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EL CASI CRISTIANO – ADAPTADO DE UN SERMÓN por Dr. R. L. Hymers, Jr. Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles “Por poco me persuades a ser cristiano” (Hechos 26:28). |
La mayoría de la predicación en nuestros días es muy débil en comparación con la predicación del siglo 18. Con cientos de universidades Bíblicas y hombres entrenados en los seminarios hoy en día, encontramos muy pocos que se atreven a romper con el rebaño y predicar a los pecadores perdidos el Domingo – en lugar de dar insípidos, versículo a versículo estudios Bíblicos destinados a los tal llamados “Cristianos”.
Me atrevo a decir que la mayoría de nuestros predicadores han olvidado cómo preparar un sermón evangelístico dirigido a los pecadores. ¡O, tal vez nunca aprendieron cómo en primer lugar! Sé que la generación más joven que yo tiene poca idea de cómo dar uno. ¿Cómo puedes predicar un sermón evangelístico? ¡Muchos no tienen idea! La mayoría de sermones el día de hoy suenan igual. Ellos “enseñan” – pero pocos saben cómo “predicar”.
Y el bajo nivel de predicación en nuestros días está vaciando las iglesias. Ni una sola iglesia en diez tiene un servicio por la noche hoy en día. En 1958 cada iglesia Bautista (Bautistas del Norte, Bautistas del Sur, Bautistas Regulares, Bautistas Independientes) tenía servicio por la noche. Yo sé por observación personal. ¡Yo estaba allí! Todas las iglesias Bautistas tenían servicios de Domingo por la noche en 1958. ¿Qué pasó? ¡No puede ser que la televisión los haya alejado! En 1958 estábamos en medio de la “Edad de Oro de la Televisión”, como se le llama ahora. Pero hoy, con 150 o más canales para elegir, la televisión se ha convertido realmente, como Newton Minow dijo: “un baldío extenso”. ¡No, la razón que la gente no viene el Domingo por la noche no es porque hay algo jugoso en la televisión! ¡La razón es que los pastores no predican lo suficientemente fuerte para atraer una multitud!
¡Qué diferente fue con ese gran predicador George Whitefield (1714-1770)! Cuando se anunció que iba a hablar, en un par de horas miles se reunían, a menudo de pie en la nieve a las 5:00 de la mañana, para oírle dar un sermón. Eso sí, nunca hubo un coro, nunca un proyector de transparencias, ni siquiera un micrófono – ¡y ciertamente no sillas para sentarse! Sin embargo invariablemente vinieron, por miles, a escuchar a este hombre George Whitefield dar un sermón ardiente.
El Dr. J. C. Ryle dio una de las razones por la popularidad de su predicación: “Whitefield predicó un evangelio singularmente puro. Pocos hombres jamás dieron a sus oyentes tanto trigo y tan poca paja. No fue a su púlpito para hablar [otras cosas]. Estaba constantemente diciéndote acerca de tus pecados, tu corazón, y Jesucristo... ‘¡Oh, la justicia de Jesucristo!’ Frecuentemente decía” (Traducción de J. C. Ryle, “El Nuevo Nacimiento”). ¿Quién predica así hoy en día? ¡Con qué razón nuestras iglesias están cerradas los Domingos por la noche!
Aquí está una versión abreviada y editada del sermón de George Whitefield, “El Casi Cristiano”, que les doy como un ejemplo de predicación evangélica verdadera. Pero si lo das en tu iglesia, no debes sólo leerlo. ¡Tiene que haber un poco de fuego en el – como lo hubo cuando Whitefield predicó!
“Por poco me persuades a ser cristiano” (Hechos 26:28).
El Apóstol Pablo sabía que Cristo dijo que Sus seguidores serían “llevados ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre” (Lucas 21:12). Estos gobernantes nunca hubieran escuchado el Evangelio si los Apóstoles no habrían sido arrestados y llevados ante ellos, dándoles a los Apóstoles la oportunidad de predicar a Jesús y Su resurrección.
Cuando Pablo fue llamado a defenderse ante Festo, un gobernador Gentil, y el Rey Agripa, él aprovechó la oportunidad para defenderse a sí mismo – y también predicar el Evangelio a ellos. Y esto lo hizo con tal poder que Festo dijo a gran voz: “Pablo… las muchas letras te vuelven loco” (Hechos 26:24). El valiente Apóstol respondió: “No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura” (Hechos 26:25).
Al ver que el Rey Agripa estaba más interesado en su sermón que Festo, Pablo se dirigió directamente a él: “Pues el rey sabe estas cosas [que Cristo sufrió y resucitó de entre los muertos, Hechos 26:23]…porque no pienso que ignora nada de esto” (Hechos 26:26). Entonces Pablo habló al rey Agripa fuertemente, diciendo: “¿Crees, oh rey Agripa, a los profetas? Yo sé que crees” (Hechos 26:27). Cuando Pablo dijo esto, las emociones del rey fueron tan fuertes que provocaron que gritara: “Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano” (Hechos 26:28).
Incluso hoy cuando el Evangelio es predicado con celo y energía, algunas personas, como Festo son demasiado orgullosas y descuidadas para recibir el Evangelio. Ellos piensan que el predicador está “loco”. Otros, como el Rey Agripa, son casi convencidos en hacerse Cristianos. Dicen en sus corazones:
“Por poco me persuades a ser cristiano” (Hechos 26:28).
Es a ustedes, que son casi convencidos a ser Cristianos, que hablo esta mañana. Creo que es muy necesario que les advierta del peligro de ser “casi” Cristiano. Por lo tanto, de las palabras del texto, yo les mostraré tres cosas.
I. Primero, qué significa casi Cristiano.
Casi Cristiana es una persona que se detiene entre dos opiniones, quien vacila entre Cristo y el mundo. El Apóstol Santiago lo describe como:
“El hombre de doble ánimo” (Santiago 1:8).
El casi Cristiano es una persona que depende de la práctica religiosa externa. Se dice a sí mismo: “Leo la Biblia. Voy a la iglesia. ¿No es eso suficiente?” Él piensa que es justo. Él piensa que es mejor que los demás. Pero, al mismo tiempo, él es realmente un extraño a la religión interna del corazón. Él tiene “una apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella” (II Timoteo 3:5). Y continúa mes tras mes, asistiendo a la iglesia, aún así nunca es convertido, pero sólo se hace peor cuando pasan los meses y los años.
El casi Cristiano depende en ser “bueno”, y se contenta con pensar que no le hace daño a nadie. Sin embargo se olvida que Cristo dijo: “Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 25:30). Se olvida de que la higuera estéril fue maldecida y secada desde las raíces, no por dar mal fruto, sino por no dar ningún fruto.
El casi Cristiano es honesto y estricto consigo mismo; pero tanto su honestidad y rigor provienen de amor propio. Es cierto, que no peca exteriormente, pero no por obediencia a las leyes de Dios, sino porque a su temperamento no le gusta los pecados excesivos, o porque no quiere perder su reputación, o hacerse ineficiente en su profesión. Es cierto que no es un borracho, pero tampoco tiene la abnegación Cristiana. Él se guía más por el mundo que por la Palabra de Dios. Él hace lo que mejor se adapte a sus deseos corruptos, no tratando de hacer la voluntad de Dios, pero sólo conforme a las exigencias externas de su religión.
A pesar de que sólo te he dado un resumen de las características de un casi Cristiano, espero que veas que te describe en algunas de tus características. Y oro que te unas al Apóstol en las palabras que siguen el texto, y desees no ser sólo “tales, [pero completamente]” Cristiano (Hechos 26:29).
II. Segundo, por qué muchos no son más que casi Cristianos.
¿Por qué algunos de ustedes siguen siendo sólo Cristianos nominales, Cristianos sólo de nombre? ¿Por qué siguen siendo no más que “casi Cristianos”?
1. Porque tienes una idea falsa de lo que es ser Cristiano. Algunos de ustedes piensan que significa ir a la iglesia. Algunos de ustedes piensan que significa creer ciertas cosas. Unos pocos, muy pocos, saben que es un cambio de la naturaleza, una recepción de vida divina, una vital, unión viva con Jesucristo; quiero decir el nuevo nacimiento en Cristo. Sin embargo dices con Nicodemo: “¿Cómo puede hacerse esto?” (Juan 3:9). Y porque no has buscado, no te has esforzado, a entrar (Lucas 13:24) sigues siendo sólo un Cristiano nominal, sólo un casi Cristiano.
2. Otra razón por la que sólo eres casi Cristiano es que algunos de ustedes tienen un temor servil, esclavo temor del hombre – un temor a alguna persona o personas que te tienen en sujeción, y te mantiene esclavo del pecado, y te mantiene alejado de Cristo. Algunos de ustedes temen lo que sus padres dirían si tratan de esforzarte a entrar en Cristo. Otros de ustedes temen lo que sus amigos dirían. Algunos de ustedes incluso pueden temer lo que los otros jóvenes no convertidos de la iglesia pensarían de ustedes si deciden ponerse serios. Cristo habló de ti cuando dijo: “¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros?” (Juan 5:44). El Apóstol Santiago dijo: “Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” (Santiago 4:4). No es de extrañar que eres sólo un casi Cristiano, ya que amas más “la gloria de los hombres que la gloria de Dios” (Juan 12:43). ¡Así muchos de los que oran y buscan a Cristo nunca lo encuentran, ya que no renuncian a los amigos perdidos y mundanos!
3. Otra razón que algunos de ustedes siguen siendo sólo casi Cristianos es porque aman el placer. Ustedes son “amadores de los deleites más que de Dios” (II Timoteo 3:4). Pero Cristo dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo” (Lucas 9:23). Cuando escuchan eso, algunos de ustedes se van tristes, porque tienen demasiado amor por los placeres sensuales. Hay algunos que creen que pueden ir al Cielo sin luchar en contra de sus inclinaciones carnales. Y esta es otra razón por la que muchos están sólo casi, y no completamente Cristianos.
4. La última razón que voy a dar, porque muchos permanecen siendo casi Cristianos, es un temperamento inestable y variable.
Lloramos y clamamos sobre el número de conversos prometedores, que parecen ser salvos, pero después de un tiempo desaparecen, y acaban en la carne, destituidos de Cristo. Tiemblo de repetir ante ellos esa terrible amenaza: “Y si retrocediere, no agradará a mi alma” (Hebreos 10:38), y otra vez, “Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento…” (Hebreos 6:4-6). Aunque con inestable, variable temperamento parecen que empiezan bien, pero retroceden a la condenación eterna.
III. Tercero, la insensatez, la locura, de permanecer no más que un casi Cristiano.
1. La primera prueba que doy es que no puedes recibir salvación de esta manera. Tales personas son casi Cristianas; pero casi darle al blanco, es realmente fallar. ¿Qué dirá tu familia Cristiana cuando mueras? “¡Casi fue salvo!”
“Casi” no bastará;
“Casi” ¡fracasará!
Triste, triste, llorar,
“Casi” – pero perdido.
(Traducción libre de “Almost Persuaded”
por Philip P. Bliss, 1838-1876).
2. La segunda prueba de la insensatez de ser un casi Cristiano es el daño que le hace a los demás. Un casi Cristiano es una de las criaturas más peligrosas en el mundo entero. Él es un lobo con piel de oveja. Él es un falso profeta. Los casi Cristianos “no entran en el reino de Dios por sí mismos, y no dejan entrar a los que están entrando”. Estos son aquellos que son grandes enemigos de Cristo más que los ateos o Musulmanes, o incluso los Mormones. Porque casi todos estarán al tanto de un Musulmán, un Mormón o un ateo; pero un casi Cristiano, a través de la hipocresía sutil, atrae a muchos que nunca han seguido a un Musulmán, Mormón o ateo. Por lo tanto el casi Cristiano debe esperar recibir una mayor condenación, un castigo peor en el Infierno que un Musulmán, Mormón o ateo – porque el casi Cristiano hace mucho más para destruir la obra de Dios que cualquier otro cultista o ateísta podría hacerlo. El hoyo más profundo en el Infierno es por lo tanto, reservado para el casi Cristiano.
3. La tercera prueba de la insensatez de permanecer un casi Cristiano es que es la mayor forma de ingratitud hacia nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Jesús bajó del cielo para salvarnos. Él fue humillado, despreciado, sudó Sangre en la agonía de Getsemaní, fue detenido, burlado, cruelmente golpeado y clavado en una Cruz, muriendo en nuestro lugar. Él derramó Su preciosa Sangre para limpiarnos. Oh, ¿cómo puedes decir que lo amas, cuando tu corazón no está totalmente con él? ¿Cómo puedes reconocer que Él sufrió para salvarte de la miseria y el castigo eterno, y no darte completamente a Él?
Dale todo tu corazón a Jesús. Ponle fin a estar entre dos opiniones. ¿Por qué debes mantenerte alejado de Cristo por más tiempo? ¿Por qué debes estar tan enamorado de la esclavitud del pecado que no te apartas del mundo, la carne y el Diablo – que, como cadenas espirituales, agarran tu alma y la detienen, y evitan que huyas a Cristo? ¿A qué tienes miedo? ¿Por qué no te entregas por completo a Cristo? ¿Crees que el ser sólo medio Cristiano te hará feliz? ¿Crees que tirarte por completo en Cristo te hará miserable?
Es un gran engaño pensar que vacilar entre Cristo y el mundo te puede satisfacer. No – tal vacilar sólo te impide experimentar el gran alivio que Cristo ofrece. Sólo cuando le das tu corazón por entero a Cristo puedes tener paz con Dios.
Para concluir, les exhorto que se alejen de ser casi Cristianos. Huye de la ira y el juicio de Dios. Cueste lo que cueste, huye a Cristo. Entonces esfuérzate para darle más y más a Él. Siempre orando, siempre preparándote para una vista más completa y un mayor disfrute de Él, en cuya presencia hay plenitud de gozo, y en cuya diestra hay placeres por siempre. ¡Amén!
Este sermón, “El Casi Cristiano”, fue predicado por George Whitefield durante el Primer Gran Despertamiento (1730-1760). Lo he editado y simplificado para que sea más fácil de entender para las mentes menos educadas de los hombres modernos. Que lo leas de nuevo, y pienses en el profundamente. Que te alejes de ser un “casi Cristiano”. Que Dios Mismo te haga “[completamente]” un verdadero Cristiano (Hechos 26:29), que algún día no sea dicho de ti:
“Casi persuadido”, ¡pasó la cosecha!
“Casi persuadido” ¡la condena llegará!
“Casi” no bastará;
“Casi” ¡fracasará!
Triste, triste, llorar,
“Casi” – pero perdido.
(Traducción libre de “Almost Persuaded”
por Philip P. Bliss, 1838-1876).
(FIN DEL SERMÓN)
Puedes leer los sermones de Dr. Hymers cada semana en el Internet
en www.realconversion.com. Oprime “Sermones en Español”.
La Escritura Leída Antes del Sermón por Dr. Kreighton L. Chan: Hechos 26:19-29.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Almost Persuaded” (by Philip P. Bliss, 1838-1876).
EL BOSQUEJO DE EL CASI CRISTIANO – ADAPTADO DE UN SERMÓN por Dr. R. L. Hymers, Jr. “Por poco me persuades a ser cristiano” (Hechos 26:28). (Lucas 21:12; Hechos 26:24, 25, 23, 26, 27, 28) I. Primero, qué significa casi Cristiano, Santiago 1:8; II. Segundo, por qué muchos no son más que casi Cristianos, III. Tercero, la insensatez, la locura, de permanecer no más que
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