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¡ENGAÑADOS A SÍ MISMOS! ¡NO CRISTIANOS PARA NADA! por Dr. R. L. Hymers, Jr. Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles “Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo” (Apocalipsis 3:16-17). |
Yo estoy en desacuerdo con el Dr. MacArthur sobre la Sangre de Cristo. Él enseña que la Sangre es otro nombre para la muerte de Cristo (metonimia). Yo creo que la Sangre de Cristo y la muerte de Cristo son distintos, como se muestra en los dos elementos de la Cena del Señor (vea. I Corintios 11:23-25; Mateo 26:26-28). Pero yo no estoy en descuerdo con todo lo que dice el Dr. MacArthur. Creo que él estaba correcto en su comentario sobre nuestro texto, Apocalipsis 3:16, cuando escribió:
La iglesia en Laodicea no era fría, rechazando a Cristo abiertamente, ni caliente, llena de entusiasmo espiritual. En vez, sus miembros eran tibios, hipócritas profesando conocer a Cristo, sin pertenecerle a él verdaderamente, ver Mateo 7:21-23...Tal como las sucias, tibias aguas de [la ciudad] Laodicea, estos hipócritas que se engañaban a sí mismos hastiaban a Cristo (traducción de John MacArthur, D.D., The MacArthur Study Bible, Word Bibles, 1997 edición, p. 1997; nota sobre Apocalipsis 3:16).
“Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”
(Apocalipsis 3:16-17).
Yo sé que hay algunos que creen que este pasaje se refiere a los Cristianos “reincididos”. Pero esa es una explicación incorrecta del texto. Comentando sobre Apocalipsis 3:16, el Dr. J. Vernon McGee dijo:
Las iglesias tienen una forma de piedad pero niegan la eficacia de ella. Tienen un nombre que viven, pero están muertas. No son ni frías ni calientes – son tibias. Esa es la condición de la iglesia hoy en día, y desafortunadamente, es la condición de muchas…iglesias fundamentales conservadoras. Pero la cosa que es absolutamente alarmante y aterradora es que Él dice: “Te vomitaré de mi boca” (traducción de J. Vernon McGee, Th.D., Thru the Bible, Thomas Nelson Publishers, 1983, tomo V, p. 922; nota sobre Apocalipsis 3:15-16).
El Dr. John F. Walvoord agregó estos comentarios sobre Apocalipsis 3:15-16,
No hay nadie más lejos de la verdad…que el que hace una profesión vana [de ser salvo] sin verdadera fe…¿Cuántos han [entrado] en la iglesia sin en verdad haber sido renacidos...?... Especialmente triste es el hecho que en la iglesia en Laodicea el ministro o ángel de la iglesia es descrito como tibio…el término “tibio” en este pasaje parece extenderse a su condición tocante…al nuevo nacimiento y a la necesidad de un cambio de vida dramático…Si esos que son [pastores] nunca hacen clara la necesidad del nuevo nacimiento y no proclaman correctamente la depravación y pecado del corazón humano y el remedio divino proporcionado…por el Cristo crucificado, uno puede difícilmente esperar que la iglesia misma sea mejor que aquellos que la dirigen. El resultado es “iglesianidad”, membrecía en una [iglesia] sin...el milagro del nuevo nacimiento (traducción de John F. Walvoord, Th.D., The Revelation of Jesus Christ, Moody Press, 1966 edición, p. 93; nota sobre Apocalipsis 3:15-16).
“Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo”
(Apocalipsis 3:16-17).
Ahora, antes de aplicar estos versos, te daré una ilustración histórica de ellos. En el siglo 18 había una diferencia radical entre la predicación de Whitefield y Wesley, por un lado, y casi todos los clérigos de esa época por otro lado. Los clérigos enseñaban a los tales llamados Cristianos cómo vivir una vida piadosa. ¡Wesley y Whitefield, por otro lado, predicaban que esas personas (y sus pastores) nunca habían nacido de nuevo! Iain H. Murray dijo:
Era una época cuando la mayoría de personas pertenecía a la iglesia...y aún así la influencia de la iglesia sobre [ellos] era muy [débil]. ¿Cómo se explicaba esto? El diagnóstico popular era muy diferente que el de Whitefield y Wesley. Era que los feligreses eran débiles, deficientes Cristianos. [Whitefield y Wesley], por el contrario predicaban que estos feligreses no eran Cristianos en lo absoluto. Más que eso, la culpa caía sobre muchos de los mismos clérigos. Ellos no predicaban el evangelio, y si las congregaciones no escuchaban el evangelio con qué razón habían tantos [inconversos] no creyentes en las iglesias…El primer trabajo de un evangelista [Whitefield creía] era hablar como Juan el Bautista y sacudir el refugio de mentiras en las cuales el Cristiano nominal trata de esconderse (traducción de Iain H. Murray, Heroes, The Banner of Truth Trust, 2009, pp. 58-59).
Hoy en día nuestras iglesias han regresado a la misma condición en la que estaban antes de los Despertamientos bajo Whitefield, Wesley, Edwards y C. H. Spurgeon. El Dr. C. L. Cagan dijo: “El movimiento que empezó con Edwards, Whitefield, Wesley y Spurgeon ha dado la vuelta completa. Hoy en día, como en las iglesias muertas del siglo 18, los pastores están ocupados cada Domingo enseñándole a su gente como vivir la vida Cristiana – aunque casi todas estas personas (y muy posiblemente el pastor) ¡nunca han nacido de nuevo! Hoy en día la mayoría de los miembros de iglesia, y muchos de nuestros pastores, no ‘son Cristianos en lo absoluto’, como dijo H. Murray”. ¡No son Cristianos en lo absoluto! ¿Podría ser cierto? Frecuentemente he escuchado a maestros de la Biblia decir que nuestro día es el período de Laodicea. ¿Pero qué quiere decir eso? Significa que la mayoría de personas que dicen ser Cristianas serán vomitadas de la boca de Cristo, quien dijo: “Te vomitaré de mi boca” (Apocalipsis 3:16). En el Último Juicio de los Muertos no Salvos, Cristo les dirá: “Nunca os conocí; apartaos de mí” (Mateo 7:23).
“Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca” (Apocalipsis 3:16).
Cristo dijo que prefería que fueras “frío” o “caliente” en vez de “tibio”. “Frío” se refiere a aquellos que nunca han pretendido ser Cristianos. “Caliente” se refiere a aquellos que son verdaderamente convertidos. Pero “tibios” describe a aquellos que son “hipócritas que se engañan a sí mismos” (MacArthur, ibíd.,), “feligreses que no [son] Cristianos en lo absoluto” (Murray, ibíd.).
Me pregunto si eso no te describe. ¿Eres una persona que dice ser Cristiana, aunque realmente eres un hipócrita que se engaña a sí mismo, no un verdadero Cristiano en lo absoluto? Déjame darte un examen de la Biblia. Mira si puedes pasarlo – o no.
Primero, ¿has sido convencido de tu propia depravación? ¿Has alguna vez sentido que “toda tu cabeza está enferma, y [tu] corazón completamente débil”? ¿Has alguna vez sentido que eres un pecador depravado, arruinado, que “Desde la planta de [tu] pie hasta [tu] cabeza no hay en [ti] cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga”? (Isaías 1:5-6). ¿Has alguna vez sentido que “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso”? (Jeremías 17:9). Has alguna vez sentido, “¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?” (Romanos 7:24). ¿Has alguna vez tenido convicción de la miserable, maldad de tu corazón? Si nunca has sentido nada de eso, no te llames Cristiano. No eres más que un hipócrita engañándose a sí mismo. No eres más que un feligrés tibio nominal. No eres Cristiano en lo absoluto.
Segundo, ¿has tenido convicción por tus propios pecados? ¿El Espíritu de Dios te ha “convencido” de pecado? (Juan 16:8). ¿Has alguna vez sentido ansiedad, miedo y dolor por los pecados actuales que has cometido en tu vida? ¿El pensamiento de Dios leyendo una larga lista de tus pecados en el Último Juicio ha hecho que tiembles con miedo y convicción? (Apocalipsis 20:11-15). Si nunca has sentido nada de eso, no te llames Cristiano. No eres más que un hipócrita que se engaña a sí mismo. No eres más que un feligrés tibio nominal. No eres Cristiano para nada.
¿Tercero, has sentido alguna vez que nadie solo Cristo podría perdonar tus pecados? ¿Has sentido alguna vez que “Cristo...padeció una sola vez por [tus] pecados, el justo por los injustos, para llevar[te] a Dios”? (I Pedro 3:18). ¿Te has sentido alegre y felíz cuando has pensado en Cristo muriendo en tu lugar, para pagar el precio por tus pecados – o solo memorizaste esas palabras sin ningún sentimiento de alegría? Si nunca has sentido alegría al pensar en Cristo muriendo en tu lugar, para pagar el castigo por tus pecados, no te llames Cristiano. No eres más que un hipócrita que se engaña a sí mismo. No eres más que un feligrés nominal tibio. No eres un Cristiano en lo absoluto.
Esos son tres exámenes importantes. Toma este exámen. Déjame darte las tres preguntas otra vez. Contesta en tu mente mientras te hago el exámen de nuevo.
1. ¿Has sentido alguna vez que hay algo terriblemente malo contigo, que eres una criatura caída, arruinada y depravada, que tu mente y corazón están contaminados? Si no, no te llames Cristiano.
2. ¿Te has sentido alguna vez culpable por los pecados que has cometido? ¿Alguna vez has deseado que tus pecados puedan ser borrados del libro de registros de Dios? ¿Alguna vez has temblado de miedo de que Dios lea el registro de tus pecados? Si no, no te llames Cristiano.
3. ¿Has sentido alguna vez que nadie sino Jesucristo podría perdonar tu pecado? ¿Alguna vez has sentido la alegría de conocer a Cristo y tener tus pecados lavados por Su Sangre? Si no, no te llames Cristiano. ¿Alguna vez has venido a Cristo? ¿Alguna vez te has encontrado con Jesucristo Mismo? ¿Ha hecho contacto con Él cara a cara? Si no, no te llames Cristiano (Mateo 11:28). ¿Puedes honestamente decir que has tenido la ira de Dios propiciada “por la fe en su sangre”? (Romanos 3:25). Si no, no te llames Cristiano. ¡El que nunca ha sentido el poder purificador de la Sangre de Cristo no es un Cristiano! Si nunca has sentido ninguna de esas cosas no eres más que un hipócrita que se engaña a sí mismo. Sólo eres un feligrés nominal tibio. ¡No eres un Cristiano en lo absoluto!
¡Por favor pónganse de pie y canten himno número ocho en su cancionero!
¿Hay clemencia aún allí, Reservada para mí?
¿Puede Su ira Dios callar, Y a mí no castigar?
¿Hay clemencia aún allí, Reservada para mí?
Resistí la gracia de Él, Mucho yo le provoqué,
Al llamarme no escuché, Mil veces le contristé.
¿Hay clemencia aún allí, Reservada para mí?
¡Hazme arrepentirme, Dios! Mis pecados lamentar;
Mi rebelión deplorar, llorar, creer, no pecar.
¿Hay clemencia aún allí, Reservada para mí?
Jesús en el Cielo está, Sus heridas muestra allá.
Yo sé que Dios es amor, Vive y me ama el Salvador.
Jesús en el Cielo está, Sus heridas muestra allá.
(Traducción libre de “Depth of Mercy” por Charles Wesley, 1707-1788;
alterado por el Pastor).
(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída Antes del Sermón por Dr. Kreighton L. Chan: Apocalipsis 3:14-19.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Depth of Mercy” (por Charles Wesley, 1707-1788;
alterado por el Pastor).