Print Sermon

El propósito de este sitio de Internet es proporcionar manuscritos de sermones gratuitos y videos de sermones a pastores y misioneros en todo el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, donde hay pocos, si es que hay, seminarios teológicos o escuelas Bíblicas.

Estos manuscritos de sermones y videos ahora van a casi 1,500,000 computadoras en más de 221 países todos los meses en www.sermonsfortheworld.com. Otros cientos miran los videos en YouTube, pero rápidamente dejan YouTube y vienen a nuestro sitio de Internet. Los manuscritos de sermones se dan en 46 idiomas a casi 120,000 computadoras cada mes. Los manuscritos de sermones no tienen derecho de autor, así que los predicadores pueden usarlos sin nuestro permiso. Por favor, oprime aquí para aprender cómo puedes hacer una donación mensual para ayudarnos en esta gran obra de predicar el Evangelio a todo el mundo.

Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.




¿POR QUÉ ROB BELL ESTÁ
TAN EQUIVOCADO SOBRE EL INFIERNO?

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, 8 de Mayo, 2011

“Irán éstos al castigo eterno...” (Mateo 25:46).


Éste parece ser un texto extraño para predicarlo en el Día de las Madres. Pero este sermón no es realmente sobre el Infierno. El tema de este sermón es la enseñanza falsa de un joven pastor de una “iglesia que emerge”, llamado Robert Bell, Jr. El punto principal del sermón es que muchos evangélicos jóvenes, como Bell, nunca han sido convertidos.

No es sabio que madres Cristianas animen a sus hijos a decir una “oración rápida” y ser bautizados sin pasar por una verdadera experiencia de conversión. “Salvación por una oración” ha llevado a millones de jóvenes evangélicos a conversiones falsas. Es por eso que el 88% de los jóvenes evangélicos se van para siempre de la iglesia cuando llegan a los 25 años de edad, y el doce por ciento que se queda frecuentemente se voltea a los errores del movimiento del “propósito impulsado” – o las herejías de la “iglesia emergente”. Las madres evangélicas tienen la obligación de asegurarse, lo más humanamente posible, que sus hijos experimenten una conversión verdadera. Yo le incito a cada madre en nuestra iglesia que haga eso.

Continuando con sus ataques anuales de la Pascua sobre la Cristiandad Bíblica la revista en Inglés, Time tuvo en su portada una historia titulada, “¿Qué si no hay Infierno?” (Abril 25, 2011). El tema de este artículo era la posición que toma Rob Bell acerca del Infierno. Para “darle al Diablo lo que merece”, debo señalar que el título del artículo de la revista Time no describe exactamente la posición de Rob Bell. Fue erróneo que la revista Time implicara que Rob Bell no cree en el Infierno. Él cree en el Infierno – pero (y es aquí donde está equivocado) no cree que es “eterno”. Robert Bell, Jr. es un predicador de la “iglesia emergente” que ha causado una profunda preocupación a muchos pastores por su enseñanza no Bíblica sobre el Infierno. Conocidos líderes Cristianos como el Dr. John Piper, y el Dr. Albert Mohler, presidente del Seminario Teológico Sureño Bautista en Louisville, Kentucky, han repudiado abiertamente la falsa enseñanza de Bell.

Jesús dijo, “Irán éstos al castigo eterno” (Mateo 25:46). Bell no cree eso. Bell dijo: “El Infierno no es para siempre, y el amor, al final, ganará y todo será reconciliado con Dios” (traducción de Rob Bell, Love Wins, HarperOne, 2011, p. 109).

Jesús dijo: “Irán éstos al castigo eterno” (Mateo 25:46). La palabra Griega traducida “eterno” significa “perpetuo, eterno” (James Strong, A Greek Dictionary of the New Testament) – “sin fin, eterno” (George Ricker Berry, A Greek-English Lexicon, number 166, coded to Strong). Bell mal interpreta esta palabra para hacer referencia “a un período de tiempo con un principio y un final” (Love Wins, p. 32). Pero James Strong y George Ricker Berry sabían más del idioma Griego que Rob Bell nunca sabrá. Y ellos dijeron que la palabra Griega significa “perpetuo, eterno” – “sin fin, eterno”. Jesús dijo: “Irán éstos al castigo eterno” (Mateo 25:46).

Rob Bell llamó a lo que Jesús dijo: “equivocado y tóxico” (Love Wins, p. viii). Mi asociado el Dr. C. L. Cagan, dijo: “Es claro que Bell odia y resiste el Cristianismo Bíblico histórico, particularmente el punto de vista de Cristo del juicio después de la muerte”. El Dr. John Gill (1697-1771) tenía un profundo conocimiento de las lenguas Bíblicas. Comenzando con Mateo 25:46, el Dr. Gill dijo:

Irán éstos al castigo eterno...En cuerpo y alma, como justamente merecido por el pecado, que es cometido contra un Dios infinito, no puede ser satisfecho por una criatura finita, que por lo tanto por siempre debe soportar el castigo del mismo, porque su contaminación y culpa siempre permanecerán (traducción de John Gill, D.D., An Exposition of the New Testament, The Baptist Standard Bearer, 1989 reimpresión, volumen I, p. 318; nota sobre Mateo 25:46).

Sí, el Señor Jesucristo dijo:

“Irán éstos al castigo eterno” (Mateo 25:46).

Mi propósito en este sermón no es defender la doctrina del “castigo eterno”. Supongo que la mayoría, si no todos ustedes, creen en ella, ya que Cristo habló de ella con tanta claridad y con tanta frecuencia en los cuatro Evangelios. Por lo tanto, yo no voy a defender la doctrina del castigo eterno en este sermón. Mi propósito, en este sermón, es tratar de explicar por qué Rob Bell rechaza la naturaleza eterna del infierno. Y me parece que hay dos razones básicas por qué él rechaza las palabras del Señor Jesucristo, “E irán éstos al castigo eterno”.

I. Primero, Rob Bell rechaza el “castigo eterno” porque él fue confundido por el liberalismo.

Rob Bell se graduó del Seminario Teológico Fuller en Pasadena, California. Fue allí donde Bell se confundió sobre la autoridad de la Biblia.

La primera declaración de fe del Seminario Fuller dijo: “Los libros que forman el criterio del Antiguo Testamento dado originalmente es plenariamente inspirado y libre de todo error. Estos libros constituyen la Palabra escrita de Dios, la única regla infalible de fe y práctica” (traducción de la cita de Harold Lindsell, Ph.D., The Battle for the Bible, Zondervan Publishing House, 1978 edición, p.107). Por lo tanto, la declaración original del Seminario Fuller de fe enseña la infalibilidad de la Biblia, que las Escrituras son “libres de todo error” y que la Biblia es “la Palabra de Dios escrita, la única regla infalible de la fe y la práctica”. Aunque su primera declaración de fe dice eso, después se cambió. Pero el Seminario Fuller originalmente enseñó lo que la Biblia dice acerca de sí misma,

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”
       (II Timoteo 3:16).

Volveré y te diré por qué el Seminario Fuller cambió, y como confundió a Rob Bell cuando se hizo una institución liberal. Pero primero te voy a leer una declaración del Dr. W. A. Criswell (1909-2002) sobre la inerrancia de las Escrituras.

El Dr. Criswell, pastor por mucho tiempo de la Primera Iglesia Bautista de Dallas, Texas, en su famoso libro en Inglés, Por qué Yo Predico que la Biblia es Literalmente Verdadera [Why I Preach that the Bible is Literally True,] dijo esto sobre II Timoteo 3:16. El Dr. Criswell dijo:

“Toda escritura es inspirada por Dios”. Dos palabras usadas en este texto nos presentan la vista apostólica concerniente a la inspiración de las Sagradas Escrituras. Una palabra es graphe¸ que significa “escrito”, y la otra es theopneustos, que significa “Dios-sopló”. Es lo “escrito”, las Escrituras, que son “Dios-sopladas”, inspiradas. En el pergamino original cada frase, palabra, línea, marca, punto, coma y tilde fueron puestos allí por la inspiración de Dios. No puede haber ninguna duda de nada...Hay muchos que niegan esto y dicen que las Escrituras son inspiradas en lugares, en partes, en porciones, en secciones. Sin embargo, ninguna doctrina como esta se encuentra en la Biblia. Los libros históricos, los libros de la legislación Mosáica, los libros poéticos, los profetas, los Evangelios, las Epístolas y el Apocalipsis, todos son inspirados en cada detalle. La inspiración incluye la forma y la sustancia, la palabra y el pensamiento. Esto se conoce como la teoría de la inspiración verbal, la cual es negada vehementemente por muchos teólogos modernos...Pero estoy insistiendo, no presentando ninguna otra teoría, excepto la que se encuentra en la Biblia (traducción de W. A. Criswell, Ph.D., Why I Preach that the Bible is Literally True, Broadman Press, 1969 edición, pp. 33-34).

Rob Bell no cree lo que el Dr. W. A. Criswell dijo. Él no cree en la inspiración de todas las palabras de la Escritura (inspiración verbal y plenaria). ¿Por qué? Por que él se graduó del Seminario Teológico Fuller. El Seminario Fuller cambió su declaración doctrinal en la década de 1970, mucho antes de que Bell asistiera allí. Fuller ahora enseña que la Biblia está llena de errores. Para una explicación más completa de cómo sucedió esto, lee el libro del Dr. Harold Lindsell en Inglés, La Batalla por la Biblia, [The Battle for the Bible,] el capítulo sexto, titulado, “El Extraño Caso del Seminario Teológico Fuller” (Zondervan Publishing House, 1978 edición, pp 106-121). El Seminario Fuller ya no cree que la Biblia fue inspirada palabra por palabra (inspiración verbal plena).

Rob Bell se graduó de este seminario. Él aprendió allí a no confiar en las palabras de la Biblia. Rob Bell aprendió a torcer las Escrituras allí. Es por eso que el Dr. Richard Mouw, el actual presidente del Seminario Fuller, defendió el libro de Rob Bell que ataca el castigo eterno del Infierno. El Dr. Mouw, presidente de Seminario Fuller, dijo: “Es muy difícil [asistir a Fuller] y salir con una mente cerrada que atrae firmes límites acerca de la teología” (Time, ibíd., p. 43)

.

Bueno, yo me gradué de dos seminarios que fueron tan liberales como Fuller, y sin embargo salí con una “mente cerrada” que la Biblia es verdadera “completamente”. Estudié la crítica de redacción y crítica de las formas, y a Barth, Brunner, Tillich, Rudolf Bultmann, y otros liberales que Rob Bell estudió. Sin embargo, nunca dejé de creer en la inspiración, palabra por palabra de la Biblia Hebrea y Griega. Y, porque creo las palabras de la Biblia, no tengo problemas en atraer “firmes límites acerca de la teología”. El Señor Jesucristo dijo:

“Irán éstos al castigo eterno” (Mateo 25:46).

Puede que no me guste. Puede que no le agrade a mi carne. Pero Cristo lo dijo. Yo lo creo. ¡Y eso es todo! No hay “lugar para titubear”. Como lo puso Lutero, “Mi conciencia está sellada a la Palabra de Dios”.

“Irán éstos al castigo eterno” (Mateo 25:46).

Pero estoy convencido que hay otra razón por la que Rob Bell rechaza esas palabras del Señor Jesucristo.

II. Segundo, Rob Bell rechaza el “castigo eterno” porque él fue engañado por el decisionismo.

El liberalismo en el Seminario de Fuller fue capaz de sabotear la fe de Bell en la Biblia porque, juzgando sus propias palabras, él hizo una “decisión” en vez de experimentar la verdadera conversión. Rob Bell es casi lo suficientemente joven que podría ser mi nieto. Si él lee este sermón en el Internet, y llega hasta aquí, espero y oro que piense de nuevo en su propia “conversión.” Me encantaría que él experimentara la verdadera conversión. La Biblia dice:

“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos” (II Corintios 13:5).

Yo conocí a dos hombres, que estudiaron conmigo en el seminario liberal, que verdaderamente fueron convertidos después. Oro que eso también le suceda a Rob Bell.

Me parece que Rob Bell hizo la tal llamada “oración del pecador” sin ser renacido y convertido. En su libro Bell dice:

      Una noche cuando yo estaba en la escuela primaria, arrodillado a la orilla de mi cama en mi cuarto dije una oración…Con mis padres al lado mío, Yo invité a Jesús a entrar en mi corazón. Le dije a Dios que creía ser un pecador y que Jesús vino a salvarme y que yo quería ser Cristiano.
      Todavía recuerdo esa oración. Hizo algo en mi. Algo en mi. En una manera inocente de un niño de primaria, creí que Dios me amaba y que Jesús vino a mostrarme ese amor y que yo era invitado a aceptar ese amor (traducción de Rob Bell, Love Wins, ibid., pp. 193-194).

¿Qué está mal aquí? Varias cosas. En primer lugar, él invitó a Jesús a entrar “en [su] corazón.” Eso es mortal. La Biblia repetidamente nos dice que Jesucristo está en el Cielo, sentado a la diestra de Dios. La Biblia nunca le dice a un pecador perdido que “invite a Jesús en su corazón”. Ni un solo versículo de la Escritura enseña eso. En segundo lugar, le dijo “a Dios que [él] creía que [él] era un pecador”. Sí, creo que le dijo a Dios eso. ¿Pero estaba él bajo convicción de pecado? Él no dice que lo estaba. ¿Estaba convencido de su propia naturaleza pecaminosa, que merecía la ira y el juicio de un Dios Todopoderoso? Dijo que era “un niño inocente de la escuela primaria” cuando dijo esa oración. ¿Cómo puedes ser “inocente” y, al mismo tiempo, estar bajo una verdadera convicción de pecado? (Juan 16:8-9). Él dijo: “Yo creí que Jesús vino a salvarme” – ¿de qué? Puesto que él sintió que era “inocente”, ciertamente no sentía que tenía una necesidad desesperada de ser perdonado de su pecado por Jesús. ¡No es de extrañar que no se hace mención de Cristo muriendo en la cruz en su lugar! ¡No es de extrañar que no hay ninguna mención de la Sangre de Cristo limpiando su pecado! ¡No hay convicción de pecado! ¡No se hace mención de la Cruz! ¡No se hace mención de la Sangre! Sólo una oración muy típica del nuevo evangélico. Entonces Rob Bell dijo: “Todavía recuerdo esa oración. Hizo algo en mí”. Me parece que tiene razón. Que la oración le hizo algo a él. Lo engañó.

Oro para que las madres Cristianas en todas partes paren de apresurar a sus hijos a hacer “decisiones por Cristo” sin sentido. Nuestros jóvenes necesitan algo mucho más profundo. Sus corazones necesitan cambiar, y sólo Dios puede hacer eso. Las madres deben comprender que el destino eterno de sus hijos depende de que Dios les de convicción de pecado y los atraiga a Cristo. Las madres deben orar “sin cesar” para que Dios lleve a cabo estos actos de gracia a sus hijos.

¡Oh, jóvenes, no sean engañados como Rob Bell! Ora que Dios te haga sentir tu culpa – que Dios te haga sentir como Spurgeon. Siendo un joven de quince años de edad, Spurgeon dijo: “Yo sabía que yo mismo era tan terriblemente culpable que recuerdo haber tenido la sensación de que si Dios no me castigaba por el pecado, debía hacerlo”. Si Dios te hace sentir así no tendrás ningún problema en creer en el Señor Jesucristo cuando dice:

“Irán éstos al castigo eterno” (Mateo 25:46).

De hecho, te sorprenderás que tú mismo no irás al “castigo eterno”. El Dr. Martyn Lloyd-Jones dijo: “Solo el hombre que ha sido traído a ver su culpa de esta manera huye a Cristo para liberación y redención” (traducción de D. Martyn Lloyd-Jones, M.D., Studies in the Sermon on the Mount, InterVarsity, 1959, p. 235).

Oro que el Espíritu de Dios te traiga bajo gran convicción de pecado. Oro que Dios te atraiga a Jesucristo, para perdón por Su muerte en tu lugar en la Cruz – y te limpie del pecado por Su Sangre. Oro que experimentes una verdadera conversión por la gracia de Dios y el sufrimiento de Cristo, Amén.

(FIN DEL SERMÓN)
Tú puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.

You may email Dr. Hymers at rlhymersjr@sbcglobal.net, (Click Here)
or you may write to him at P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015.
Or phone him at (818)352-0452.

La Escritura Leída Antes del Sermón por el Dr. Kreighton L. Chan: II Tesalonicenses 1:7-10.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“I Know the Bible is True” (por Dr. B. B. McKinney, 1886-1952).


EL BOSQUEJO DE

¿POR QUÉ ROB BELL ESTÁ
TAN EQUIVOCADO SOBRE EL INFIERNO?

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

“Irán éstos al castigo eterno...” (Mateo 25:46).

I.   Primero, Rob Bell rechaza el “castigo eterno” porque
él fue confundido por el liberalismo, II Timoteo 3:16.

II.  Segundo, Rob Bell rechaza el “castigo eterno” porque
él fue engañado por el decisionismo, II Corintios 13:5;
Juan 16:8-9.