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Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.

Tú serás bautizado este Sábado por la noche. Cuando seas bautizado, te convertirás en miembro de esta iglesia local. Permíteme decirte varias cosas que eso significa.

I. Primero, ¿qué es el bautismo?

Cuando seas bautizado por Dr. Hymers, serás puesto bajo el agua y luego sacado del agua. Esta es una ilustración de la muerte y resurrección de Jesús. Jesús fue crucificado y sepultado. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Así como Jesús fue puesto bajo la tierra y luego se levantó, ustedes serán puestos bajo el agua y luego saldrán del agua. Cuando eres bautizado, estás demostrando que has confiado en Jesús, que fue enterrado y resucitado. Eso es lo que dice nuestro texto,

“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva” (Romanos 6:4).

El bautismo debe hacerse por inmersión, poniéndote bajo el agua y sacándote del agua. Cuando Felipe bautizó al eunuco etíope, “Y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua” (Hechos 8:38-39). Felipe no roció la cabeza del eunuco con unas gotas de agua. Lo puso debajo del agua y lo sacó del agua.

El bautismo debe ser hecho a una persona que ya ha confiado en Jesús. Esto se llama “el bautismo del creyente”. Algunas iglesias rosean un poco de agua en un bebé y llaman a eso bautismo. Pero un bebé no puede confiar en Jesucristo por sí mismo, ni entender lo que significa que Jesús murió y resucitó por él.

El bautismo no salva a una persona ni lava ninguno de sus pecados. Es la Sangre de Jesús que limpia los pecados. La Biblia dice: “La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (I Juan 1:7). Algunas personas perdidas piensan que son salvas porque fueron bautizadas. Pero el agua del bautismo no salva a nadie. No lava ningún pecado. Sólo la Sangre de Jesús hace eso. El bautismo es sólo una señal externa de que has confiado en Jesús quien murió y resucitó.

Cuando eres bautizado, te haces miembro de esta iglesia local. Podrás tomar la Cena del Señor con nosotros después de que eres bautizado. Ahora quiero hablar de lo que es la iglesia local.

II. Segundo, ¿qué es la iglesia local?

La Biblia dice:

“Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:46-47).

La iglesia no es un edificio. La iglesia es la gente convertida en el edificio. La palabra Griega traducida como “iglesia” es “ekklesia”. La palabra “ekklesia” significa “los llamados fuera”. La iglesia es la gente que ha sido llamada fuera del mundo pecador para confiar en Jesús. La iglesia es un grupo local de personas que han confiado en Jesús y que se reúnen regularmente para orar, para escuchar la predicación del Evangelio, para tener compañerismo, para comer juntos y para hacer evangelismo juntos.

La Biblia dice que la iglesia es muy importante. Jesús dijo: “Edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). La Biblia llama la iglesia “columna y baluarte de la verdad” (I Timoteo 3:15). Cipriano dijo en el tercer siglo: “El que no tiene la iglesia para su madre no puede tener a Dios por su padre”. Si no eres miembro de una iglesia como la nuestra, no eres Cristiano Bíblico.

La Biblia enseña que todo Cristiano Bíblico debe ser parte de una iglesia local. Algunas personas dicen que son parte de una “iglesia” mística que está en todas partes y en ninguna parte. Ellos no van a una iglesia local, pero dicen que son parte de una “iglesia” de todos modos. Pero la Biblia habla una y otra vez de las iglesias locales. Los libros del Nuevo Testamento fueron escritos a la iglesia de Éfeso, la iglesia de Corinto, la iglesia de Filipos, la iglesia de Colosas, la iglesia de Tesalónica. Fueron escritos a iglesias locales compuestas de Cristianos en esas ciudades. El Pastor Jim Gent dijo: “Los apóstoles fundaron iglesias y nada más, y la iglesia local todavía es, hoy, la columna y baluarte de la verdad” (traducción de Jim Gent, God Says You Need the Local Church, Publicaciones Smyrna, 1994, Página 90).

Los primeros Cristianos eran muy activos en sus iglesias locales. “Perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas” (Hechos 2:46). “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47). Estas personas estaban juntas varias veces cada semana.

Y así, hoy, los Cristianos Bíblicos deben ser muy activos en su iglesia local. El Dr. Jerry Falwell dijo que los Cristianos deben estar en la iglesia “cada vez que la puerta esté abierta”. Tenía razón. El pastor de Dr. Hymers, el Dr. Timothy Lin, dijo que debes hacer que la iglesia sea tu “segunda casa”. Él tenía razón. Ven a la iglesia varias veces a la semana.

En nuestra iglesia, nos reunimos para adorar a Dios y escuchar la predicación del Evangelio cada Domingo por la mañana y cada Domingo por la noche. Ven a la iglesia todos los Domingos por la mañana y todos los Domingos por la noche. Nos reunimos el Jueves y el Sábado, y a veces en otros días, para oración y evangelismo. En el Libro de Los Hechos los Cristianos “perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” (Hechos 2:42). Se reunían para escuchar la predicación de los Apóstoles. Se reunían para comer juntos. Se reunían para orar juntos.

Los Cristianos Bíblicos harán evangelismo. Después de resucitar, Jesús dijo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones” (Mateo 28:19). Jesús habló no sólo a los Apóstoles, sino a cada iglesia y cada Cristiano. Él mandó a cada Cristiano a hacer evangelismo, a traer gente perdida a la iglesia para ser salvos. Es por eso que esas palabras están en la Biblia: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones”.

¡Ven a la iglesia cada vez que la puerta esté abierta! ¡Haz de la iglesia tu segunda casa! Y muestra tu amor a Jesús dando un diezmo de tus ingresos.

III. Tercero, ¿qué es el diezmar?

La palabra “diezmo” significa “un décimo”. “Diezmar” significa dar una décima parte de tus ingresos a tu iglesia local. Cuando comienzas a venir a la iglesia, estás visitando. Eres nuestro invitado. Te pedimos que no pongas dinero en el plato de ofrenda. Pero si eres un miembro bautizado de la iglesia, o si estás estudiando para convertirte en un miembro bautizado, o si has estado asistiendo por años, diezmar es lo correcto. Tú debes dar una décima parte de tus ingresos a la iglesia.

En el Antiguo Testamento, Dios ordenó al pueblo Judío a diezmar. La Biblia dice: “El diezmo... de Jehová es” (Levítico 27:30). En el Nuevo Testamento, Jesús habló a los Fariseos. Él dijo que “dan el diezmo”. Entonces dijo que deben tener la justicia, la misericordia y la fe “sin dejar de hacer aquello [diezmar]” (Mateo 23:23). La Biblia enseña diezmar.

Lo que haces con tu dinero muestra dónde está tu corazón. Jesús dijo: “Donde esté vuestro tesoro [dinero], allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6:21). Entonces Jesús dijo: “No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6:24). Lo que haces con tu dinero muestra si amas y obedeces a Jesús.

Cada semana, reserva una décima parte del dinero que recibes (tu ingreso) y ponlo en la canasta cuando recogemos los diezmos. Si te pagan cada dos semanas o una vez al mes, divide el diezmo para que puedas dar la misma cantidad cada semana. Si eres un estudiante y tu ingreso es pequeño, da un diezmo de lo que obtienes. Si recibes diez dólares a la semana, tu diezmo es un dólar por semana. Jesús dijo: “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel” (Lucas 16:10). Si eres fiel en diezmar cuando eres joven y tu ingreso es pequeño, entonces más adelante cuando tengas un trabajo y hagas más dinero, serás fiel también.

Un Cristiano Bíblico servirá a Dios con su dinero. Y un Cristiano Bíblico amará a Jesús y a Su iglesia. Será fiel y leal a Jesús y a la iglesia.

IV. Cuarto, ¿qué es fidelidad a Jesús y la iglesia?

Un Cristiano Bíblico amará a Jesús más de lo que ama a otras personas, incluso parientes y amigos. Jesús dijo: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí” (Mateo 10:37). Jesús “extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre” (Mateo 12:49-50). Si tus parientes intentan impedirte seguir a Jesús y venir a la iglesia, no los escuches. Debes amar a tu familia, pero debes amar a Jesús más.

Un Cristiano Bíblico no tendrá amigos perdidos – amigos que no son Cristianos. La Biblia dice: “Cualquiera…que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” (Santiago 4:4). Todos tenemos que hablar con gente perdida en la escuela o en el trabajo, pero no son nuestros amigos. Los amigos de un Cristiano Bíblico son otros Cristianos en la iglesia.

Un Cristiano Bíblico permanecerá en su iglesia local toda su vida. La norma del Nuevo Testamento es “una iglesia para tolda la vida”. La Biblia dice: “Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; Porque si hubieran sido de nosotros, habrían continuado con nosotros; Mas salieron para manifestarse, de modo que ninguno de ellos era de nosotros” (I Juan 2:19). Las personas que abandonan su iglesia local no son Cristianos Bíblicos. Las personas que dejan la iglesia de la que son miembros y van a otra iglesia, casi siempre son personas desobedientes que no agradan a Dios. Aquellos que van de una iglesia a otra son a menudo llamados “vagabundos de iglesias”. Spurgeon los llamó “aves de paso, que no hacen nido en ninguna parte”.

Un Cristiano Bíblico practicará la separación Bíblica. Cuando la gente ataca a Jesús y a la iglesia, debes separarte de ellos. La Biblia dice: “Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos” (Romanos 16:17-18). Estas personas te engañarán si las escuchas. El Apóstol Pablo habló de personas que tienen “apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella” (II Timoteo 3:5). Afirman ser Cristianos. Tienen una forma exterior o aspecto de piedad, pero no son Cristianos Bíblicos en absoluto. Pablo dijo, “a éstos evita”. ¡Aléjate de ellos! Aléjate de las personas que hablan mal del pastor y critican la iglesia. Aléjate de ellos y no les respondas un mensaje de texto que te envíen. Mantente completamente separado de las personas que critican al pastor y la iglesia. Ni siquiera escuches sus críticas. El Dr. John MacArthur tenía razón cuando dijo que las personas que abandonan la iglesia están equivocadas. Dijo correctamente: “La separación de la gente de la verdad y de la iglesia es su desenmascaramiento [mostrando que no son verdaderos Cristianos]” (The MacArthur Study Bible, nota sobre I Juan 2:19).

La Biblia de Estudio de la Reforma dice: “Su partida [dejando la iglesia] fue tanto una renuncia a la iglesia y su mensaje como fue la partida de Judas de la Última Cena, Juan 13:30” (nota sobre I Juan 2:19).

A veces no es fácil poner a Jesús primero. A veces tienes que sufrir por Jesús. La Biblia dice: “Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (II Timoteo 3:12). Pero la Biblia también dice: “Si sufrimos, también reinaremos con él” en Su Reino (II Timoteo 2:12).

¡Qué vivas para Jesús y reines con Él cuando Él venga a establecer Su Reino! ¡Que Dios te bendiga al amar y servir a Jesús! Amén.

(FIN DEL SERMÓN)
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