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GRITANDO EN EL INFIERNO

Un sermón escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr.
y predicado por el Sr. Noah Song
en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
Sábado por la Noche, Octubre 15, 2016


Este sermón fue adaptado y revisado de “Un Viaje por los Pasillos del Infierno” [A Journey Through the Halls of Hell] por el Dr. W. Herschel Ford.

“Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces…” (Lucas 16:23, 24).

Aquí hay un hombre en el Infierno. Ahora está en tormentos más grandes de lo que jamás podría haber imaginado. Se nos dice que “dio voces”.

Si pudiéramos ir al Infierno esta noche, escucharíamos a miles de almas gritando. Jesús dijo: “lloro y el crujir [de sus] dientes” (Mateo 13:42). Vayamos al Infierno en nuestras mentes. Vayamos allí y veamos algunas personas gritando en las llamas.

I. Primero, oímos a Caín gritando, “Grande es mi castigo para ser soportado”.

Él grita una y otra vez: “Grande es mi castigo para ser soportado” (Génesis 4:13). ¿Por qué está Caín allí en las llamas del Infierno? No es porque fue un asesino. Moisés fue un asesino, pero ahora está en el Cielo. David fue un asesino, pero ahora está en el Cielo. El Apóstol Pablo fue un asesino, pero ahora está en el Cielo. ¿Por qué, entonces, Caín está en las llamas eternas gritando por siempre, “Grande es mi castigo para ser soportado”? ¿Por qué está Caín en el Infierno, mientras que otros asesinos están en el Cielo?

Caín está en el Infierno porque rehusó ser salvo por la Sangre. No hubo sangre en su sacrificio. ¡Él trató de ser salvo sin Sangre! Pero Dios rechazó su ofrenda sin valor. Dios dijo:

“Sin derramamiento de sangre no se hace remisión” (Hebreos 9:22).

Jesús derramó Su preciosa Sangre en la Cruz para expiar por nuestro pecado. Para limpiarnos de toda injusticia. La única manera de escapar del Infierno es por medio de la Sangre de Jesús. Pero Caín era demasiado orgulloso para creer en la Sangre. Por eso está en el Infierno. Es por eso que él grita por toda la eternidad, “Grande es mi castigo para ser soportado”.

El predicador habló sobre el quinto mandamiento, “Honra a tu padre y a tu madre” (Éxodo 20:12). El predicador habló sobre el pecado de odiar al padre de uno. Tres jóvenes cometieron ese pecado. Dos de ellos fueron a sus padres y pidieron perdón, y prometieron vivir una mejor vida. Pero el tercero vino a Jesús y fue lavado por Su Sangre. Él hizo eso antes de confesarse con su padre. El tercer joven fue salvo. Pero los otros dos permanecieron perdidos, endurecidos en rebelión. ¿Por qué? Porque “sin derramamiento de sangre no se hace remisión”.

¿Qué me puede dar perdón?
   Solo de Jesús la sangre.
¿Y un nuevo corazón?
   Solo de Jesús la sangre.
(Traducción libre de “Nothing But the Blood” por Robert Lowry, 1826-1899).

Es muy común para aquellos que están bajo convicción de pecado tratar de encontrar alivio reformando sus vidas. Pero esa es la religión de Caín – una ofrenda de obras humanas sin sangre. La persona que cambia su vida, sin fe en la Sangre de Jesús, gritará con Caín en el Infierno, “Grande es mi castigo para ser soportado”.

Nada puede perdonar –
   Solo de Jesús la sangre;
No por bien que hice yo –
   Solo de Jesús la sangre.
Precioso es el raudal
   Que limpia todo mal;
No hay otro manantial,
   Solo de Jesús la sangre.

“Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos…Dando voces...” (Lucas 16:23, 24).

II. Segundo, oímos la gente en el día de Noé gritando, “¡Déjanos entrar!
¡Déjanos entrar!”

La gente en los días de Noé eran pecadores perdidos. Noé fue salvo por gracia y construyó un arca para protegerse a sí mismo y a su familia del gran Diluvio. Noé le predicó a la gente mientras construía el arca. El Apóstol Pedro llamó a Noé “pregonero de justicia” (II Pedro 2:5). Pero la gente se burló de él. Ellos jamás habían visto lluvia, mucho menos un diluvio. No hubo lluvia antes del Diluvio. Entonces vino el Diluvio, y el agua empezó a subir. El agua subía y subía. Esos pecadores incrédulos sin duda corrieron al arca, y golpearon la puerta, gritando: “¡Déjanos entrar! ¡Déjanos entrar!” ¡Pero era demasiado tarde para que ellos entraran! La Biblia dice de Noé: “Jehová le cerró la puerta” (Génesis 7:16). Dios cerró la puerta del arca, y la selló. Era demasiado tarde para ellos para ser salvos. Todos ellos se ahogaron en el gran Diluvio.

Esas personas resistieron la llamada de Dios demasiado tiempo. Ellos vacilaron y jugaron, y procrastinaron. Ellos pospusieron su salvación demasiado tiempo. ¿Eres tú así esta noche?

No hace mucho Dr. Hymers le predicó a un grupo de casi 200 personas. Cuatro o cinco de ellos eran salvos. Pero todos los demás estaban enfocados en sus negocios, deportes y entretenimiento. Esa es una ilustración del mundo de hoy. Les predicamos. Les advertimos. Les decimos sobre la salvación en Jesús. Pero la mayoría de ellos continúan con sus vidas, y no confían en el Salvador. Ellos se olvidan que: “está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27). Si mueres sin ser salvo por Jesús, pronto estarás en el Infierno, gritando con esa gente del tiempo de Noé, “¡Déjanos entrar! ¡Déjanos entrar!” Pero será demasiado tarde para ti en el Infierno. La puerta a la salvación será cerrada para ti por siempre.

“Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos…Dando voces...”

III. Tercero, oímos a Judas gritando, “Yo he pecado entregando sangre
inocente”.

A medida que nuestras mentes bajan a las entrañas del Infierno, oímos los gritos de Judas una y otra vez, “Yo he pecado entregando sangre inocente” (Mateo 27:4).

Jesús eligió a este hombre para que fuera uno de Sus doce Discípulos. Judas estuvo con él durante tres años. Oyó a Jesús predicar. Él vio a Jesús hacer milagros grandes. Él sirvió como el tesorero de los Discípulos. Pero se fue al Infierno porque no fue salvo.

Tú puedes ir a la iglesia todos los Domingos, ir a ganar almas y dar generosamente y aún estar perdido. Tú estás perdido porque nunca has confiado en Jesús, y nunca has sido convertido. Debe haber un cambio interior que solo Dios puede dar. Debes nacer de nuevo.

Pero Judas amaba tanto el dinero que por ello vendió su alma. Pero el dinero que recibió no le hizo feliz. Tiró el dinero que le dieron por traicionar a Jesús. Pero ya era demasiado tarde. Dios lo había abandonado. Él salió, se suicidó y se fue al Infierno. Puedo oírlo gritar allí en las llamas, “¡Yo he pecado entregando sangre inocente! ¡Yo he pecado entregando sangre inocente!” Judas pudo haber sido salvo, pero ahora es eternamente demasiado tarde.

“Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos…Dando voces...”

IV. Cuarto, oímos al Rey Agripa gritando, “Por poco me persuades a ser Cristiano”.

Él grita, “¡Casi! ¡Casi! ¡Casi!” Él no es un rey ahora. El Apóstol Pablo le testificó a él. Pero él rechazó a Jesús. Él le dijo a Pablo: “Por poco me persuades a ser cristiano” (Hechos 26:28). Casi fue convertido, pero esperó demasiado tiempo.

No es suficiente con oír la predicación del Evangelio. Ni siquiera es suficiente creer el Evangelio en tu mente. Debes rendirte a Jesús, y confiar en Él, para ser salvo. El Rey Agripa casi fue convencido de confiar en Jesús. Pero lo pospuso hasta que fue demasiado tarde. He visto a gente así. Ellos escucharon con atención la predicación. Algunos de ellos incluso tienen lágrimas en los ojos. Pero sacudieron sus convicciones, y se olvidaron de la salvación. Agripa pudo haber sido salvo. Pero ahora es eternamente demasiado tarde. Parece que lo puedo oír gritando en el Infierno, “¡Casi! ¡Casi! ¡Casi!” Cuando se retuerce entre las llamas eternamente.

“Casi resuelto” para creer;
   “Casi resuelto” a Jesús confiar;
Parece alguien decir,
   “Vete espíritu,
Cuando convenga más
   Te llamaré”.

“Casi resuelto”, ¡pasó el cegar!
   “Casi resuelto,” ¡ruina vendrá!
“Casi” no bastará; “Casi” ¡fracasará!
   Triste lamento harás,
Perdido estás.
   (Traducción libre de “Almost Persuaded” por Philip P. Bliss, 1838-1876).

Tú también has sido casi persuadido. Dices en tu corazón: “Algún día voy a confiar en Jesús. Algún día voy a venir a Él y voy a ser lavado por Su Sangre”. Pero hay un gran peligro en decir: “Algún día”. Satanás te ha dicho que esperes un poco más. El Diablo sabe que te tendrá si sigues esperando y posponiendo tu salvación. Pero uno de estos días la muerte vendrá a ti. No vas a estar listo, y será eternamente demasiado tarde. Parece que puedo oírte gritar en el Infierno con Agripa, “¡Casi! ¡Casi! ¡Casi!”

Que Dios tenga misericordia de ti ahora, mientras todavía hay tiempo. Oro para que confíes en Jesús con fe simple. Oro que tus pecados sean lavados por Su Sangre preciosa ahora, antes de que Dios se aleje de ti, y sea dicho de ti:

“Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos…Dando voces,”

“¡Casi! ¡Casi! ¡Casi!”

Triste será ese juicio sin Su misericordia,
   Pues tú te demoraste y Jesús se marchó;
Oh, que remordimiento, cuando llegue tu muerte,
   Y tú te has demorado en venir a Jesús.
(Traducción libre de “If You Linger Too Long”
   por Dr. John R. Rice, 1895-1980).

¡Cómo oramos que confíes en Jesús esta noche, para que tus pecados puedan ser limpiados por Su Sangre preciosa! El Sr. Griffith va a cantar esa canción del Dr. Rice de nuevo. Si estás listo para confiar en Jesús y ser salvo, por favor ven al altar mientras el Sr. Griffith canta. Dr. Hymers te aconsejará y orará contigo. Ve mientras el Sr. Griffith canta. Dr. Hymers, venga y diga unas palabras antes de que el Sr. Griffith cante.

Sin respeto esperaste y a Él rechazaste,
   Tu pecado peor es, tienes mal corazón;
Oh, si Dios se impacienta, el Espíritu ofendes,
   Si Él ya no te llama, tendrás condenación.
Triste será ese juicio sin Su misericordia,
   Pues tú te demoraste y Jesús se marchó;
Oh, que remordimiento, cuando llegue tu muerte,
   Y tú te has demorado en venir a Jesús.
(traducción libre de “If You Linger Too Long”
     por Dr. John R. Rice, 1895-1980).


CUANDO LE ESCRIBAS A DR. HYMERS DEBES DECIRLE DE QUE PAÍS LE ESTÁS ESCRIBIENDO O ÉL NO PODRÁ CONTESTAR TU CORREO. Si estos sermones te bendicen por favor envía un correo electrónico a Dr. Hymers y díselo pero siempre incluye de qué país estás escribiendo. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net (oprime aquí). Puedes escribirle a Dr. Hymers en cualquier idioma, pero escribe en Inglés si es posible. Si deseas escribirle a Dr. Hymers por correo postal, su dirección es P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Puedes llamarle por teléfono al (818) 352-0452.

(FIN DEL SERMÓN)
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en www.sermonsfortheworld.com.
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Estos manuscritos de sermones no tienen derechos de autor. Pueden ser usados
sin la autorización de Dr. Hymers. Sin embargo, todos los mensajes de video de
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derechos de autor y solo pueden ser usados con autorización.

La Escritura Leída Antes del Sermón por el Sr. Abel Prudhomme: Mateo 13:47-50.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“If You Linger Too Long” (por Dr. John R. Rice, 1895-1980).


EL BOSQUEJO DE

GRITANDO EN EL INFIERNO

escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr.
predicado por el Sr. Noah Song

“Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces…” (Lucas 16:23, 24).

(Mateo 13:42)

I.    Primero, oímos a Caín gritando, “Grande es mi castigo para ser
soportado”, Génesis 4:13; Hebreos 9:22; Éxodo 20:12.

II.   Segundo, oímos la gente en el día de Noé gritando, “¡Déjanos entrar!
¡Déjanos entrar!” II Pedro 2:5; Génesis 7:16; Hebreos 9:27.

III.  Tercero, oímos a Judas gritando, “Yo he pecado entregando sangre
inocente”, Mateo 27:4.

IV.  Cuarto, oímos al Rey Agripa gritando, “Por poco me persuades a ser
Cristiano”, Hechos 26:28.