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¡EL TERCER CIELO Y LA NUEVA JERUSALÉN! por Dr. R. L. Hymers, Jr. Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:2-3). |
Creo que las palabras “En la casa de mi Padre” se refieren al Cielo. Jesús nos dijo que oráramos “Padre nuestro que estás en los Cielos” (Mateo 6:9). Entonces, Dios el Padre vive en el Cielo. Jesús dijo que el Cielo es “la casa de mi Padre”. En el Cielo hay muchas “moradas”. En la morada de Dios hay muchas “residencias”, como la palabra Griega “mǒnē” es traducida por la Concordancia Exhaustiva Strong. Entonces Cristo dijo: “voy, pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14:2). La frase “lugar para vosotros” es dada de nuevo en el verso 3. Entonces, el Cielo es la casa de Dios. En esa gran casa hay muchas viviendas. Y Jesús enfáticamente nos dice que es “un lugar”. Un pronombre es en particular una persona, lugar o cosa con nombre. Así que un nombre propio debe ser escrito en mayúscula en Español. La gramática básica en Inglés ya no es enseñada en las escuelas de los Estados Unidos, por eso los jóvenes frecuentemente escriben biblia con minúscula. No se les ha enseñado que es un nombre propio, un nombre, y por lo tanto debe ser escrito con mayúscula. Los Ángeles debe ser escrito con mayúscula porque es un nombre propio, es el nombre de un lugar. El Dr. John R. Rice enseñó Inglés antes de entrar en el ministerio. Es por eso que él siempre escribió con mayúscula la primer letra de Cielo. Y él estuvo correcto en hacerlo así. Cielo es un nombre propio. Es el nombre de un lugar verdadero. “Voy, pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14:2).
Hay muchas caricaturas mostrando personas flotando en las nubes, y ellos llaman eso el Cielo. ¡Pero no es el Cielo del que se habla en la palabra de Dios! En la Biblia el Cielo no está flotando en las nubes. El Cielo es un lugar, tan real como Los Ángeles; Londres, Inglaterra; Jakarta, Indonesia; la Ciudad de México; o Beijing, China. ¡De acuerdo a la Biblia el Cielo es un lugar! La Biblia dice:
“Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir” (Hebreos 13:14).
Siendo eso verdad, voy a contestar unas preguntas acerca del Cielo.
I. Primero, ¿dónde está este lugar llamado Cielo?
La Biblia no nos dice donde esta localizado el Cielo. Pero nos dice que es un lugar determinado. La Biblia habla de tres cielos. El primer cielo es la atmosfera que rodea la tierra, donde vuelan los pájaros, y se forman las nubes, y cae la lluvia.
“Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos”
(Génesis 1:20).
“…y la lluvia de los cielos fue detenida” (Génesis 8:2).
“…como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra” (Isaías 55:10).
El segundo cielo es el cosmos, el universo, donde el sol, la luna y las estrellas están localizados.
“Hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra” (Génesis 1:16-17).
El Tercer Cielo está más allá del universo. Es la morada de Dios el Padre, Dios el Hijo, los ángeles, y los Cristianos que han muerto. El Tercer Cielo también es llamado el “paraíso”.
“Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar” (II Corintios 12:2-4).
El Dr. Henry M. Morris dijo que Pablo fue llevado “más allá del cielo de las estrellas y el cielo de los pájaros…al cielo donde está el trono de Dios…al cielo donde Cristo ascendió a la diestra de Dios” (traducción de Henry M. Morris, Ph.D., The Defender’s Study Bible, World Publishing, edición 1995, p. 1289; nota sobre II Corintios 12:2).
En II Corintios 12:2-4 Pablo habla de haber sido llevado al Tercer Cielo. Por favor pónganse de pie y lean esos versos en voz alta.
“Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar” (II Corintios 12:2-4).
Se pueden sentar.
El Dr. McGee dijo que probablemente esto sucedió cuando Pablo fue apedreado y dado por muerto en Listra (Hechos 14:19-20). El Dr. McGee dijo: “¿Estaba realmente muerto y fue llevado al cielo?...Yo creo que estaba muerto y Dios lo levantó de los muertos…él vio el tercer cielo” (traducción de J. Vernon McGee, Th.D., Thru the Bible, Publicaciones Thomas Nelson, 1983, volumen V, p. 141; nota sobre II Corintios 12:2). Que haya sido una visión o que Pablo fue verdaderamente llevado al Tercer Cielo, no se nos dice. Yo personalmente creo que el Dr. McGee estaba correcto, que él realmente murió cuando fue apedreado. Pero de cualquier manera, Pablo vio el Tercer Cielo, el cual él llamó “paraíso” (II Corintios 12:4). Mientras Pablo estaba en el Tercer Cielo él escuchó palabras que “no le es dado al hombre expresar” (II Corintios 12:4). Esto es seguro, el “paraíso” es parte del Tercer Cielo. Pablo lo vio. ¡El Tercer Cielo es un lugar verdadero! Uno de los ladrones que fue clavado a una cruz junto a Jesús fue convertido mientras moría allí. Jesús le dijo: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43). Esto quiere decir que ambos Jesús y el ladrón convertido fueron al paraíso, en el Tercer Cielo, el día que Jesús murió en la Cruz. ¡Y el ladrón creyente vio a Jesús otra vez en el Tercer Cielo, en el paraíso, ese mismo día! ¡Nosotros también veremos a Jesús allí! Canta el coro, “We Shall Behold Him” [“Lo Miraremos”].
Y lo miraremos, lo miraremos,
Faz a faz en toda Su gloria;
Y lo miraremos, Sí, lo miraremos
Faz a faz, nuestro Salvador.
(Traducción libre de “We Shall Behold Him” por Dottie Rambo, 1934-2008).
Entonces, ¿en dónde está este maravilloso lugar, el Tercer Cielo, que Cristo y Pablo llamaron, el “paraíso”? Sabemos que está sobre la atmosfera de la tierra, sobre el universo, en un lugar especial más allá del espacio y el tiempo. Y Jesús ha estado preparando este lugar para los verdaderos Cristianos por casi dos mil años. ¡Yo no sé que piensas, pero estoy muy emocionado de ver el Paraíso, el Tercer Cielo, donde Cristo vive hoy! ¡Canta el coro de nuevo!
Y lo miraremos, lo miraremos,
Faz a faz en toda Su gloria;
Y lo miraremos, Sí, lo miraremos
Faz a faz, nuestro Salvador.
En ese lugar llamado el “Tercer Cielo” y “paraíso” hay muchas viviendas, muchas moradas.
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:2-3)
¡Cuando seamos “arrebatados” de repente seremos llevados al Tercer Cielo con Cristo!
II. Segundo, ¿qué tan grande es este lugar llamado Cielo?
El Dr. J. Dwight Pentecost describió la Nueva Jerusalén como el “lugar” que Jesús ha preparado para que los verdaderos Cristianos vivan, el mismo lugar mencionado por Jesús en Juan 14:2-3 (traducción de J. Dwight Pentecost, Th.D., Things to Come, Zondervan Publishing House, 1964 reimpresion, p. 575). El Dr. Pentecost dijo que la Nueva Jerusalén de Apocalipsis 21:9-22:7 es una continuación de la Jerusalén celestial de la que habla Pablo en Hebreos 12:22-24. El Dr. Pentecost dijo: “Muchas consideraciones nos llevaron a la conclusión que la Nueva Jerusalén es el lugar de eterno descanso de Dios” (p. 574). J. A. Seiss nos da el enorme tamaño de la Nueva Jerusalén:
La ciudad de oro que se enseña a la Iglesia de los primogénitos como su eterno hogar, es de 1,500 millas cuadradas…Juan vio la medida [Apocalipsis 21:15-17], y esta fue la medida de ancho, de largo y de alto; porque “la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales” [Apocalipsis 21:16]. Aquí habrán calles sobre calles, y pisos sobre pisos, arriba, arriba, arriba, hasta la altura de 1,500 millas, y cada calle de 1,500 millas para todos lados [el Dr. McGee indicó que “viviremos adentro” de este gran cubo, Thru the Bible, volumen V, p. 1071; comentario sobre Apocalipsis 21:15-16]. La base de éste será desde donde empieza Maine hasta donde termina la Florida, y de la orilla del Atlántico hasta Colorado. ¡Cubriría todo Bretaña, Irlanda, Francia, España, Italia, Alemania, Austria, Prusia, Turquía, y la mitad de Rusia, todos juntos! ¡Y…todas las calles son un quinto de la longitud del diámetro de la tierra, y el número de las [calles] principales, aunque una milla arriba de otra, y una milla de distancia, no sería menos de ocho millones! [John Bengel dijo] “¡Estupenda magnitud!…Todas las ciudades en el mundo son simples aldeas en comparación a la Nueva Jerusalén”...Y la población para llenar y ocupar una ciudad de 1,500 millas de largo, y ancho, y alto, permitiendo la más amplia habitación y espacio para cada individuo, familia, tribu, lengua y nación, necesariamente aumentará hasta miríadas de miríadas [multitudes incontables]...la amplitud de los números, así como habitaciones gloriosas – es sin lugar a dudas significativo, en cualquier forma que contemplemos la asombrosa imagen (traducción de J. A. Seiss, The Apocalypse: Lectures on the Book of Revelation, Zondervan Publishing House, n.d., pp. 498-499).
Diagrama del Dr. McGee de la Nueva Jerusalén, Thru the Bible, Publicaciones Thomas Nelson, 1983, volumen V, p. 1071; nota sobre Apocalipsis 21:15-16.
El Dr. John F. Walvoord dijo que las palabras de Cristo: “voy, pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14:2) se refiere a la Nueva Jerusalén, y parece que baja de su lugar en el Tercer Cielo como una “ciudad satélite suspendida sobre la tierra durante el reinado de Cristo de mil años como el lugar de residencia de los santos resucitados y trasladados quienes también tienen acceso a la escena terrenal” (traducción de John F. Walvoord, Th.D., The Revelation of Jesus Christ, Moody Press, 1966, p. 312). Así, los Cristianos podrán viajar de ida y vuelta de la Nueva Jerusalén a la tierra, como lo hará el Señor Jesucristo. Pónganse de pie y canten de nuevo, “We Shall Behold Him”! [“¡Lo Miraremos!”]
Y lo miraremos, lo miraremos,
Faz a faz en toda Su gloria;
Y lo miraremos, Sí, lo miraremos
Faz a faz, nuestro Salvador.
Se pueden sentar.
III. Tercero, ¿quién vive en este lugar llamado Cielo?
El Dr. Pentecost dijo: “Esta ciudad no es solamente la residencia de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, pero es la residencia de la novia [los Cristianos de todas las edades]” (Pentecost, ibíd., p. 575). En esa misma página, el Dr. Pentecost dijo que varios versos en Hebreos 12 describen “el mismo lugar que el Señor tenía en mente cuando dijo…’voy, pues, a preparar lugar para vosotros’ (Juan 14:2)”. Por favor volteen a Hebreos 12:22-24. Pónganse de pie y lean esos versos en voz alta:
“Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel” (Hebreos 12:22-24).
Se pueden sentar.
Aquí la Nueva Jerusalén es llamada “la ciudad del Dios viviente, la Jerusalén celestial” (12:22). Entonces se nos dice quien vive allí:
1 La iglesia de los primogénitos, los cuales están escritos en el Cielo (vea Apocalipsis 13:8; Apocalipsis 20:15).
2 Dios el Juez de todos.
3 Los espíritus de los justos perfeccionados.
4 Jesús, el mediador del Nuevo Pacto.
5 La Sangre rociada.
¡Extrañamente el Dr. Pentecost dejó afuera el verso 24! Él no debió de haber hecho eso. ¡Por supuesto Jesús está allí! Yo pienso que él quiso evitar controversia dejando afuera “la sangre rociada”. La debilidad en ese punto de los autores en el siglo veinte ha dado espacio para el evangelio sin Sangre de hoy en día. El Dr. McGee era mucho mejor que la mayoría de los comentadores sobre esto. Hablando sobre Hebreos 9:12, el Dr. McGee dijo:
Yo creo que este verso prueba que Cristo tomó su sangre literal al cielo…esta es la sangre literal que Él derramó en la cruz (McGee, ibíd., p. 566; nota sobre Hebreos 9:12).
Ese también era la opinión de Crisóstomo, Calvino, Spurgeon, el Dr. John R. Rice, y el número más grande de comentadores a través de la historia Cristiana, antes de la apostasía de hoy que empezó con Finney, quien negó la eficacia y necesidad de la Sangre de Cristo. El método de Finney no es el método correcto. ¡El método antiguo es el método correcto!
¡Ah! ¡Piensa lo que veremos en la Nueva Jerusalén, el lugar que Cristo ha preparado para nosotros! ¡La iglesia completa de todas las edades estará allí! ¡Dios estará allí! ¡Los espíritus perfeccionados de los hombres justos estarán allí! ¡Jesús, nuestro mediador estará allí – y también Su Sangre, “la sangre rociadora”! Pónganse de pie y canten el coro, “We Shall Behold Him”! [“¡Lo Miraremos!”]
Y lo miraremos, lo miraremos,
Faz a faz en toda Su gloria;
Y lo miraremos, Sí, lo miraremos
Faz a faz, nuestro Salvador.
Se pueden sentar.
¡Ahora, si no eres convertido, no verás ninguna de esas cosas maravillosas, porque no entrarás a la Nueva Jerusalén!
“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis 21:8).
¡En vez de entrar a la Nueva Jerusalén, irás al Lago de Fuego!
Tú debes esforzarte a entrar en Cristo ahora. Debes venir a Él y experimentar verdadera conversión. Si permaneces apático y dormido en tu presente condición, no serás justificado por Cristo, ni limpiado de tus pecados por la Sangre que Él derramó en la Cruz. Cómo oramos que te esfuerces a entrar en Cristo ahora, antes de que venga el juicio. Cristo está vivo en el Tercer Cielo, en la Nueva Jerusalén, a la diestra de Dios. Cómo oramos que vengas a Él y experimentes la verdadera conversión antes de que sea eternamente demasiado tarde. Amén.
(FIN DEL SERMÓN)
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Or phone him at (818)352-0452.
La Escritura Leída Antes del Sermón por el Dr. Kreighton L. Chan: Apocalipsis 21:10-16.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“My Saviour First of All” (por Fanny J. Crosby, 1820-1915).
EL BOSQUEJO DE ¡EL TERCER CIELO Y LA NUEVA JERUSALÉN! por Dr. R. L. Hymers, Jr. “En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:2-3). (Mateo 6:9; Hebreos 13:14) I. Primero, ¿dónde está este lugar llamado Cielo? Génesis 1:20; 8:12; II. Segundo, ¿qué tan grande es este lugar llamado Cielo? Apocalipsis III. Tercero, ¿quién vive en este lugar llamado Cielo? Hebreos 12:22-24; |