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¡TRANSFORMADOS POR LA TRIBULACIÓN! por Dr. R. L. Hymers, Jr. Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles “El que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración [temporal], pues al venir la aflicción [tribulación] o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza” (Mateo 13:20-21). |
Este mensaje es la segunda parte del sermón de la mañana del Domingo pasado, “¡La Prueba Verdadera!” Voy a sacar tres pensamientos de las Escrituras sobre el tema de la tribulación. El Dr. R. C. H. Lenski dijo que Mateo 13:20-21 se refiere a una persona que viene a la iglesia y escucha la predicación. “Este es el que oye la Palabra y al momento la recibe con gozo; guiándote a esperar grandes cosas [de] él. Pero algo está mal desde el principio; este hombre ‘no tiene raíz en sí’” (traducción de R. C. H. Lenski, Th.D., The Interpretation of St. Matthew’s Gospel, Augsburg Publishing House, 1964 edition, p. 520; nota sobre Mateo 13:20-21). Esta es la persona que viene a la iglesia, está contenta de escuchar los sermones pero sólo se queda en la iglesia temporalmente. Pronto esta persona tropieza, se apostata, se aleja, “es de corta duración” (Marcos 4:17). La verdadera razón por la que esta persona deja la iglesia es porque no quiere pasar “tribulación”.
Vamos a ver tres usos de la palabra “tribulación” en el Nuevo Testamento. En cada uno de estos versos la palabra Griega es “thlipsis.” La Concordancia de Strong dice que la palabra “thlipsis” significa “presión, angustia, aflicción” (Strong #2347). Veamos esas tres Escrituras donde aparece la palabra “tribulación”.
I. Primero, aquellos que tropiezan por la tribulación y dejan la iglesia.
Por favor lean el versículo 21 en voz alta,
“Pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza” (Mateo 13:21).
Se pueden sentar.
Estas son las personas que escuchan acerca de Cristo en los sermones. Se sienten contentos cuando escuchan el Evangelio por primera vez. Pero “no tienen raíz en sí” (Marcos 4:17). El Dr. Gill dijo: “No hay obra del corazón, solo [ideas teóricas] y [emociones] ostentosas; no hay raíz de gracia en ellos” (traducción de John Gill, D.D., An Exposition of the New Testament, The Baptist Standard Bearer, reimpreso en 1989, tomo I, p. 400; nota sobre Marcos 4:17). Estas son personas que nunca han sido “arraigadas y sobreedificadas en [Cristo],” Colosenses 2:7. El Dr. Gill dijo: “No tiene raíz en sí mismo, ni en Cristo” (ibíd., nota sobre Mateo 13:21). En otras palabras este tipo de persona nunca ha venido a Jesús, y no es convertida. Solo tiene un “gozo” emocional estando con nuevos amigos en la iglesia, cantando himnos, escuchando la predicación, y disfrutando las comidas y el compañerismo. Pero nunca ha sentido una verdadera necesidad por Jesús.
Entonces, después de un tiempo, siente “tribulación”. Recuerda que la palabra “tribulación” es de la palabra Griega que significa “presión, angustia y aflicción”. Algo pasa que lo hace sentir presionado o afligido. Algunas veces usarán las palabras “presionado” o “afligido”. Ellos dirán: “Me siento ‘presionado’ a venir a las reuniones”, o “Es demasiada ‘aflicción’ venir cada semana”. Cuando ellos sienten esta presión, es una tribulación que ellos se niegan a enfrentar. Así, él “es de corta duración pues al venir la aflicción…luego tropieza” (Mateo 13:21). El evangelio de Lucas agrega, “y en el tiempo de la prueba se apartan” (Lucas 8:13). El mero sentimiento de “presión” de venir cada semana los tienta, y se alejan, dejando su iglesia.
“Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración...” (Marcos 4:16-17).
El Dr. Gill dijo: “Ellos continúan como oyentes y profesores del Evangelio por corto tiempo” (ibíd., p. 400). Ya que Cristo no está arraigado en sus corazones no se quedarán en la iglesia por mucho tiempo. ¡De seguro no serán miembros de esa iglesia de por vida! Serán lo que Spurgeon llamó, “Aves de paso sin nido en ninguna parte”. Solo estarán en la iglesia temporalmente. ¿Por qué? Porque no eran convertidos. He estado en el ministerio por casi 53 años. Lo más que envejezco lo más que me convenzo de que casi todos los que dejan la iglesia lo hacen porque no son convertidos. El Apóstol Pablo dijo:
“Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros...” (I Juan 2:19).
El Dr. J. Vernon McGee dijo, en sus comentarios sobre I John 2:19,
Juan dijo que la forma que puedes saber si una persona es de verdad [Cristiana] o no es que eventualmente el hombre… dejará la [iglesia] si él no es hijo de Dios (traducción de J. Vernon McGee, Th.D., Thru the Bible, Thomas Nelson Publishers, 1983, tomo V, p. 777; nota sobre I Juan 2:19).
La pequeña “tribulación” de venir a la iglesia e ir al evangelismo el Sábado será “presión” suficiente y “aflicción” para “tropezar” – y le causará dejar su iglesia. La tribulación no necesita ser muy grande. El Dr. Gill dijo: “Tan pronto cualquier pequeño grado de dificultad les llegue...tales oyentes tropiezan [porque ellos] no pueden soportar la pérdida de algo, ni soportar cosa alguna” (ibíd.). Una joven China dejó la iglesia hace un par de años porque dijo que ir al Evangelismo los Sábados era “demasiado trabajo”. ¡Otra joven China se fue porque quería tomar una clase extra que ni siquiera necesitaba para graduarse! Ella dijo: “Solo la quiero tomar”, y así, dejó la iglesia. ¡Un hombre Chino se fue para ir a cenar con su tío – aunque él hubiera podido tener la cena la noche anterior! ¡Así que él dejó la iglesia en vez de cambiar la fecha de la cena! Como lo dijo el Dr. Gill: “No pueden soportar la pérdida de algo, ni soportar cosa alguna…Tan pronto cualquier pequeño grado de dificultad les llegue ellos tropiezan…” ¡Ves, esa es la verdadera prueba! No es lo que aprendes de la Biblia. No son las palabras que dices en el cuarto de consejo. La verdadera prueba es esta – ¿podrás seguir viniendo a la iglesia sin importar lo que pase? ¿Seguirás viniendo el Domingo por la mañana y por la noche y al evangelismo el Sábado? ¿Seguirás viniendo “al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra”? ¿Seguirás viniendo hasta que seas sólidamente convertido – y entonces te harás miembro de tu iglesia local de por vida? Esa es la verdadera prueba.
II. Segundo, aquellos que pasan tribulación para entrar en el reino de Dios.
Por favor pónganse de pie y lean Hechos 14:22 en voz alta.
“Confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”
(Hechos 14:22).
Se pueden sentar.
La palabra traducida “tribulación” aquí es exactamente la misma palabra Griega que vemos en Mateo 13:21. La palabra “thlipsis” significa “presión, angustia, y aflicción” (Strong #2347). El Apóstol Pablo sabía por experiencia que hay presión, angustia y aflicción en la vida del Cristiano.
Pablo había sido apedreado por predicar el Evangelio en la ciudad de Listra. Sus enemigos lo dejaron bajo un montón de piedras, “pensando que estaba muerto” (Hechos 14:19). Pero, por el poder y la gracia de Dios, “se levantó…y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe” (Hechos 14:20). Cuando Pablo llegó a Derbe habló a aquellos que habían expresado interés en hacerse Cristianos, “exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (Hechos 14:22). “Es necesario,” dijo Pablo, “que a través de mucha [presión, angustia y aflicción] entremos en el reino de Dios”.
El Dr. Gill dijo que la tribulación al entrar a la iglesia y la conversión viene, “de ambos, de adentro: de la corrupción y la incredulidad del corazón, y de afuera: de las tentaciones de Satanás, y de los insultos de los hombres, y aún de amigos y relaciones” (traducción de John Gill, D.D., ibíd., tomo II, p. 279; nota sobre Hechos 14:22). “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (Hechos 14:22).
Es por eso que Cristo dijo: “Esforzaos a entrar” (Lucas 13:24). Hay una lucha interna cuando una persona es convertida. Esto viene de las “tentaciones de Satanás” y de “la corrupción e incredulidad del corazón”.
Usualmente vemos que las conversiones verdaderas no vienen fácilmente. Satanás siempre está allí, poniendo falsas ideas en la mente, tentándote a dejar de esforzarte, tentándote a dejar la iglesia, diciéndote que tu caso no tiene esperanza, o que la conversión no es necesaria porque no eres “tan malo”, y otras falsas ideas y tentaciones. Entonces vienen la presión, angustia y aflicción que la mayoría de personas padece “por la corrupción y la incredulidad” de sus corazones. Tu propio corazón es tan depravado que la Biblia dice, “El que confía en su propio corazón es necio” (Proverbios 28:26). Cuando Dios está lidiando con tu corazón probablemente te sentirás como David, quien dijo:
“Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano” (Salmo 32:3-4).
Cuando David calló, sus huesos envejecieron. Él gimió todo el día. Día y noche la mano de Dios se agravó sobre él. Se sintió seco por dentro. ¡Qué ilustración es esta de alguien que está bajo convicción de pecado, luchando contra Dios, bajo la angustia de entrar en Cristo! Durante el Primer Gran Despertamiento, Jonathan Edwards vio mucho llanto y gemido bajo la convicción de pecado. Esto frecuentemente pasa en el avivamiento que está sucediendo hoy en día en China. ¡Oh, cómo oramos que la mano de Dios se agrave sobre ti! ¡Cómo oramos que Dios te traiga, a través de tu lucha, a Cristo!
El Dr. J. Gresham Machen, en su prominente libro [en Inglés] Cristianismo y Liberalismo, [Christianity and Liberalism], dijo:
Sin la convicción de pecado no puede haber apreciación de la singularidad de Jesús...Y sin la convicción de pecado, las buenas noticias de redención [en Jesús] parece ser un cuento…la verdadera convicción [da] un gran entendimiento de nuestra propia condición perdida, una iluminación de lo muerto [de nuestra propia conciencia]…Cuando un hombre ha pasado a través de esa experiencia, se admira de su propia ceguera anterior (traducción de J. Gresham Machen, Ph.D., Christianity and Liberalism, Eerdmans Publishing Company, reimpreso en 1990, pp. 105-106).
Cómo oramos que Dios te traiga, a través de la “presión, angustia y aflicción” de convicción, al Salvador Jesucristo. ¡Cómo oramos que tú te “Esfuerces a entrar” a Cristo (Lucas 13:24)! ¡Cómo oramos que Dios te de verdadera conversión!
III. Tercero, aquellos que son transformados por pasar por la tribulaciones de las vida Cristiana.
Por favor pónganse de pie y lean Romanos 5:3-5 en voz alta.
“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:3-5).
Se pueden sentar. Ahí está esa palabra otra vez – “tribulación”. Es la traducción en Español de la palabra Griega, “thlipsis” – que significa “presión, angustia y aflicción”. Sólo ahora, en Romanos 5:3-5, se aplica a aquellos que ya han sido convertidos.
A medida que avanzamos en la vida Cristiana aprendemos a regocijarnos en el sufrimiento. El Dr. McGee dijo: “En otras palabras, nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia – la paciencia no viene automáticamente – y la paciencia, prueba y la prueba esperanza... en otras palabras, toma tribulación para sacar lo mejor en la vida [de los Cristianos]” (traducción de J. Vernon McGee, Th. D., ibíd., tomo IV, p. 675; nota sobre Romanos 5:3-4).
Al pasar por pruebas y tribulaciones los Cristianos se hacen pacientes, con experiencia, con esperanza – y el amor de Dios es derramado en sus corazones por el Espíritu Santo. Al pasar por la “presión, angustia y aflicción” el Cristiano es, “transformado mediante la renovación de [su] mente” (Romanos 12:2).
Uno de los grandes Cristianos que he conocido personalmente fue el Pastor Richard Wurmbrand (1909-2001). Pasó catorce años en una prisión Comunista en Romania por predicar el Evangelio. Un día mientras estaba en la cárcel se enteró de que su esposa también había sido detenida y encarcelada por evangelizar. Él dijo: “Yo no podía soportar la idea de que mi esposa sufriera el mismo tipo de cosas que yo sufrí... traté de orar, pero un oscuro pesimismo estaba en mi mente. Por días no hablé con nadie. Entonces una mañana en el patio de la prisión, vi a un pastor anciano con una cara amable. ‘Tal vez me puede ayudar’, pensé. Fui a hablar con él. El pastor tenía más motivos para llorar que yo. Su hija y su hijo estaban en prisión. Otro hijo no siguió a Cristo. Sus nietos habían sido expulsados de la escuela. Pero el pastor no parecía triste como yo. Pasaba sus días animando a los demás. En lugar de decir, ‘Buenos días’, saludaba a todos diciendo: ‘¡Regocíjense!’ ‘¿Cómo puedes regocijarte después de todo tu sufrimiento?’ Le pregunté. ‘Siempre hay una razón para regocijarse’, respondió. ‘Hay un Dios en el cielo y en mi corazón. Tuve algo de comer esta mañana. ¡Y mira – el sol está brillando! Mucha gente me ama. Cada día que no te regocijas es un día perdido, Richard. Nunca tendrás ese día de nuevo’, [dijo Wurmbrand]. Yo, también, comencé a regocijarme” (traducción de Imprisoned for Christ, Living Sacrifice Book Company, 2007, páginas 91-92).
Para leer acerca de los Cristianos perseguidos en todo el mundo vayan a www.persecution.com, que fue fundada por el Pastor Wurmbrand. Después de pasar tres años en una celda solitaria y doce años más en prisión, y después de haber sido torturado, golpeado, de aguantar hambre y tener su cuerpo marcado con fierros calientes, el Pastor Wurmbrand tenía un rostro serio la mayor parte del tiempo. Pero cuando sonreía tenía la sonrisa más hermosa que he visto en la cara de un anciano. ¡Podías ver en su sonrisa que la tribulación había trabajado paciencia, prueba y esperanza y el amor de Dios había sido derramado en su corazón por el Espíritu Santo! ¡Él se había transformado en un hombre santo a través del sufrimiento!
Nuestros tres diáconos, el Dr. Chan, el Dr. Cagan y el Sr. Griffith, se han convertido en hombres piadosos al pasar a través del sufrimiento. El Dr. Cagan a menudo me recuerda al Pastor Wurmbrand. El Dr. Cagan también ha sufrido por Cristo. También tiene un rostro serio la mayor parte del tiempo. Pero también tiene una sonrisa maravillosa, y en su sonrisa se ve que él también se ha transformado en un hombre piadoso por el sufrimiento de Cristo.
Cuando el Dr. Cagan oyó que iba a predicar este sermón, dijo: “La tribulación es positiva para los elegidos, pero negativa para los no elegidos”. La tribulación hará que los no elegidos tropiecen y se alejen de la iglesia. ¡Pero los que pasan por la angustia de una verdadera conversión, y las pruebas de la vida Cristiana, aprenden a regocijarse en Cristo a través del sufrimiento! ¡Ellos también se transforman a través de la tribulación! Pongámonos de pie y cantemos el himno número ocho en su hoja de canciones.
Antes al mundo amé, La paz busqué;
Hoy solo busco a Ti, Dad lo mejor;
Es toda mi oración: ¡Amarte más, Jesús,
Amarte más, Amarte más!
Obre tristeza aquí, Manda dolor;
Dulces mensajes son, Vienen de Ti,
Conmigo al cantar: ¡Amarte más, Jesús,
Amarte más, Amarte más!
(Traducción libre de “More Love to Thee” by Elizabeth P. Prentiss, 1818-1878).
(FIN DEL SERMÓN)
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Or phone him at (818)352-0452.
La Escritura Leída Antes del Sermón por Dr. Kreighton L. Chan: Romanos 5:1-5.
El Solo Cantado Antes del Sermón por Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“More Love to Thee” (por Elizabeth P. Prentiss, 1818-1878).
EL BOSQUEJO DE ¡TRANSFORMADOS POR LA TRIBULACIÓN! por Dr. R. L. Hymers, Jr. “El que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración [temporal], pues al venir la aflicción [tribulación] o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza” (Mateo 13:20-21). (Marcos 4:17) I. Primero, aquellos que tropiezan por la tribulación y dejan la iglesia, II. Segundo, aquellos que pasan por tribulación para entrar en el reino de III. Tercero, aquellos que son transformados por pasar por las tribulaciones |