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LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO –
¡LA ÚNICA ESPERANZA DEL HOMBRE!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, 10 de Junio, 2012

“Yo sé que mi Redentor vive, al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí” (Job 19:25-27).


En 1972 yo estaba en San Francisco, estudiando para mi Maestría en el Seminario Bautista Golden Gate Baptist Theological Seminary. Los catedráticos eran liberales teológicos. Rechazaban la inspiración verbal de la Biblia. Rechazaban que Cristo nació de la virgen. Decían que los cuatro Evangelios eran una cobertor de farsas y mentiras. Un catedrático citó favorablemente a modernista extremo Harry Emerson Fosdick. Él decía que la gente podía ser salva por medio de otras religiones, sin Cristo. Él citaba a Tillich quien dijo: “Dios no existe”. Otro maestro negaba toda profecía dada por Cristo sobre Su segunda venida. Él denunciaba y rechazaba la promesa de Cristo de que volvería en las nubes del cielo. Él no creía en la segunda venida de Cristo. Yo lo cité, dí su nombre, y la forma escrita de su declaración en un libro que escribí. Después de que este maestro muriera su nieto leyó mi libro. El joven me llamó y me gritó en el teléfono. Él dijo: “Mi abuelo sí creía en la segunda venida de Cristo. Él me lo dijo”. ¿Qué podía yo decirle a su nieto? íÉl le mintió al muchacho! Él le dijo que creía en la segunda venida, pese a habernos enseñado a los estudiantes que no era cierto. íAquellos maestros eran mentirosos, al igual que enemigos de la Biblia! En una clase del Antiguo Testamento el Dr. J. Kenneth Eakins dijo: “No hay mención de la resurrección del cuerpo, ni de la segunda venida de Cristo, en el Antiguo Testamento”. Yo me sentí como Peter Finch en la pelicula “Network”, cuando dijo: “¡Estoy tan enojado como el Infierno, y ya no aguantaré más!” Me puse de pie en el salón de clase y dije: “¡No! ¡Está equivocado! El libro más viejo del Antiguo Testamento dice:

‘Yo sé que mi Redentor vive, al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios’ (Job 19:25-26).

¡Te equivocas! Ese verso nos muestra claramente ambas: la segunda venida de Cristo, y la resurrección de los muertos”. Yo no era Hippie rebelde. Era demasiado viejo a los 31 años. Era un Republicano con un prendedor de la bandera Estadounidence en mi saco. Pero no pude resistir el defender la resurrección y la segunda venida en el Antiguo Testamento! ¡Era demasiado importante para que yo lo dejara pasar de largo!

¿Por qué me molestó tanto cuando el Dr. Eakins dijo esa mentira en el salón de clase – que el Antiguo Testamento nunca menciona la resurrección y la segunda venida de Cristo? Yo hervía de enojo porque mentiras así le han robado a millones de jovenes tener alguna esperanza. ¡No te equivoques! ¡Si Cristo no resucitó ni vuelve, entonces ustedes los jovenes no tienen ninguna esperanza – porque en el mundo no hay ninguna otra esperanza! El Apóstol Pablo dijo:

“Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados” (I Corintios 15:17).

La oscuridad y el pecado,
   Fueron afrenta y gran dolor;
Más señales de Su venida;
   ¡Nos traen gran gozo, luz al corazón!
Él viene otra vez, Él viene otra vez,
   El mismo Jesús que, rechazado fue;
Él viene otra vez, Él viene otra vez,
   ¡Con poder y gloria, Él viene otra vez!
(Traducción libre de “He is Coming Again”
     por Mabel Johnston Camp, 1871-1937).

¿Por qué batallé contra el liberalismo teológico en aquel seminario? Simplemente porque yo sabía que si la Bibia no era cierta no había esperanza. Yo sabía, en lo profundo de mi alma, que Fyodor Dostoyevsky (1821-1881) tenía razón cuando dijo:

Nadie puede vivir totalmente sin esperanza.
Vivir sin esperanza es dejar de vivir.

¡Yo peleaba por la esperanza que yo tenía en un Cristo vivo! El titulo de este sermón es “La Segunda Venida de Cristo – ¡La Unica Esperanza del Hombre!” ¿Es eso demasiado extremo? Si lo piensas así, por favor considera estas dos ideas.

I. Primero, sin fe en el Cristo resucitado que vendrá pronto el mundo no tiene esperanza.

Otra vez, Dostoyevsky dijo:

El Infierno no tiene esperanza. No es por accidente que la inscripción arriba de la entrada del infierno de Dante es: “Deja atrás toda esperanza, tú que entras aquí”.

Mucha gente hoy se halla en un infierno viviente – sin esperanza para el futuro. Una chica de veinte años de edad en un campo universitario dijo: “A los diecinueve estamos listos para morir. Nos dicen que somos la esperanza del mundo, pero no tenemos esperanza”. Cuando yo estuve en el bachillerato tuve un amigo que perdió toda la esperanza. Igual que esa chica, él dijo: “No tengo esperanza”. Fui sorprendido y aterrorizado cuando supe que había puesto una pistola en su boca y se había volado los cesos. El terrible horror de ese recuerdo aun me persigue. Jamás olvidaré el terrible sonido de su voz diciendo: “No tengo esperanza”. Dos años después, mi autor moderno favorito, Ernest Hemingway hizo lo mismo – se disparó en la cabeza, anciano quebrantado y sin esperanza.

El Viernes pasado leí en el periodico que “Los suicidios surgen entre las tropas Estadounidences, con promedio de uno por día este año – al paso más rápido en la década de guerra de la nación” (traducción de The Daily News, June 8, 2012, p. A1). El periódico decía: “Los motivos por dicho aumento todavía no se entiende por completo” (ibid.). Un psiquiatra dijo: “Lo que vuelve a una persona suicida y a otra no realmente no se sabe” (ibid.). Ese psiquiatra quizá no entienda el motivo pero yo sí. La gente que comete suicidio ha perdido toda esperanza. Mucho que no llegan a suicidarse toman drogas o beben alcohol tratando inutilmente de olvidar su falta de esperanza. Yo creo que la falta de esperanza se encuentra tras el gran auge del alcohol y el abuso de las drogas. El Apóstol Pablo los describe a gente que trata todo para olvidar su ansiedad existencial y su depresión como: “Sin esperanza y sin Dios en el mundo” (Efesios 2:12).

“Sin esperanza y sin Dios en el mundo”. ¡Horrible! ¡No sé cómo alguien puede vivir así! Y sin embargo millones de jovenes lo hacen. Con razón pasan horas en el Internet, mandando textos o twitters, aun cuando conducen, aun en la cama en la noche. Y cuando se levanta en la mañana juegan juego de video tras otro tras otro – ¡por horas!. Me parece que hacen todo lo que pueden para mantener sus mentes ocupadas, para no dejar de pensar “No tengo esperanza. Estoy sin Dios en el mundo”.

Cuando una persona no tiene conciencia de Dios, la vida es solo un desorden sin esperanza. Cuando alguien no tiene esperanza en el Cristo viviente, y no tiene fe que Él volverá, esa persona existe en un infierno viviente. Vivir ese tipo de vida es dejar toda esperanza atrás. Como lo puso Dante: “Deja atrás toda esperanza, tú que entras aquí”.

Las diversiones solamente son una ayuda temporal. Te decimos que estés en la iglesia cada vez que la puerta esté abierta. Pero tu atención se distraer con un evento de la escuela, con la fiesta de alguien, o cualquier otro evento. Así que, te vas – distrayendo tu mente unas cuantas horas, tratando de olvidar que tu vida no tiene significado, tratando de olvidar que lo que dijo aquella chica que sentía: “A los diecinueve estamos listos para morir. Nos dicen que somos la esperanza del mundo, pero nosotros no tenemos esperanza”.

Nosotros estamos aquí para decirte que hay un camino mejor: “que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza”, como dijo el Apóstol Pablo en I Tesalonicenses 4:13 Si escuchas el Evangelio, te vuelves un Cristiano verdadero, y entras a la iglesia cada vez que la puerta esté abierta el demonio de la falta de esperanza se apartará de tí. ¡Ah, sí! Yo creo que en verdad sí hay un demonio de falta de esperanza. Cuando tal demonio cautiva a una persona, tratará de ahogar su dolor en las drogas o el alcohol. Y cuando eso no funciona sus demonios lo llevarán a suicidarse. Pero Cristo ha venido “para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza” (I Tesalonicenses 4:13). Sí, sin fe en el Cristo resucitado que viene pronto el mundo no tiene esperanza.

II. Segundo, nuestra esperanza está en el Cristo resucitado, ¡quien pronto vendrá otra vez!

La Biblia dice que Él fue

“...declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos” (Romanos 1:4).

Sí, Cristo está vivo. No, Él no es un espíritu flotando por ahí en alguna parte. ¡No! ¡Él fue declarado que es el Hijo de Dios por Su resurrección de entre los muertos! Después que resucitó de los muertos, Él dijo a sus discípulos:

“¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies” (Lucas 24:38-40).

Ellos vieron los agujeros de Sus manos y pies que fueron hechos cuando Él fue clavado en la Cruz. ¡Luego se sentó y comió una comida con ellos! ¡Alabado sea el Señor, Jesús de carne y hueso había resucitado literalmente de los muertos!

¡Eres Señor! ¡Eres Señor!
De los muertos resucitaste,
¡Y eres Señor!
Todos se arrodillarán y todos confesarán
¡Que Jesucristo es el Señor!

¡Pónganse de pie y cántenla conmigo!

¡Eres Señor! ¡Eres Señor!
De los muertos resucitaste,
¡Y eres Señor!
Todos se arrodillarán y todos confesarán
¡Que Jesucristo es el Señor!

Se pueden sentar.

¡Y porque Él es el Señor, este mismo Jesús viene otra vez de Su lugar en el Cielo!

“Y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria” (Mateo 24:30).

¡Bendita es esa esperanza!
   ¡Divino rapto al corazón!
¡O día feliz! ¡Él aparece!
   Su gloria suprema, siempre brillará.
Él viene otra vez, Él viene otra vez,
   El mismo Jesús que, rechazado fue;
Él viene otra vez, Él viene otra vez,
   ¡Con poder y gloria, Él viene otra vez!

¡Oh, escucha al Apóstol Pablo cuando habla de la venida de Cristo en las nubes!

“Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13).

¡Esa es nuestra bendita esperanza! ¡Esa es la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo! ¡Él viene otra vez! ¡Él viene otra vez! ¡Con poder y gran gloria Él viene otra vez!

El Dr. I. M Haldeman (1845-1933), el pastor por mucho tiempo de la Primera Iglesia Bautista de la Ciudad de Nueva York, dijo:

      La venida de Cristo se mantiene como la bendita esperanza de la iglesia. En ningún lugar los Cristianos son exhortados a prepararse para la muerte o la esperanza para el Cielo, pero siempre, sin interrupción se anuncia, vigilar, esperar, estar a la expectativa de la venida del Señor...Que viene significa el fin de la larga y cansada peregrinación [de la iglesia].
Significa triunfo sobre el pecado, la enfermedad, el dolor y la muerte.
Significa [que tu ya no eres] el [mendigo] del mundo, pero su
               gobernante.

Significa la presencia del Rey, la posesión de Su semejanza, la
               proporción de Su trono y la administración de Su reino.

Significa todo por lo que la iglesia ha esperado y orado, todo por lo
               que ha luchado y sufrido...

Significa…traer todo el mundo a los pies de [Cristo], en donde con
              gozo inefable se escuchará a toda lengua confesar que Jesucristo
              es Señor para gloria de Dios Padre…

(Traducción de I. M. Haldeman, D.D., “Christ’s Second Coming”).

¡Gracias a Dios por la bendita esperanza de la segunda venida de Cristo!

Pero, oh, debes confiar en Él ahora. Incluso ahora, antes de venir, debe confiar en Él y ser salvo. Él te llama que vengas Él. Él dice: “Venid a mí...y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Él está vivo ahora en el Cielo. ¡Confía en Él! Él derramó Su Sangre para limpiarte de todo pecado. ¡Confía en Él! Él murió en la Cruz para pagar el castigo por todos tus pecados. ¡Confía en Él! Él viene otra vez en las nubes de gloria. ¡Confía en Él! Él te salvará de una vida sin esperanza. ¡Confía en Él! Él te salvará de tus pecados. Él te salvará de la oscuridad del Infierno. ¡Confía en Él! Él te dará vida eterna. ¡Confía en Él! Oh, te ruego esta mañana – ¡confía en Él! Voltéate de tu vida pecaminosa. Ven a la iglesia cada vez que la puerta esté abierta. ¡Y confía en Él! “A Jesús ven. A Jesús ven. Y confía en Él. Él te salva. Él te salva. ¡Él te salvará!”

(FIN DEL SERMÓN)
Puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.

You may email Dr. Hymers at rlhymersjr@sbcglobal.net, (Click Here) – or you may
write to him at P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Or phone him at (818)352-0452.

La Escritura Leída Antes del Sermón por Dr. Kreighton L. Chan: II Pedro 3:3-7.
El Solo Cantado Antes del Sermón por Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“He is Coming Again” (por Mabel Johnston Camp, 1871-1937).


EL BOSQUEJO DE

LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO –
¡LA ÚNICA ESPERANZA DEL HOMBRE!

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios; Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí” (Job 19:25-27).

(I Corintios 15:17)

I.   Primero, sin fe en el Cristo resucitado que pronto vendrá el mundo
no tiene esperanza, Efesios 2:12; I Tesalonicenses 4:13.

II.  Segundo, nuestra esperanza está en el Cristo resucitado, ¡quién pronto
vendrá otra vez! Romanos 1:4; Lucas 24:38-40; Mateo 24:30;
Tito 2:13; Mateo 11:28.