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Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.
¡EL TEMA QUE LA MAYORÍA DE IGLESIAS ESQUIVA! por Dr. R. L. Hymers, Jr. Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Angeles “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:6-7). |
El Miércoles pasado recibí un correo electrónico de un hombre en Hong Kong. Lo doy no para jactarme sino para señalar un problema que da peso a mi corazón. Este señor Chino me escribió:
Estimado Dr. Hymers,
Qué bueno que puede poner sus mensajes en el Internet. Todo Cristiano verdadero puede hallar ayuda en este sitio. “Renacido” es importante para todos, pero la mayoría de iglesias no hablan de ello. Usted es una de las lámparas de Dios en este mundo...Yo oraré por su obra.
Temo que tiene razón. Muchos de nuestros predicadores ya no hablan del nuevo nacimiento. Creo que hay varias razones. Primero, el nuevo nacimiento se ha vuelto un acto del hombre – como decir una oración, “ir al frente”, alzar la mano, aprender la Biblia y dar acuerdo mental, o tratar de aprender como ser discípulos de Cristo sin ser renacidos. Todos estos son meros hechos del hombre, y no son realmente el nuevo nacimiento. Segundo, muchas iglesias no hablan del nuevo nacimiento porque los predicadores temen que el énfasis enoje a algunos de sus miembros perdidos de los cuales dependen económicamente. Tercero, el nuevo nacimiento se evade porque muchos predicadores piensan que pueden enseñarle a la gente a ser Cristiana por grados, aunque la gente no ha sido renacida! ¡Y una cuarta razón es porque muchos predicadores nunca han experimentado el nuevo nacimiento ellos mismos. Por eso no ven su importancia. Jesús dijo:
“Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo” (Mateo 15:14).
Al mayor maestro Bíblico en Jerusalén, Jesús le dijo:
“Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:6-7).
El Dr. Gill dio los siguientes comentarios:
“Lo que es nacido de la carne, carne es”...el hombre por su nacimiento natural...como nace según la carne de sus padres naturales...es carnal y corrupto, y no puede discernir [ver] las cosas espirituales; ni puede entrar ni heredar el reino de Dios, vea I Corintios 2:14 [“el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios…y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”]. Y por ello [es necesario que sea] nacido de nuevo...y se vuelva un hombre espiritual... “Y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”. El hombre regenerado [renacido] por el Espíritu de Dios...es hombre espiritual...y tiene derecho al mundo de los espíritus arriba (traducción libre de John Gill, D.D., An Exposition of the New Testament, The Baptist Standard Bearer, 1989 reimpresión, vol. I, pp. 768-769; nota sobre Juan 3:6).
Luego Jesus dijo en el verso 7,
“No te maravilles [no te sorprendas] de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:6-7).
Es una vergüenza que tantas iglesias modernas digan poco o nada del nuevo nacimiento – porque “el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” y no puede “entrar en el reino de Dios” (Juan 3:3, 5). Lo que hoy se deja fuera de muchos sermones es la cosa más importante de todas – porque no importa qué más aprenda la gente en la iglesia, si no son renacidos no pueden “entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5). Como el viejo canto lo dice:
Hijos del hombre, la palabra oíd,
Que solemnemente Jesús nos habló,
Que no te sea en vano el mensaje oír,
“Tendrás que renacer”.
“Tendrás que renacer, tendrás que renacer;
De cierto, de cierto, te digo a ti,
Tendrás que renacer”.
(Traducción libre de “Ye Must Be Born Again”
por William T. Sleeper, 1819-1904).
Creemos que la regeneración (el nuevo nacimiento) ocurre lógicamente antes de la conversión, pero suceden al mismo tiempo. El nuevo nacimiento pasa cuando el Espíritu Santo da vida a una persona espiritualmente muerta y esa persona es traida a Jesús, y es convertida. El nuevo nacimiento y la conversión casi nunca ocurren sin que el pecador primero sienta cuan pecaminoso es ante los ojos de un Dios santo (oprima aquí para leer [en Inglés] las paginas 137 y 138 de nuestro libro “Today’s Apostasy”).
En 2010 Dr. Albert Mohler, Jr., presidente del Seminario Teológico Southern Baptist Theological Seminary en Louisville, Kentucky dijo:
“Jesús deja muy claro que la conversión no es opcion. No es un modo de hacerse un creyente [verdadero]...Jesús dijo que la experiencia definitiva, esencial es que uno tiene que ser renacido...” [Dr. Mohler hablaba de] “lo central de la conversión en la Escritura”. [Dijo], “La conversión es tan central a nuestra teología que debe estar en cada sermón, en cada iglesia, siempre debe ser la confesión de la iglesia que somos [renacidos] por el...poder de Dios y por el evangelio de Jesucristo” (news.sbts.edu/2010/06/14).
Quisiera que los predicadores escucharan al Dr. Mohler y predicaran la importancia “central” del nuevo nacimiento. Pero temo que muchos solo dirán unas palabras del Evangelio al fin de sus sermones, y pedirán a los pecadores inconversos que digan una oración, como generalmente lo hace Joel Osteen. ¡Tristemente eso no es predicación evangelística! Es predicación de “motivación” o de “exposición” pero no evangelística. Hoy es difícil hallar iglesias donde gente perdida pueda oír un sermón evangelístico. ¡Ayúdanos Señor!
Otra razón que “la mayoría de iglesias no hablan sobre” el nuevo nacimiento es que piensan que la obra de evangelismo se puede hacer a la puerta de alguien. Creen que puedes leer unas palabras de Romanos a una persona desinteresada y luego guiarlo a repetir las palabras de “la oración del pecador” – ¡y la obra de evangelismo fue hecha! ¡Qué vergüenza! ¿No ven que ese método casi no produce verdaderos conversos? Hoy pocos experimentan el nuevo nacimiento por el uso de ese método.
En vez los pecadores necesitan ser llevados a la iglesia a oír sermones evangelísticos verdaderos como los de C. H. Spurgeon. Sí, la gente de iglesia debe salir e invitar a los perdidos a la iglesia, pedir sus nombres y números de teléfono, y llevarlos a la iglesia a oír los sermones evangelísticos para pecadores, porque
“¿Cómo oirán sin haber quien les predique? (Romanos 10:14).
Jesús dijo:
“Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (Lucas 14:23).
Creo en el evangelismo de la iglesia local – ¡evangelismo que lleva a los pecadores perdidos a la iglesia local a oír predicación del Evangelio! ¡Entonces veremos a algunos de ellos experimentar el nuevo nacimiento! ¡Canta el coro de pie!
Tráiganlas, tráiganlas, tráiganlas del campo de pecar;
Tráiganlas, tráiganlas, a Jesús trae las ovejas.
(Traducción de “Bring Them In” por Alexcenah Thomas, siglo 19).
Se pueden sentar.
Otra razón por la que el nuevo nacimiento y la predicación evangelística han casi desaparecido es que un número vasto de nuestras iglesias han parado los servicios de Domingo en la noche. Antes, cuando yo era joven, todas nuestras iglesias tenían servicios de noche. No recuerdo ni una sola iglesia Bautista de cualquier denominación o compañerismo que no tuviera un servicio de noche en las décadas de 1950 y 1960 aquí en Los Angeles. Pero hoy hay pocos que tienen servicios el Domingo en la noche. Un predicador pensaba que era igual darle almuerzo a la gente después del servicio de la mañana, y luego llevarlos para otra lección. Él dijo “Así reciben más Biblia”. Completamente olvidó que este método no da oportunidad que su gente lleve a parientes u otros perdidos a oír el Evangelio como lo hacían en nuestras iglesias Bautistas cuando crecíamos. Así, yo digo que cerrar el servicio del Domingo en la noche es una de las razones principales por la muerte de la predicación evangelística. Puede ser la razón principal que “la mayoría de iglesias no hablan de” el nuevo nacimiento.
El pastor siente que tiene que “alimentar” a su gente el Domingo en la mañana. Así que les enseña la Biblia. Ya que cerró el servicio de noche, no hay oportunidad de predicar el nuevo nacimiento a los pecadores perdidos. Así la predicación evangelística casi se ha vuelto una cosa del pasado. Para ser franco, yo no me pastorearía a una iglesia que no tiene un servicio evangelístico en la noche.
¿Qué le diría la verdadera predicación evangelística a los pecadores perdidos? Creo que los puntos de George Whitefield (1714-1770) usados grandemente [El Metodo de Gracia] revela lo que los pastores necesitan enfatizar cuando predican.
1. Primero, Whitefield dijo: “Debes ver, sentir, y llorar, lamentar tus transgresiones contra la ley de Dios...Fue alguna vez el recuerdo de tu pecado terrible para ti? ¿Fue el peso de tu pecado intolerable en tus pensamientos?...¿Has estado alguna vez en tu vida triste por tus pecados? ¿Podrías decir, mis pecados pasan por mi cabeza como un peso demasiado pesado para cargar? ¿Has experimentado algo asi?...Si no, por causa de Jesucristo no te llames Cristiano... Que el Señor te despierte, que el Señor te convierta”.
2. Segundo, Whitefield dijo: “No solo debes ser convicto de tus pecados contra la ley de Dios, sino que igual...del pecado original, la corrupción original...que nos hace responsable de la ira y la condenación de Dios...Alguna gente puede negar esto, pero cuando la convicción llega, todo razonamiento carnal son botados...Cuando el pecador es despertado, comienza a preguntarse cómo se hizo tan malvado: El Espíritu de Dios luego pega, y le muestra que en él no hay cosa buena por naturaleza; luego ve que...es abominable completamente...y reconoce que Dios sería justo en condenarlo...¿Has experimentado eso, justificar a Dios en condenarte; estar de acuerdo que por naturaleza eres hijo de ira?...Si en verdad fueras convicto...serás hecho ver y sentir esto. Y si nunca has sentido el pecado original, no te llames Cristiano. Estoy convencido que el pecado original es la carga más pesada del verdadero converso.”
3. Tercero, Whitefield dijo: “No solo deben molestarte los pecados de tu vida, los pecados de tu naturaleza, sino que igual los pecados de tus mejores actos y hechos...como trapos de inmundicia...no podemos hacer nada bueno por naturaleza; ‘los que están en la carne no pueden complacer a Dios’... No solo debes estar harto de tus pecados actuales y originales; sino que te debes hartar de tu justicia, de todas tus tareas y actos. Debe haber convicción profunda antes de que seas llevado fuera de tu justicia propia...Pero si nunca has sentido que no tienes justicia propia...nunca podrás venir a Cristo”.
4. Cuarto, Whitefield dijo: “Temo al examinar que muchos como el mismo diablo no han tenido fe en el Señor Jesucristo...creer que hubo una persona Cristo...no te servirá más que creer que ha habido un hombre Cesar o Alejandro Magno...Has orado alguna vez ‘Señor, dame fe’? Señor hazme capaz de agarrarte a ti. ¿Te ha convencido alguna vez asi Cristo? ¿Alguna vez te hizo clamar así a Dios [el Espíritu Santo] para que te diera fe en Cristo? Tienes que ser capacitado a agarrar a...el Señor Jesucristo.”
5. Quinto, Whitefield dijo: “Tienes que experimentar estas cosas. Ahora hablo de las verdades invisibles de otro mundo, de religión interna, de la obra de Dios sobre el corazón de un pobre pecador...Tu salvación eterna se halla allí. Y no habrá descanso para tu alma hasta que descanses en Jesucristo... ¡Oh, que Dios traiga a alguno a El!”
Estos son cortes del famoso sermón de Whitefield [El Metodo de Gracia] (George Whitefield, “The Method of Grace,” George Whitefield: Sermons, Pietan Publications, reimpreso 1999, tomo II, pp. 108-109).
¡No te equivoques! Jesús dijo: “Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:7). ¡Eso usualmente sucede cuando se te “hace sentir, llorar, lamentar” tus pecados contra un Dios santo! El nuevo nacimiento es dado por Dios cuando paras de jugar, cuando dejas de hacer preguntas, cuando dejas de tratar de “aprender cómo ser salvo”, cuando sientes el peso terrible de tu pecado, cuando sientes que no podrás “hallar descanso para tu alma hasta que descanses en Jesucristo”. Pecador, ven directamente al crucificado, ahora resucitado Cristo. ¡Tus pecados nunca pueden ser limpiados por algo o alguien aparte de la Sangre preciosa de Cristo!
(FIN DEL SERMON)
Tú puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.
You may email Dr. Hymers at rlhymersjr@sbcglobal.net, (Click Here) –
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Or phone him at (818)352-0452.
La Escritura Leída por Dr. Kreighton L. Chan Antes del Sermón: Juan 3:1-7.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“Ye Must Be Born Again” (por William T. Sleeper, 1819-1904).