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Este es un versículo clave en el Nuevo Testamento para entender lo que está mal en nuestras iglesias. Si no entiendes este versículo no puedes entender el problema y la solución al problema en nuestras iglesias. Es un verso tan importante que mi mente vuelve a él una y otra vez, año tras año, década tras década. Escuché sobre este versículo por primera vez de Billy Graham. Yo lo escuchaba a él predicar en la radio casi todos los domingos por la tarde cuando era un adolescente. El Sr. Graham citaba a menudo este versículo cuando predicaba en las señales del fin de nuestro mundo. Su último libro realmente bueno fue Mundo En Llamas (Doubleday, 1965). Billy Graham hizo esta declaración:

     Jesús dijo: “A medida que se propaga la maldad, el amor de uno por el otro se enfriará” (Mateo 24:12 NEB). “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros…amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (II Timoteo 3:1-5)... Todo esto parece apuntar a una época de hipocresía generalizada cuando multitudes de personas serán llevados a la iglesia sin haber tenido una experiencia personal con Jesucristo...falsos maestros se infiltraran en la iglesia...son líderes de la ‘apostasía’, que es la caracterización de la iglesia al final de la edad (traducción de Billy Graham, D.D., World Aflame, Doubleday and Company, 1965, pp. 220, 221, 219).

Más tarde leí una nota que el Sr. Graham envió al hijo del Dr. M. R. DeHaan. Cuando el Dr. DeHaan murió en un accidente de auto en 1965, el Sr. Graham dijo que obtuvo muchas de sus ideas al escuchar al Dr. DeHaan en su programa radial. En su libro Señales De Los Tiempos, el Dr. DeHaan dijo:

La apostasía y la indiferencia son los próximos pecados mencionados. “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12). Nunca antes en la historia de la humanidad eso ha sido tan cierto como lo es hoy. En unas pocas décadas, nos hemos apartado de la fe sencilla de los padres Puritanos...entre los Cristianos es trágicamente cierto en gran manera que “el amor de muchos se enfriará”. El amor de muchos se ha enfriado (traducción de M. R. DeHaan, M.D., Signs of the Times, Zondervan Publishing House, 1951, p. 58).

Desde que escuché a Billy Graham y el Dr. DeHaan, he estado meditando sobre Mateo 24:12. Las palabras son de Jesucristo, que dijo esto en respuesta a la pregunta de los Discípulos, “¿Qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” Parte de la respuesta de Jesús a esa pregunta es nuestro texto:

“Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12).

I. Primero, ¿cuándo dijo Jesús que esto sucedería?

Dijo que iba a pasar como una “señal de [Su] venida, y del fin del siglo” (Mateo 24:3). Muchas otras Escrituras hablan de esta señal del fin del tiempo. La nota de Scofield en la parte inferior de esta página (993) dice correctamente que este verso “se aplica de una manera específica al fin de la edad...Todo lo que ha caracterizado a la edad se reúne y alcanza un espantoso clímax cuando el fin viene” (Biblia Anotada de Scofield, 1960, pág. 993; nota sobre Mateo 24:3.). Podría enumerar muchos otros versículos, tales como II de Timoteo 3:1-13; Judas 4, 19; Apocalipsis 3:14-22, etc.

Ustedes jóvenes no tienen idea de lo mucho que las iglesias han caído. Pero durante mi vida lo he visto con claridad. Vi un avivamiento en una iglesia local en 1969. Vi un avivamiento en un área amplia en 1971. Vi otro avivamiento de una iglesia local en 1992. ¡Pero no he oído hablar de otro avivamiento, en ningún lugar en Estados Unidos y el Mundo Occidental, desde entonces! ¡Ni uno! Ahora, cada vez más, vemos el triste cuadro de Mateo 24:12 en nuestras iglesias,

“Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12).

Esa es la condición de la iglesia Bautista y otras iglesias evangélicas de nuestro tiempo. Esa es la única clase de iglesias que ustedes jóvenes han visitado o escuchado en su corta vida. ¡A menos que leas acerca de los avivamientos del pasado, no tendrás ni idea que horribles y apóstatas nuestras iglesias son hoy en día! Puede que pienses que estoy hablando raro cuando hablo de un mejor tipo de iglesia, ya que nunca has visto, ni oído hablar de una, en tu corta vida. El Dr. Kenneth Connolly, que habló en nuestra iglesia, dijo que vives en una generación que nunca ha visto avivamiento – ¡al menos no en el mundo occidental!

“Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12).

II. Segundo, ¿por qué dijo Jesús que esto sucedería?

Nota la primera palabra del texto, “Y”. “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”. Nota la serie de la letra “Y” en los versículos 10 a 12. “Y... Muchos tropezarán” (v. 10). “Y se entregarán unos a otros” (v. 10). “Y unos a otros se aborrecerán” (v. 10). “Y muchos falsos profetas se levantarán” (v. 11). “Y engañarán a muchos” (v. 11). “Y por haberse multiplicado la maldad” (v. 12). Esta larga cadena de la letra “Y” termina con lo que estas cosas producen – ellas producen “el amor de muchos se enfriará”. El resultado final de todas esas letras “Y” son iglesias donde “el amor de muchos [“muchos” NVI] se enfriará”. Las divisiones en las iglesias y las luchas de la iglesia del verso 10, seguido por los falsos predicadores que engañarán [“engañan” NASV] personas, seguido de la maldad [anomia.; “sin ley” NASV] en las iglesias ha producido una iglesia, llena de gente fría que no tienen “agapeo”, no amor Cristiano – ¡no amor por Jesús, no amor por Dios, y no amor por los demás en la iglesia! ¡Ahí tienes! Esa serie de letras “Y” nos muestra por qué tenemos “Un Gran Desastre Evangélico” (¡usando el título del libro del Dr. Francis Schaeffer!). ¡Las iglesias Bautistas y evangélicas son un desastre a causa de peleas de la iglesia (v. 10), falsos predicadores que se levantan a la ocasión (v. 11), y la maldad rampante entre la gran mayoría de los miembros no convertidos y reincididos, produce iglesias frías sin amor por Jesús, y sin amor unos por otros!

“Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12).

III. Tercero, ¿quiénes son los muchos que se enfrían?

Los “muchos” son aquellos que no son convertidos, o que están profundamente reincididos, demostrado por el hecho de que el espíritu de maldad de esta edad ahoga su celo y amor. Ellos “se enfrían”, porque el espíritu del mundo vence todo amor celoso que pudo haberse visualizado.

La Parábola del Sembrador deja claro por qué los “muchos” se “enfrían”. La Parábola del Sembrador da cuatro clases de personas, y cómo cada grupo responde a la predicación del Evangelio. Hay cuatro clases de personas en la parábola. Las tres primeras clases no son verdaderos cristianos. El Dr. J. Vernon McGee dijo: “Estas tres [primeras] clases de tierra no representan tres clases de creyentes – ¡no son creyentes para nada! Ellos han escuchado la Palabra y sólo han profesado recibirla” (traducción de J. Vernon McGee, Th.D., A Través de la Biblia, tomo IV, nota sobre Mateo 13:22). Por lo tanto, sólo la cuarta clase son personas realmente salvas. El resto son personas perdidas.

En la parábola la “semilla” es la Palabra de Dios. El Dr. McGee dijo: “Nota donde cae la semilla. Cae en cuatro clases de tierra – y las tres cuartas partes de la semillas no crecen – ellas mueren. No había nada malo con la semilla, pero la tierra era el problema”. Aquellos donde la semilla cae junto al camino, son los que escuchan la Palabra y el Diablo la arrebata inmediatamente. Ellos representan a los que vienen a la iglesia un par de veces, pero no los mueve para nada. La segunda clase son aquellos en los que la Palabra cae sobre piedras, que parecen recibir la Palabra, pero se apartan tan pronto como son probados por los problemas o la persecución. La tercera clase son los que reciben la semilla entre los espinos. Ellos escuchan la Palabra y parecen ser convertidos. Escucha a Lucas 8:14:

“La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto” (Lucas 8:14).

La Palabra de Dios es “ahogada” – “ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto” (o madurez); Lucas 8:14. El Dr. MacArthur, aunque equivocado en la Sangre de Jesús, está correcto en Lucas 8:14. Él dijo: “Estas personas de doble ánimo (Santiago 1:8) [que] están consumidos por las cosas temporales [mundanas] – placeres pecaminosos, anhelos y deseos, ambición, carrera, casas, carros, prestigio, relaciones, fama – todo lo que ahoga la semilla del evangelio y no llevan fruto…Este es el corazón mundano preocupado, ‘ahogado por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida’” (traducción de The MacArthur New Testament Commentary; nota sobre Lucas 8:14 ).

Es fácil ver quiénes son la primera clase. “Viene Satanás, y quita la palabra que se sembró en sus corazones” (Marcos 4:15). Ellos escuchan unos sermones, y nunca los volvemos a ver de nuevo. También es bastante fácil ver quiénes son la segunda clase. Parecen ser salvos, pero “son de corta duración porque cuando vienen los [problemas] o la persecución...ellos se [‘apartan’, NVI],” Marcos 4:17.

Pero toma mucho más tiempo para saber quiénes son los de “entre espinos”. En nuestras iglesias Bautistas modernas (incluso la nuestra) los vemos hacer una profesión de fe. Muchas veces es incluso una profesión que incluye lucha y lágrimas. Ellos aprenden como niños, o adolescentes, que van a pasar a través de una lucha antes de venir a Jesús. Dicen que tienen un corazón nuevo y un nuevo deseo de servir a Jesús. Incluso me han engañado muchas veces. Parecen tan sinceros. Parecen grandes cristianos. Eso es hasta que se conviertan en adultos jóvenes. Es sólo entonces que las grietas en su testimonio comienzan a aparecer. Sus padres les han dado dinero. Sus padres les han dado una habitación para vivir gratis en casa de ellos. Se les ha dado dinero para gastar. Pero entonces terminan la universidad. Ahora pueden conseguir un trabajo, y si siguen su educación pueden obtener préstamos. Ahora ven la perspectiva de ser “libres” – como ellos lo llaman. Es sólo entonces que las grietas en su testimonio comienzan a hacerse notar. Nunca antes hubieran pensado en hacer o creer algo que sus padres o sus pastores no aprobaran. Demasiado tarde los líderes de la iglesia ven que van por mal camino. No hay nada que pueda detenerlos ahora que ellos no necesitan nuestra ayuda. Poco a poco hacen a un lado su celo y amor por Jesús y “se enredan [ellos] en los negocios de la vida” (II Timoteo 2:4). Si los líderes de la iglesia tratan de traerlos de vuelta a la seguridad, se enojan y se amargan. Entonces Satanás entra y comienza a susurrar a ellos, “¡No les escuches a ellos! ¿Qué saben ellos?” Y así, por fin, se apresuran a los brazos del Diablo y el mundo. “No he dejado la iglesia”, dicen – ¡como si irse de la iglesia es el único pecado! ¡Pero sus corazones ya están dejando a Jesús!

Usías sólo tenía dieciséis años cuando por primera vez lo encontramos en la Biblia. Cuando era joven “hizo lo recto ante los ojos de Jehová” (II Crónicas 26:4). El profeta Zacarías era su pastor. “Y en estos días en que buscó a Jehová, él le prosperó” (II Crónicas 26:5). Y se nos dice, “fue ayudado maravillosamente, hasta hacerse poderoso”. Pero entonces, “Cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina – su corazón estaba tan orgulloso que le fue infiel al Señor su Dios” (II Crónicas 26:16 RV, NVI). ¡Cuando se hizo fuerte, su corazón estaba tan orgulloso que se extravió! Y el Señor hirió a Usías y él “fue leproso hasta el día de su muerte” (II Crónicas 26:21).

Dios nos da la vida de Usías como un ejemplo. Él es una imagen del hombre o mujer que deja que los espinos crezcan y ahoguen la Palabra de Dios en sus corazones. Son ahogados por las preocupaciones, y el deseo de hacer más dinero de lo necesario, y enredos que arruinan el alma, como el cáncer, que poco a poco mata el cuerpo, por lo que estos espinos lento pero seguro ahogan las almas de las personas que permiten que lo hagan. ¿Se ha enfriado tu amor? ¿Te estás haciendo mundano? ¿Te estás haciendo rebelde? ¿Estás en un lugar peor del que estuviste anteriormente? Oh, voltéate de tu mundanidad. Apartártele de tu rebelión. Voltéate. Arrepiéntete. ¿Por qué seguir como estás cuando todavía podrías tener paz con Jesús? – Si te volteas de tu rebelión y orgullo y caes a Sus pies, que murió para salvarte.

“Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12).

La Parábola del Sembrador se da para – “examínate a ti mismo para descubrir a qué grupo perteneces. Si perteneces a uno de los tres primeros grupos, debes ser convertido” – o, al menos, “Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete” (Apocalipsis 3:3). ¡Por lo menos re-dedica tu vida a Jesús y arrepiéntete, antes de que realmente te conviertas en una persona “entre espinos”! (traducción de William Hendriksen, Th.D., The Gospel of Luke, Baker Book House, 1978, pág. 429. Nota sobre Lucas 8:14).

Debes decir: “¡Oh Dios, me aparto de mi orgullo y rebelión! ¡Oh Dios, límpiame de verdad con la Sangre de Jesús!” “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio” (Salmo 51:10).

Por favor pónganse de pie y canten himno número 4 en su cancionero.

“Tu corazón dadme”, te dice Dios,
   Precioso don es a él nuestro amor;
Suave Él habla, en donde tú estás,
   “Confía en Mi, dadme tu corazón.”
“Tu corazón, dádmelo hoy”,
   Su suave voz oíd, donde tú estás:
Del mundo oscuro Él te sacará;
   Tierno dice, “Dadme tu corazón”.

“Tu corazón dadme”, dice Jesús,
   Llama en clemencia una y otra vez;
“Voltéate del pecado y el mal,
   ¿Morí por ti? Dadme tu corazón”.
“Tu corazón, dádmelo hoy”,
   Su suave voz oíd, donde tú estás:
Del mundo oscuro Él te sacará;
   Tierno dice, “Dadme tu corazón”.

“Tu corazón dadme,” el Espíritu;
   Dice, “A mi custodia todo dejad;
Gracia abundante yo te impartiré,
   Haz rendición, dadme tu corazón”.
“Tu corazón, dádmelo hoy”,
   Su suave voz oíd, donde tú estás:
Del mundo oscuro Él te sacará;
   Tierno dice, “Dadme tu corazón”.
(Traducción libre de “Give Me Thy Heart” por Eliza E. Hewitt, 1851-1920).

Si aún no eres salvo, te ruego que te voltees de tu pecado y confíes en Jesús. Él murió en la Cruz para pagar por tu pecado. Él se levantó de entre los muertos para darte vida eterna. Oro para que confíes en Él y vivas para Él. Amén.

(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída por el Sr. Abel Prudhomme Antes del Sermón: Marcos 4:13-20.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith, Antes del Sermón:
“Take My Life and Let It Be” (por Frances R. Havergal, 1836-1879).