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¿EL MUNDO DE LA IGLESIA O EL VASTO MUNDO?

por Dr. C. L. Cagan

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, 13 de Marzo, 2016

“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (I Juan 2:15-17).


La palabra Griega traducida “mundo” en estos versos es “cosmos”. No significa la tierra física. El Dr. J. Vernon McGee dijo: “Significa el sistema mundial, el sistema organizado encabezado por Satanás que deja a Dios fuera y está en realidad en oposición a Él”. El Dr. McGee continuó diciendo, “Tenemos que reconocer que vamos a ser obedientes a un mundo o al otro. Tú vas a obedecer al sistema mundial y vivir en él, y disfrutar de él, o vas a obedecer a Dios” (Traducción de Thru the Bible, tomo 5, p 774; Nota sobre Juan 2:15).

Cada persona aquí esta mañana se enfrenta a menudo con esa opción – a seguir al mundo o a seguir a Dios. Cada uno de ustedes va a dar el primer lugar en su vida al mundo, o le dará el primer lugar en su vida a Dios. Este conflicto se vuelve especialmente importante para aquellos que están en la universidad o empiezan una carrera. Es entonces cuando decides qué vas a hacer con tu vida.

“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (I Juan 2:15-17).

Nuestro texto da tres tipos de tentaciones en el mundo: “los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida” (v. 16). La primera es la más fácil de entender, “los deseos de la carne”. Para los jóvenes la palabra “deseos” significa una sola cosa – ¡sexo! Algunos han perdido sus almas porque eligieron el pecado sexual y no se alejan de él. Puedo pensar en algunas personas jóvenes que dejaron nuestra iglesia porque desearon el pecado sexual del mundo.

Pero la mayoría de ustedes no están cayendo en los deseos de la carne. Tú puedes pensar que porque evitas el pecado de la carne, y porque continúas viniendo a la iglesia, ya has pasado la prueba más grande, y no hay nada más de qué preocuparse. Todo lo que tienes que hacer es seguir con tu vida. ¡¡¡Pero estás equivocado!!!

¿Has olvidado “los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida”? Esos van a arruinar tu vida al igual que los deseos de la carne. Estas dos tentaciones son especialmente peligrosas porque son más sutiles que los deseos de la carne. No las vez como lo que son. Ni siquiera te das cuenta de que son tentaciones de Satanás.

Eso es lo que ocurrió antes del Diluvio. Jesús dijo que en los días de Noé, “Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento” hasta que se ahogaron en el Diluvio (Lucas 17:27). En los días de Lot “comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban” ¡hasta que fueron reducidos a cenizas en el juicio de Dios! (Lucas 17:28). ¿Qué hicieron mal? Comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban esas no son cosas pecaminosas en sí mismas. Son parte de la vida. ¿Qué salió mal? Muchos de ustedes saben la respuesta. Ellos le dieron el primer lugar en sus vidas a esas cosas – en lugar de Dios.

Esa es la manera en que muchos son engañados por el mundo. Así es como el mundo puede engañarte a ti. No has caído a los deseos de la carne. Pero eres engañado, atrapado y llevado cautivo por “los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida”. Estos no son tan obviamente malos como los pecados sexuales. Parecen legítimos y correctos. En su lugar, son correctos – como comer, comprar y edificar – hasta que los valoras demasiado y los haces tu prioridad, por encima de la voluntad de Dios. Pinocho fue a la “Isla del Placer”. No hay nada malo en tener un poco de diversión. Pero él se entregó a eso – y casi se convirtió en un asno – ¡un asno!

“Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (I Juan 2:16).

¿Qué quiero decir con “los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida”? Estoy hablando de dinero y las cosas que el dinero puede comprar – una casa, un carro, ropa bonita, viajes de lujo, y todo lo demás. Todos tenemos que vivir en algún lugar. Todos tenemos que usar ropa. Pero cuando el dinero y lo que compra llama tu atención y se convierte en tu principal objetivo, y tú vas por más y más, has sido capturado y esclavizado por el deseo de los ojos.

Estoy hablando de lo que los perdidos elogian. Estoy hablando de premios y promociones y títulos y certificados y todas las cosas buenas que la gente dice de ti. Sí, tú debes salir bien en la escuela. Sí, debes conseguir un trabajo y trabajar duro. Pero cuando los honores y ascensos y títulos y elogios te alejan de las cosas de Dios, tú has sido tomado cautivo por la vanagloria de la vida.

Puedes pasar las pruebas fáciles. Puede pasar las pruebas obvias – las pruebas que no son sutiles y astutas. Puedes venir a la iglesia y seguir viniendo. Eso es fácil si has nacido aquí; todo lo que tienes que hacer es venir con tu familia. Puedes permanecer lejos del pecado sexual. Es fácil ver que no debes tener relaciones sexuales hasta que te cases. La mayoría de ustedes han pasado estas pruebas fáciles.

Pero algunos de ustedes han olvidado que “la serpiente [es] astuta, más que todos los animales del campo” (Génesis 3:1). Una vez que pases las pruebas fáciles, el Diablo vendrá después en formas más sutiles y astutas. Él no aparecerá como un monstruo rojo con cuernos y un tridente diciendo: “Ven a adorarme”. La Biblia dice, “el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz” (II Corintios 11:14). Él pondrá cosas delante de ti que se ven bien. Como la bruja de Blancanieves, él dirá: ¿Quieres una manzana, querida?” No hay nada malo con la mayoría de las manzanas, ¡pero hay algunas manzanas que son venenosas! Satanás pondrá cosas enfrente de ti que son buenas en su lugar – pero él quiere que los saques fuera de su lugar y los hagas lo más importante en tu vida – como tu dios.

Ya has pasado las pruebas fáciles. Te quedaste en la iglesia. Mantuviste tu cuerpo fuera de pecado. Fuiste al evangelismo. Oraste. Amaste a la gente de Dios. Amaste la obra de Dios. Piensas que has pasado todas las grandes pruebas de la vida. Pero las pruebas fueron realmente sólo el principio.

Ahora vienen las pruebas más duras. Ahora hay otras cosas que codicias. Estás pensando en una carrera, con su salario, y las cosas que por fin puedes comprar, y la seguridad e independencia que finalmente puedes tener. Estás pensando acerca de salir en citas y casarte. Estás pensando en ascender en la escuela o en el trabajo – con todos los honores y ascensos y las personas hablando bien de ti. Tomó tiempo y esfuerzo para conseguir estas cosas – y ahí están, un juguete tras otro brillando delante de ti, un paso tras otro ascendiendo. Estos no son pecados evidentes en sí mismos – pero ellos te llaman y te engañan y te atraen y roban tu alma. Son como las sirenas de la antigua Grecia – sirenas que estaban sentadas en las rocas del mar y llevaban a los desprevenidos marineros a su perdición.

Ahora tú eres jalado de un lado a otro. Tienes conflictos en tu vida, con tu tiempo, y lo más profundo de todo, en tu corazón. No te das cuenta que estás siendo arrastrado por el deseo de los ojos y la vanagloria de la vida. Después de todo, vienes a la iglesia, ¿verdad? ¿No es lo suficientemente bueno? Esas cosas nuevas que has llegado a amar parecen tan buenas. ¿Por qué las vas a poner en segundo lugar?

Te has olvidado que el Apóstol Pablo dijo: “Pero una cosa hago...prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13, 14). En vez estás presionando hacia otra marca, otra meta, para recibir otro premio. Una y otra vez sigues – y vas a seguir – tras una y otra marca, meta tras meta, premio tras premio, sin ver que estás siendo llevado cautivo por el amor del mundo. Sansón era un hombre fuerte que podía matar a cientos de Filisteos en una batalla. Pero este hombre grande, fuerte fue debilitado y destruido por la dulce voz de una mujer.

No te darás cuenta de que esto es una prueba de tu conversión. No vas a recordar que Jesús dijo: “El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa” (Mateo 13:22). Vas a pensar que eres educado y crecido, y tienes más que pensar, más que hacer. Pondrás tu atención y esfuerzo allí – y no en la iglesia, no en la obra de Dios. Primero continuarás en la iglesia como estás, pero tu corazón no estará en ella como antes. Entonces tendrás cada vez menos espacio y menos tiempo para Dios. Vendrás a la iglesia tan poco como sea posible y tu corazón no estará allí como lo estuvo antes – y posiblemente dejarás de venir por completo. ¡Otros han hecho eso, sabes! Hubo un tiempo en que dijeron que eran Cristianos. ¿Por qué crees que no te va a pasar a ti? La Biblia dice: “El que piensa estar firme, mire que no caiga” (I Corintios 10:12). ¡Cuidado! ¡Cuidado! ¡Ten cuidado de no caer!

“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (I Juan 2:15, 16).

El Diablo no vendrá como un monstruo rojo con cuernos y un tridente. En vez va a trabajar a través de la gente. Si viniste a nuestra iglesia de un fondo no Cristiano, ya sabes esto. Los parientes Budistas o seculares a menudo dicen: “No vayas a esa iglesia. No vayas tan a menudo. Sólo sé como los demás”. Eso es lo que ocurre al principio.

Años después, el Diablo vendrá a ti de nuevo. Después de que Jesús fue tentado en el desierto, el Diablo “se apartó de él por un tiempo” – por un tiempo. El Diablo vendrá a ti de nuevo, como lo hizo con Jesús. Y de nuevo, no vendrá como un monstruo rojo con cuernos y un tridente. Utilizará a la gente para alejarte con los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Él no va a usar gente que no te agrada. Él no va a usar gente que no vale la pena escuchar. El Diablo es demasiado inteligente para eso. El vendrá como un ángel de luz. Él se va a disfrazar como algo bueno. Él usará gente que te agrada y respetas. Él usará a personas de tu trabajo de las que has aprendido – que son llamados “mentores” en el mundo de los negocios. Él va a utilizar personas en tu universidad que admiras y respetas – tus profesores y otros “mentores” en tu vida. Vas a escucharlos y seguir sus consejos. No vas a pensar de esta manera, pero ellos se convertirán en tu verdadero pastor – tu pastor, tu guía.

Ellos te ofrecerán los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. No vas a pensar que es una tentación. Se mirará bien para ti. Pero alejará tu amor de Jesús. La vanagloria de la vida te llevará paso a paso, tras marca y marca y meta tras meta, hasta que Jesús y la iglesia parezcan cosas antiguas que pertenecen a tu pasado. Cuando eras joven, Jesús y la iglesia parecían muy importantes, pero ahora comenzarás a ponerlos en un estante en una parte más pequeña de tu vida.

¿Cuándo los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida vienen a ti? No cuando eres un niño, o estás en la escuela secundaria. Cuando eres un niño, tu familia es tu mundo. Si estás en la iglesia, tu familia y la iglesia son todo tu mundo. Vives en el “mundo de la iglesia”. Ese es tu único mundo. Pero cuando llegas a la universidad, y cuando te gradúas y sigues adelante, entras en un mundo diferente. Si creciste en la iglesia, en realidad nunca viviste en este nuevo mundo antes. Parece nuevo y excitante. Haces preguntas que no habías pensado antes. Ofrece lo que parece ser libertad, conocimiento y emoción, y otras cosas que no tenías antes.

¿Qué es este nuevo mundo? Bueno, es “el mundo”. Es lo que la Biblia llama el “cosmos” – en Español, “el mundo”, el vasto mundo. Siempre has sabido que estaba allí. Pero ahora es abierto para ti. Ahora puedes pensar y elegir por ti mismo. Eres tentado como nunca antes lo habías sido. Lo que lo hace tan malo es el hecho de que ni siquiera lo ves como una tentación. Ahora el mundo te ofrece cosas – lo que parecen cosas realmente buenas. Un viejo himno dice que cuando pones tus ojos en Jesús, “lo terrenal sin valor será, A la luz del glorioso Señor”. Pero ahora va por el otro lado. Las cosas de la tierra brillan. Son reales y valiosas para ti. Son las cosas de Dios las que se oscurecen. No son nuevas para ti. Y así sucesivamente vas – y vas – hasta que seas cautivo – como Sansón, con los ojos cegados, ¡moliendo en el molino de ruedas del mundo!

¡Cuidado! ¡Ten cuidado de no caer! Gente más fuerte y más inteligente que tú ha caído. Pienso en una docena de hombres de mi edad. Dijeron que eran Cristianos. Algunos dijeron que querían estar en el ministerio. Fueron a la universidad. Algunos fueron al seminario. Pero todos ellos cayeron. Cada uno de ellos fue esclavizado por el mundo. Algunos se fueron tras los deseos de la carne. Otros se hicieron incrédulos. Muchos de ellos cayeron en la vanagloria de la vida. Ahora algunos no van a la iglesia para nada, y otros sólo el Domingo por la mañana. Ninguno de ellos está haciendo nada para Dios. Ninguno de ellos es ganador de almas. Ninguno de ellos va a servicios de la tarde el Domingo. Son lo que la Biblia llama “náufragos”.

¡Cuidado! ¡Ten cuidado de no caer! Puedo pensar en una docena de muchachos y muchachas cerca de tu edad. Hubo un tiempo en que dijeron que eran Cristianos. Pero algunos fueron a los deseos de la carne. Muchos cayeron en la vanagloria de la vida. ¿Podría sucederte a ti? ¡Ten cuidado de que no sea así!

“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (I Juan 2:15-17).

¿Cómo puedes hacer eso? Se honesto y lo suficientemente humilde para hablar sobre tus decisiones con el pastor y los líderes de la iglesia. La Biblia dice: “Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez” (Proverbios 19:20). Me sorprende que frecuentemente la gente haga decisiones importantes en su vida sin hablar con el pastor. ¿Por qué Dios puso un pastor y líderes Cristianos en la iglesia? Sí, para llevarte a Jesús – pero hay otra razón también. La Biblia dice, “ellos velan por vuestras almas” (Hebreos 13:17). Es el trabajo del pastor y los líderes Cristianos velar para tu alma y ayudarte a tener una vida Cristiana espiritual y exitosa. Pero esto no sucederá si no buscas su consejo sobre las decisiones importantes de tu vida. Escribes una nota para preguntarles a los líderes cuando ir de vacaciones. ¡Pero nunca piensas en preguntarles a los líderes sobre tu carrera! ¡Qué locura!

Antes de ser convertido leí este versículo en la Biblia, “Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12). Lo leí de nuevo dos capítulos después, “Hay camino que parece derecho al hombre, Pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 16:25). Me dije a mí mismo: “Puedes pensar que estás en el camino derecho, pero realmente estás en el camino de muerte”. Entonces Dios lo aplicó a mí – “Yo pensé que yo estaba en el camino derecho, pero en realidad yo estoy en el camino de muerte”. Dios me mostró esa verdad. Unos meses después fui convertido.

Esas palabras se encuentran todavía en la Biblia, “Hay camino que parece derecho al hombre, Pero su fin es camino de muerte”. ¿Escucharás esas palabras? ¿Pueden hablarte a ti? ¿Podría ser que el camino que te parece derecho es realmente el camino de muerte? ¿Eres el tentado y engañado? ¿Eres el que tiene que estar en guardia y poner primero a Jesús? ¿Eres el que necesita despertar? Oro para que despiertes ahora, antes de que te vayas más lejos por el mal camino.

Y ahora permíteme aplicar esto a ti que todavía no eres salvo. eres enfrentado con la misma opción – ¿vas a pertenecerle al mundo o vas a pertenecerle a Dios? Empieza con la decisión de volver a la iglesia. El Diablo te dirá, “No vuelvas a la iglesia. Tú tienes otras cosas que hacer”. El Diablo usará amigos y parientes incrédulos que te digan: “No vuelvas a la iglesia. Tienes otras cosas que hacer. Sólo sé como nosotros”. Vas a tener que decidir qué hacer. Es mi oración que regreses a la iglesia.

Y cada uno de ustedes va a confiar en Jesucristo – o te vas a negar a confiar en Él. Lo más importante que hagas en tu vida es – confía en Jesús y se salvo. Jesús murió en la Cruz para pagar por tu pecado. Él derramó Su Sangre para lavar tu pecado. Si confías en Él, Jesús te salvará por toda la eternidad. Jesús dijo: “Venid a mí” (Mateo 11:28). ¿Lo rechazarás a Él – o confiarás en Él? Oro que confíes en Jesús hoy. Amén.


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(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída por el Sr. Abel Prudhomme Antes del Sermón: I Juan 2:15-17.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“Nothing Between” (por Charles A. Tindley, 1851-1933;
alterada por Dr. Hymers).