros sólidos para que la iglesia se salve. Tenemos alrededor de 150 personas asistiendo a la iglesia hoy en día. Pero un número de ellos aún no están convertidos. Vamos a bautizar a trece nuevos miembros esta noche. Ya no bautizamos a las personas rápidamente. Pero puedes ver que tenemos una larga batalla por delante si vamos a salvar la iglesia. Hay que añadir cerca de 70 nuevos miembros para salvar la iglesia. Sabemos por larga experiencia y observación que una iglesia con menos de 200 miembros no tiene mucho futuro. Para añadir 70 personas ya no podemos depender de los “39”. Estamos demasiado viejos para traer 70 nuevos jóvenes. Sí, podemos seguir pagando las deudas. Sí, podemos continuar proporcionando el liderazgo. Pero, mientras me acerco a los 77 años, sé que no voy a estar aquí para siempre. Me quedaré en esta iglesia el tiempo que yo viva, pero no sé cuánto tiempo será, especialmente ahora que he sido tratado por el cáncer. Mi padre murió a la edad de 74 años. Ya he vivido dos años más que él. Hemos ordenado al Dr. Chan, y a Dr. Cagan, para que haya una continuidad en el liderazgo en caso de que yo ya no sea capaz de pastorear la iglesia. También hemos ordenado al Sr. Song, al Sr. Mencia, John Cagan, Aaron Yancy, Kyu Dong Lee, Jack Ngann y Noah Song como diáconos. Pero nosotros no podemos salvar la iglesia. Sólo ustedes jóvenes pueden hacer eso. Añadir setenta personas más a la membresía completa de nuestra iglesia va a necesitar milagros de Dios. Necesitará el milagro de la conversión en la vida de cada persona. Y se requerirá al menos un avivamiento grande – enviado de Dios. Lo que tuvimos solo fue “toque” de avivamiento. Necesitamos un gran avivamiento. Nuestra gente era demasiado carnal para experimentar algo más que un “toque”. ¡Un arrepentimiento profundo a gran escala es necesario para un gran avivamiento! A como están las cosas están ahora, solo añadimos como 4 a 5 personas cada año, más de los que se van. A este paso tomará otros 15 años o más para añadir 70 personas nuevas. Entonces si vivo tendré 92 años. ¡Es por eso que los que son salvos deben orar por avivamiento todos los días! Necesitamos desesperadamente experimentar avivamiento enviado de Dios o no añadiremos 70 personas nuevas antes que yo muera. Ustedes, jóvenes que no son salvos que están aquí esta noche deben tener una conversión verdadera o esta iglesia no tiene futuro – ¡ninguna esperanza!

Sin un derramamiento del Espíritu de Dios, la mayoría de los jóvenes no salvos se quedarán satisfechos con solo asistir a la iglesia, y nunca serán convertidos a Jesús. No hay esperanza para esta iglesia a menos que seas convertido – ¡ninguna! Como el Dr. John Armstrong dijo: “Lo que quieren es felicidad, realizamiento, y satisfacción” (traducción de True Revival, Harvest House, 2001, p. 231). Yo he visto a muchos de ustedes venir al cuarto de consejo y decir: “Quiero ser salvo”. Lo que quieres decir es que te quieres sentir contento y satisfecho.

¡No será suficiente! ¡Jamás funcionará! ¡Tienes que ser convencido de tu pecado o nunca sentirás verdaderamente la necesidad de la misericordia de Jesús!

El Dr. John Armstrong dijo, “quebrantamiento de corazón, confesión centrada en Jesús y arrepentimiento caracterizarán un verdadero movimiento del Espíritu. La gente va a llorar...bajo las profundas impresiones del pecado” (Armstrong, ibid., P. 63). He observado que casi todo el que experimenta una conversión verdadera llora con lágrimas de dolor por sus pecados. Eso siempre ha sucedido en los avivamientos clásicos de la historia. Y ese fue el caso de muchas personas en los tres avivamiento que vi como un testigo ocular. Iain H. Murray dijo: “Como regla general, la convicción precede a la conversión...La característica de un avivamiento es que una profunda conciencia del pecado y necesidad se producen en muchas personas al mismo tiempo...” (traducción de Iain H. Murray, Jonathan Edwards: Una Nueva Biografía, The Banner of Truth Trust, edición de 1992, pp 129, 130).

Para agregar más de setenta personas a nuestra iglesia como Cristianos convertidos requerirá un milagro – un poderoso derramamiento del Espíritu de Dios sobre aquellos de ustedes que todavía están “muertos en…delitos y pecados” (Efesios 2: 1).

Por lo tanto, digo, a los jóvenes que ya están convertidos – ustedes deben ir a Dios. Ustedes deben orar más y aparte de lo que oran en las reuniones de oración de la iglesia. Ustedes deben reunirse, de dos en dos y de tres, y suplicar a Dios,

“Oh, si rompieses los cielos, y descendieras…” (Isaías 64:1).

Los “Treinta y nueve” oraron por este edificio de iglesia. ¡Dios envió un milagro y este edificio fue salvado! Ahora de ti depende joven orar para que descienda un avivamiento – con orar seriamente hasta que Dios descienda para convencer a los perdidos del pecado, de justicia y de juicio. ¡Ponte de rodillas, joven, y ora para que Dios salve a nuestra iglesia! ¡Nadie aparte de ti puede hacerlo! Aquellos que sientan un peso por avivamiento deben juntarse de dos en dos y tres en tres una vez por semana para orar para que Dios envíe poder de avivamiento a nuestra iglesia. No pares hasta que Dios lo envíe.

Hace muchos años le dije a un predicador antiguo muy piadoso sobre mis esperanzas y sueños para esta iglesia. Cuando terminé, me miró a los ojos y dijo suavemente: “Va a tomar el resto de tu vida, sabes”. Yo sólo tenía unos cincuenta años entonces. Ahora casi tengo 77 años, y veo que tenía razón. Esta iglesia pronto tendrá 43 años. Cuando yo muera, esta iglesia será el trabajo de toda mi vida. Mi vida entera se habrá gastado en esta iglesia. Yo solía tener grandes sueños de ser un misionero y comenzar muchas iglesias. Ahora ni siquiera estoy seguro de que esta iglesia va a sobrevivir – ¡y no va a sobrevivir a menos que ustedes, jóvenes, renuncien a algunos de sus sueños y den la sangre de su vida para hacer de esta una gran iglesia que continuará hasta que Jesús regrese a establecer Su Reino! ¡Hazlo! ¡Hazlo! ¡Al final, nunca te arrepentirás de dar la vida por esta iglesia, porque esta iglesia es lo único que cuenta al final! El gran misionero C. T. Studd tenía razón:

Solo una vida,
   Pronto pasará,
Solo lo que se hizo por Jesús
   Permanecerá.

El Sr. Churchill fue el héroe que imité en la batalla para salvar nuestra iglesia. Dirigió al pueblo Británico a una victoria maravillosa contra Hitler y los Nazis. Pero increíblemente el pueblo Británico lo votó fuera de la oficina tan pronto como terminó la guerra. Lo expulsaron de su cargo como Primer Ministro. Muchas iglesias hacen eso después de que el pastor se jubila o muere. Oro para que no me eludan ahora que soy viejo y que he tenido cáncer que bien podría regresar.

Espero que recuerden que fui yo, no ustedes, quien pasó incontables horas en oración y consejería para persuadir a John Cagan a ingresar al ministerio. Oro para que recuerdes que pasé cientos de horas aconsejándolo y entrenándolo para ser el próximo pastor. En uno de sus sermones, el Dr. Cagan dijo: “Aunque los sermones de mi hijo son más enérgicos y hacen un uso más fuerte de la retórica que los sermones de ahora del Dr. Hymers (desde que padeció cáncer) debemos recordar que todos nosotros, incluyendo a John Cagan, fuimos ganados a Jesús por la predicación del Dr. Hymers, y cuidados por el Dr. y la Sra. Hymers. Puede que ahora no sean tan enérgicos, pero hicieron de nuestra iglesia lo que es hoy (una luz para Jesús en todo el mundo). Dr. Hymers ahora puede estar viejo y débil por el cáncer, pero todos ustedes están en deuda con él por seguir trabajando, cuando cualquier otro pastor se hubiera jubilado hace mucho tiempo”.

El Sr. Kyu Dong Lee dijo: “Las bajas en esta guerra (el gran quebrantamiento de la iglesia) son demasiadas para contarlas. Pero por la gracia de Dios, Dr. Hymers, sobrevivió todos los quebrantamientos, peleas, dolor y sufrimiento. (El quebrantamiento de la iglesia se prolongó durante casi veinte años). No creo que ningún otro pastor haya podido sobrevivir un ataque tan prolongado, y el dolor y sufrimiento durante tantos años. Las aflicciones de Satanás llegaron sin fin, y su familia sufrió mucho. ¡Pero cuando la guerra terminó toda su familia todavía está aquí sirviendo al Señor!”

Puedo decir que el sufrimiento más grande que mi familia y yo sufrimos fue la soledad. El quebrantamiento de la iglesia hizo que nuestra gente se volviera introvertida. Era “sálvense quien pueda”. Pero yo, mi esposa y nuestros dos hijos, nos quedamos solos – sin amigos cercanos. Mis hijos no eran invitados a la mayoría de los eventos. Mi esposa trabajó sola, sin un amigo cercano. Y yo mismo fui excluido y aislado. No culpo a los diáconos. Ellos tenían que sobrevivir. Pero es un hecho que nunca he cenado en ninguno de sus hogares. Solo el Dr. Cagan me invitó a cenar a su casa, y solo el Dr. Cagan les dio a mis hijos una fiesta de cumpleaños en su casa. Fuimos rechazados por todos los líderes de nuestra iglesia. Me sorprende que mi esposa e hijos sigan aquí después de muchos años de rechazo sin amistad ni apoyo. Después de que mi madre murió, la soledad casi me mató, ¡y continuó año tras año!

Finalmente no pude soportarlo más. Invité a John Cagan, Aaron Yancy, Jack Ngann y Noah Song a traer su pequeña reunión de oración a la oficina de mi casa. Extrañamente, fui criticado por hacer eso. A pesar de que esos muchachos solo estaban conmigo una hora, mi vida se iluminó más que cualquier otra cosa que me haya sucedido durante años. No nos hemos reunido por algunas semanas debido a muchas cosas. Pero John viene a verme por unas horas todos los Jueves. Hablamos sobre el ministerio. Puede que él no lo sepa, ¡pero esas pocas horas traen verdadera alegría a la vida de este viejo predicador! Diría que además del Dr. Cagan, John, Noah, Aaron y Jack son realmente los únicos amigos cercanos que he tenido desde que comenzó la gran división de la iglesia en 1990.

Creo que una de las mayores debilidades en nuestra iglesia es la falta de amor a los líderes. El Dr. Cagan lo experimenta también. Nadie pensó en darle una fiesta privada cuando cumplió 50 cumpleaños. Lo olvidaron nuevamente cuando cumplió 60 años. Al menos hablas de cuidar a las personas nuevas. Pero, ¿quién piensa en las necesidades de los líderes? ¡Me temo que has fallado allí!

Digo esto no solo por el Dr. Cagan y por mí. Lo digo también por John Samuel y su prometida Julie Sivilay. Cuando una persona se mueve hacia un lugar de liderazgo, tiendes a dejar de ser amistoso con ellos. Recuerda que John era un niño solitario porque era el hijo del Dr. Cagan. Si el Sr. Matsusaka y el Sr. Sanders no se hubieran hecho amigos de él, no creo que siquiera estuviera en nuestra iglesia, y mucho menos se preparara para ser el próximo pastor. Dejaste a John fuera de todo cuando tenía catorce años. Solo Matsusaka y Sanders se hicieron amigos de él. Estabas tan ocupado con las “personas nuevas” ¡que no tenías tiempo para un niño de catorce años! ¡Estabas tan ocupado con la evangelización de las personas en el mundo que no tomaste una hora para ayudar al futuro pastor de nuestra iglesia! ¡Ni una hora! Y estás haciendo lo mismo con Julie. Cuando se hizo la novia de John, comenzaste a criticarla y le hiciste saber que no querías estar cerca de ella. ¡No me importa lo que digas acerca de que lo mencione! ¡No le hagas a John y a Julie lo que hiciste con mi esposa y conmigo! El descuido de los líderes de la iglesia es una de nuestras mayores debilidades. ¡Sácalo! ¡Sácalo! ¡No permitas que el espíritu del mundo de los últimos días rompa los corazones del liderazgo de nuestra iglesia!

“Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12).

¡Sácalo! ¡Sácalo! El apóstol Pablo dijo:

“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis [‘íntimamente’, MacArthur] a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra” (I Tesalonicenses 5:12, 13).

¡Debes recordar que yo elegí a John Cagan, no tú! Escogí al mejor hombre, ¡no a un idiota de la calle! Escogí al hombre que mi esposa educo en casa. Escogí al hombre que es un líder natural. Escogí al hombre que es un estudiante con excelentes notas. Escogí al hombre que es el mejor líder de oración en la iglesia. Escogí al hombre cuyo primer sermón fue una obra maestra. Escogí al hombre que es un excelente predicador. Yo lo elegí. Y te lo di a ti. Ahora te digo que lo conozcas íntimamente, que lo tengas en alta estima, que lo trates a él y a su prometida con respeto y dignidad – ¡y no dejes de hacerlo cuando yo muera!

Recuerda también que yo, no tú, vi la necesidad de un avivamiento. Vine todas las noches a predicar. Permanecí despierto toda la noche, todas las noches, orando y preparando un nuevo sermón sobre el avivamiento. Y prediqué casi todas las noches durante más de tres meses. Prediqué de corazón noche tras noche hasta que, uno por uno, algunos de ustedes confesaron sus pecados y fueron avivados. Cualquier otro pastor, con cáncer a los 76 años de edad, se habría protegido y predicado solo el Domingo. El Dr. Cagan dijo, “¡Dr. Hymers fue usado por Dios para traernos avivamiento!” ¡No conozco ningún otro pastor en América que tenga la espiritualidad y el conocimiento para ser usado para traer un “toque de avivamiento” que tuvimos en los últimos meses! Cada una de las personas que serán bautizadas esta noche fue salva al escuchar mis sermones – ¡cada uno de ellos! No lo olvides. Y no olvides que el toque de avivamiento que hemos tenido no ha sucedido en ninguna otra iglesia en todo Estados Unidos. No lo olvides. Yo no traje el avivamiento. ¡Pero no hubiera venido si yo no fuera el predicador! ¡No lo olvides!

Y una cosa más. No olvides a la Sra. Hymers. Ella trabaja día y noche para traer jóvenes a la iglesia y a la conversión. Otros esperan que la maquinaria de la iglesia traiga conversos. ¡No parecen darse cuenta de que no funciona! ¡Mientras ellos dependen de la maquinaria, la Sra. Hymers está haciendo el trabajo! Y ella es casi la única persona que es capaz de traer un alma y ganarla para Jesús y nuestra iglesia. ¡Casi la única persona! ¿Por qué? Porque ella piensa en ellos todos los días. Porque ella ora por ellos todos los días. Porque ella les envía textos una y otra vez y los conoce. Un joven dijo: “A los muchachos no les gusta que les envíen mensajes de texto de esa manera”. No dijo eso porque había probado su teoría. Él dijo eso porque es haragán. ¡HARAGÁN! No requiere intuición. ¡Requiere sudor! No requiere un talento especial. Requiere amor. ¡No intuición, sino sudor! ¡No talento, sino amor!

Y mis amigos, eso es lo que se necesitará para agregar 70 personas más a nuestra iglesia. John es un gran predicador. Pero gran predicación no lo hará. Podríamos tener a Spurgeon o Billy Graham en su mejor momento, ¡y su predicación no agregaría 70 personas a nuestra iglesia! Estaba predicando en mi mejor momento cuando John Cagan fue salvo. Pero no fue mi predicación lo que salvó a John Cagan. ¡Fue el cuidado y el amor de Matsusaka y Sanders lo que lo salvó! ¡Y sigue siendo lo mismo hoy! Para ganar un alma como John Cagan debes tener amor y cuidado – y tiempo – que tomaron Matsusaka y Sanders para conseguir a John Cagan. ¡Si no lo haces, entonces no vas a salvar a la gente! ¡Incluso si fueras el mejor orador, aun mejor que William Jennings Bryan, no conseguirías salvar a nadie a menos que gastaras el tiempo y el esfuerzo que Matsusaka y Sanders gastaron en John Cagan! ¡Y nuestro negocio no es solo amar a los niños perdidos de la iglesia! Jesús no dijo: “Vé a la Escuela Dominical o a la clase de jóvenes y fuérzalos a entrar”. Él dijo: “Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar”. Si gastamos todo nuestro tiempo en niños de iglesia muertos, la iglesia no crecerá. ¡No necesitamos intuición! ¡Necesitamos sudor! No necesitamos talento especial, ¡necesitamos el amor de Dios!

¡Ese es mi desafío para ti! “Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar” (Lucas 14:23). Y cuando vengan – por amor de Dios, conócelos y ámalos. ¡Y envíales un texto! ¡Envíales textos hasta que el teléfono celular se derrita en tus manos! Y ámalos hacia adentro. John Cagan me dijo, “El Sr. Matsusaka me amó y ganó mi alma”. ¡Le llevó meses hacer eso! ¿Hay alguien aquí que pueda decir eso de ti? Si no, haz ese tu objetivo. Recuerda, C. T. Studd tenía razón.

Solo una vida,
   Pronto pasará,
Solo lo que se hizo por Jesús
   Permanecerá.
(C. T. Studd, 1860-1931).

Dios te bendiga mientras trabajas para traer a 70 jóvenes, y ámalos y conócelos hasta que sean fuertes en el Señor. ¡Amén!


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(FIN DEL SERMÓN)
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El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“A Crown of Thorns” (por Ira F. Stanphill, 1914-1993).