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LA AGONÍA DE CRISTO EN GETSEMANI por Dr. R. L. Hymers, Jr. Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles “Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra” (Lucas 22:44). |
El Domingo pasado en la noche prediqué sobre “Las Lagrimas de Jesús”. Oprime aquí para leerlo. El ultimo punto de ese sermón era: “Jesús Lloró en el Huerto de Getsemaní”. Yo dije: “En el Huerto de Getsemaní, la noche antes de ser clavado en la Cruz, Jesús sufrió y oró solo. Allí en la oscuridad de Getsemaní el Salvador derramó Su alma en oración a Dios. Conforme a Hebreos 5:7 Él oró “con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.” ¿Qué temía? Yo creo que Jesús temía que iba a morir allí en el Huerto, antes de poder ir a la Cruz para expiar nuestros pecados”.
Yo cité al Dr. John R. Rice, quien dijo: “Jesús oró para que la copa de la muerte pasara de Él aquella noche para que pudiera vivir para morir en la cruz el día siguiente”. Cité al teólogo Dr. J. Oliver Buswell quien dijo que Jesús “oró por la liberación de la muerte en el huerto, con el fin de que pudiese cumplir Su propósito en la cruz”. También cité al Dr. J. Vernon McGee, quien dijo: “Mi amigo, Él fue escuchado; Él no murió en el Huerto de Getsemaní”. También dije que Jesús estuvo en gran agonía cuando Dios puso nuestros pecados sobre Él.
Una persona que leyó ese sermón me preguntó por qué Jesús necesitaba ir a la Cruz. ¿Por qué no podía morir por nuestros pecados allí en el Huerto? Yo le respondí con decir que eso no era posible. La Biblia dice:
“Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras” (I Corintios 15:3).
Cristo tuvo que morir “conforme a las Escrituras” – kata tas graphas. Si hubiera muerto en el Huerto de Getsemaní Él no hubiera sido el Salvador profetizado en las Escrituras del Antiguo Testamento. ¡Él se hubiera sido un impostor, no el Salvador profetizado! Él tenía que morir kata tas graphas, “conforme a las Escrituras”. “Las Escrituras” se refiera al Antiguo Testamento, ya que el Nuevo Testamento aun no se escribía. Justo antes de que Jesús entrase a Getsemaní él dijo: “que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos” (Lucas 22:37). Él citó Isaías 53:12, diciendo que tenía que cumplir aquel verso, al ser crucificado entre dos ladrones. Si hubiera muerto en Getsemaní no hubiera cumplido Isaías 53:12; Él no hubiera muerto kata tas graphas, “conforme a las Escrituras”, ¡Él no hubiera sido el Salvador profetizado por Isaías!
Isaías capitulo 53 da la profecía más completa en el Antiguo Testamento de la crucifixión de Cristo. En realidad ese pasaje comienza con Isaías 52:13 y continua 15 versos en la Biblia. Da profecía tras profecía tocante a la crucifixión de Cristo. Muy pocas de esas profecías de Su crucifixión se hubieran cumplido si Jesús hubiera muerto en Getsemaní. Isaías 50:6, que habló de sus azotes, de la vergüenza y esputos, no se hubiera cumplido. Salmo 22:16, que profetizaba el horadar de Sus manos y pies, no se hubiera cumplido, tampoco Zacarías 12:10, “mirarán a mí, a quien traspasaron”. El Salmo 22 también da una profecía tras otra que no hubieran sido cumplidas si Jesús hubiera muerto en Getsemaní. Y muchas otras profecías en el Antiguo Testamento no se hubieran cumplido si Jesús hubiera muerto en el Huerto. ¡No es maravilla que Jesús orara en el Huerto de Getsemaní “con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente” (Hebreos 5:7). Él temía morir allí en el Huerto, y no llegar a la Cruz al día siguiente! Él tenía que kata tas graphas, “conforme a las Escrituras”. Cristo cumplió las profecías en detalles diminutos cuando fue crucificado. Si Él hubiera muerto en Getsemaní, bajo el peso de nuestro pecado, ninguna de estas profecías – y Cristo hubiera sido impostor, no el Salvador de la humanidad predicho en las Escrituras. Cristo no hubiera “muerto por nuestros pecados conforme a las Escrituras” (I Corintios 15:3). Con razón Él oraba en Getsemaní, “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa” (Lucas 22:42).
“Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”
(Lucas 22:44).
La palabra Griega traducida “agonía” es “agonia”. Significa “angustia y esfuerzo emocional severo” (Vine). Jesús pasó angustia extrema, tormento y dolor intenso allí en la oscuridad. Pensemos sobre Su agonía en Getsemaní por unos minutos esta noche.
I. Primero, Su agonía descrita.
Jesús comió la cena de Pascua con Sus Discípulos. Allí Él celebró la primera Santa Cena con ellos. Judas dejó el grupo y se fue a los principales sacerdotes para traicionarlo. Los que quedaron cantaron un himno y se fueron al otro lado del Torrente Cedrón, al lado del Monte de Olivos, a la oscuridad del Huerto de Getsemaní. A la orilla del Huerto Jesús dejó a ocho de los Discípulos, diciéndoles: “Sentaos aquí, entre tanto que yo oro” (Marcos 14:32). Él entonces llevó a Pedro, a Jacobo y a Juan consigo más dentro del Huerto donde Él “comenzó a entristecerse y a angustiarse. Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad” (Marcos 14:33-34). Joseph Hart dijo:
Muchas penas aguantó,
Tentaciones encontró,
Al dolor acostumbrado:
Mas la pena aun peor
¡Fue para sufrirla en ti,
Muy triste Getsemaní!
¡Fue para sufrirla en ti,
Muy triste Getsemaní!
(Traducción de “Many Woes He Had Endured” por Joseph Hart, 1712-1768;
al son de “Come, Ye Sinners”).
Mateo dice que Él “comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera” (Mateo 26:37). En referencia a la palabra Griega traducida “angustiarse en gran manera” dice Goodwin que había algo que disturbaba o distraía en la agonía de Jesús, ya que la palabra significa “separación de la gente – hombre en distracción, separado de la humanidad”. ¡Qué pensamiento! Jesús fue sacado de distracción a estar casi enloquecido, por la intensidad de Su agonía. Mateo cita al Salvador diciendo: “Mi alma está muy triste, hasta la muerte” (Mateo 26:38). La palabra Griega traducida “muy triste” significa “totalmente entristecido, intensamente triste” (Strong), sobrecogido con penar. “Él fue hundido de cabeza en dolor y sin tener donde respirar” dijo Goodwin. Rienecker dijo que Él estuvo: “Rodeado de dolor, sobrecogido con aflicción”. Jesús fue sumergido en profundo dolor y penar. Marcos nos dice que Él “comenzó a entristecerse y a angustiarse” (Marcos 14:33). La palabra Griega traducida “entristecerse” significa “completamente angustiado” (Strong), “estando en las misma garras del horror” (Rienecker), “muy angustiado, arrojado al…terror, alarmado del todo, aterrado, impactado con horror” (Wuest). Joseph Hart dijo:
Venid los santos del Señor,
La sangre deseando sentir,
Conmigo piensen con pesar,
A cantar de Getsemaní.
Aquí el Señor de vida oró,
Temió, gimió y suspiró,
La carga toda la llevó,
Con fuerza y nada le faltó.
(Traducción de “Gethsemane, The Olive-Press!” por Joseph Hart, 1712-1768;
al son de “‘Tis Midnight, and on Olive’s Brow”).
“Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”
(Lucas 22:44).
II. Segundo, la causa de Su agonía.
¿Qué causó el dolor de Cristo en el Huerto? Yo solía pensar que su agonía venía por un ataque de Satanás. Pero ahora dudo que éste fuera el caso. El Diablo no se menciona en ninguno de los registros de Su agonía en Getsemaní. Al comienzo de Su ministerio fue tentado severamente por el Diablo. Tres veces en el desierto “el tentador vino a él” (Mateo 4:3). Pero nunca leemos que Jesús fue a “entristecerse y angustiarse en gran manera” durante ese tiempo de la tentación. No se hace mención de algo parecido a Su sudor como sangre en Getsemaní. Durante su tentación en el desierto Jesús venció al Diablo con facilidad comparativa citando la Palabra de Dios. Pero en Getsemaní Su agonía fue tan grande que le llevó al borde de la muerte. El Dr. McGee dijo: “Cuando Él oró en el Huerto, ‘pasa de mí esta copa’ (Lucas 22:42), la copa era la muerte. Él no quería morir en el Huerto de Getsemaní” (traducción de J. Vernon McGee, Th.D., Thru the Bible, Thomas Nelson Publishers, tomo V, p. 540; nota sobre Hebreos 5:7).
A mí me parece que la amarga agonía en Getsemaní vino de Dios el Padre. Creo que, en el Huerto:
“Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:6).
Spurgeon dijo, que en Getsemaní, Dios el Padre “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado” (II Corintios 5:21). “Él ahora iba...a soportar la maldición que era para los pecadores, porque él estaba en el lugar del pecador y debía sufrir en el lugar del pecador...ahora se daba cuenta, tal vez por primera vez, que iba a ser un portador del pecado...porque se puso todo en él” (traducción de C. H. Spurgeon, “The Agony in Gethsemane,” The Metropolitan Tabernacle Pulpit, Pilgrim Publications, 1971, tomo XX, p. 593).
Había dos machos cabríos utilizados por Aarón en el Día de la Expiación. En el Huerto Cristo está representado el segundo. El segundo experimentaba gran agonía al ser hecho una ofrenda por el pecado. El miedo y el dolor que este animal sintió, es sólo una pequeña imagen, un tipo de la agonía de Cristo. La agonía de Jesús en el Huerto es el anti tipo, el cumplimiento.
“Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”
(Lucas 22:44).
El profeta Isaías dijo:
“Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado...” (Isaías 53:10).
¡Por seguro esto comenzó en el Huerto de Getsemaní!
Es medianoche y por el vil,
En sangre llora el Señor;
Más Él muy triste postrado
No es olvidado por Su Dios.
(Traducción libre de “‘Tis Midnight, and on Olive’s Brow”
por William B. Tappan, 1794-1849).
“Es media noche y por el vil, en sangre llora el Señor”. El Dr. John Gill dijo: “Ahora está golpeado, y su padre lo hace sufrir, sus penas comienzan ahora, por que no terminó aquí, sino en la cruz...se puso ‘angustiado en gran manera’ con el peso de los pecados de su pueblo, y el sentido de la ira divina, con la que estaba angustiado y abrumado por lo que...estaba listo para desmayarse, hundirse y morir...fue llevado, por así decirlo, al polvo de la muerte, tampoco sus penas lo dejaron...hasta que su alma y su cuerpo estaban separados uno del otro” sobre la Cruz (traducción de John Gill, D.D., An Exposition of the New Testament, The Baptist Standard Bearer, reimpreso en 1989, tomo I, p. 334).
Fue en Getsemaní que “Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:6). Joseph Hart dijo:
Cargó allí [el Hijo de Dios] mi culpa,
Por la gracia esto creed;
Los horrores que Él sintió
Muchos son para entender.
Nadie puede penetrarte,
¡Oh, triste Getsemaní!
Nadie puede penetrarte,
¡Oh, triste Getsemaní!
(Traducción libre de “Many Woes He Had Endured”
por Joseph Hart, 1712-1768; al son de “Come, Ye Sinners”).
“Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”
(Lucas 22:44).
A Jesús mirad, sufrir,
¡Sudando sangre en dolor!
Tan profundo ese amor,
¡Oh, que amor el del Señor!
(Traducción libre de “Thine Unknown Sufferings” por Joseph Hart, 1712-1768
al son de “‘Tis Midnight, and on Olive’s Brow”).
“Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:6).
Cristo cargó nuestros pecados en el Huerto de Getsemaní, y cargó nuestros pecados “en Su propio cuerpo” a la Cruz, donde murió al día siguiente. ¡Fue nuestro pecado lo que lo que lo aplastó hasta que Él sudó sangre!
“Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”
(Lucas 22:44).
Sí, Él llevó nuestros pecados en Su cuerpo sobre la Cruz.
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero” (I Pedro 2:24).
Ve al Huerto de Getsemaní y mira lo que Jesús ha hecho por ti y por mí. Deberíamos de haber ido al Infierno por nuestros pecados. Pero Jesús tomó los pecados sobre Sí Mismo, y pasó por el Infierno en el Huerto, y en la Cruz, para pagar la pena completa por nuestras iniquidades.
Todo Cristiano debe meditar a menudo sobre Getsemaní y la Cruz. Getsemaní y la Cruz son inseparables. “A los que se salvan, esto es, a nosotros, [la Cruz] es poder de Dios” (I Corintios 1:18). La obra de Cristo en Getsemaní y en la Cruz nos dan poder para vivir para Dios. ¡Somos inspirados a vivir para Cristo al pensar en Su agonía!
Cerca de la cruz, Jesús,
Sus escenas tráeme;
Ayúdame a andar,
Cubierto en tu sombra.
En la cruz, en la cruz,
Sea allí mi gloria;
Hasta que el río al cruzar
Mi alma descanse.
(Traducción de “Near the Cross” por Fanny J. Crosby, 1820-1915).
Y a ti que aun no eres salvo te digo: ¿Cómo puedes verlo revolcarse en el tormento y la sangre, en la oscuridad sufriendo por ti, y así alejarte de Él? ¡Él está sufriendo por tus pecados! ¿Cómo puedes negarlo, y rechazar un amor como este?
“Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra” (Lucas 22:44).
A Jesús mirad, sufir,
¡Sudando sangre en dolor!
Tan profundo ese amor,
¡Oh, que amor el del Señor!
¡Jesús llevó tus pecados sobre Sí Mismo en Getsemaní porque Él te ama!
Son pecados contra Dios;
Contra Su perfecta ley;
Contra Su sangre, Su amor;
Son pecados contra Él;
Vastos pecados cual mar –
¡Cúbreme, Getsemaní!
Vastos pecados cual mar –
¡Cúbreme, Getsemaní!
(Traducción libre de “Many Woes He Had Endured”
por Joseph Hart, 1712-1768; al son de “Come, Ye Sinners”).
¿Confiarás en Él esta noche? ¿Vendrás a Él quien te ama con un amor eterno? ¡Cree en el agonizante Salvador! ¡Confía en Él ahora! ¡Tus pecados serán perdonados por Él, y tendrás vida eterna!
(FIN DEL SERMÓN)
Puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime
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write to him at P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Or phone him at (818)352-0452.
La Escritura Leída Antes del Sermón por Dr. Kreighton L. Chan: Marcos 14:32-41.
El Solo Cantado Antes del Sermón por Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“‘Tis Midnight, and on Olive’s Brow” (por William B. Tappan, 1794-1849).
EL BOSQUEJO DE LA AGONÍA DE CRISTO EN GETSEMANÍ por Dr. R. L. Hymers, Jr. “Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra” (Lucas 22:44). (Hebreos 5:7; I Corintios 15:3; Lucas 22:37; I. Primero, Su agonía descrita, Marcos 14:32, 33-34;
II. Segundo, la causa de Su agonía, Mateo 4:3; |