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TEMOR - EL ELEMENTO QUE FALTA #3

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado la Mañana del Día del Señor, 13 de Julio de 2008
en el Tabernáculo Bautista de Los Angeles

“No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Romanos 3:18).

Este verso describe la condición de toda la gente antes de ser convertidos. Es el punto principal del argumento del Apóstol, en Romanos 3:9-20, mostrando que esta es la condición de todos los hombres y mujeres inconversas en el mundo. El argumento del Apóstol para esta verdad es el climax que surge de Romanos 3:9, cuando él nos dice que Dios ha

“acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado” (Romanos 3:9).

“Bajo pecado” o sea bajo el dominio completo del hombre bajo pecado, esclavos del pecado en su estado natural de seres humanos. El Apóstol continua, en los versos siguientes de esta sección, para comprobar ese punto. Luego su argumento sube a su punto más alto en nuestro texto,

“No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Romanos 3:18).

Esta condición es tan universal que el Apóstol no deja lugar para ninguna excepción. El nos dice que el texto se aplica a cada y a todo miembro de la raza humana. Eso por supuesto te incluye a ti, si estás inconverso. Dios te dice a ti personalmente,

“No hay temor de Dios delante de [tus] ojos” (Romanos 3:18).

La palabra Griega “phobos” significa “temor” no “asombro” como dicen las traducciones modernas en Hechos 2:43. Para mi, su uso de “asombro” en vez de “temor” en Hechos 2:43 es “torcer la Escritura.” ¿Por qué debe la misma palabra “phobos” significar “asombro” en Hechos 2:43 y “temor” en Romanos 3:18? No veo ninguna excusa por la cual den el uso arcaico de la palabra “asombro” para traducir una palabra tan clara como “phobos” como otra cosa que no sea “temor.” Pero me temo que los traductores modernos saben muy poco sobre la verdadera conversión el día de hoy, y esa es la razón por la que traducen erroneamente “phobos” en Hechos 2:43 como “asombro.” Como veremos, esto “tuerce” el significado de una palabra clara en la Escritura, en un punto crítico concerniente a aquellos que oyeron la predicación de Pedro y de los otros Apóstoles en Pentecostés y directamente después.

Es “temor” lo que la gente necesita si espera ser convertida. Pero ninguna persona en un estado inconverso siente temor, porque nuestro texto dice de ellos,

“No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Romanos 3:18).

Pero cuando el Espíritu de Dios venga sobre una persona, ella sí sentirá temor. Esto se hace claro en la historia de Pentecostés, en Hechos 2:43,

“y sobrevino temor a toda persona” (Hechos 2:43).

¿Qué es este temor? Por una parte, es el temor del castigo eterno. Cuando el Espíritu de Dios convence a un hombre, lo hace pensar sobre “el juicio” (Juan 16:8). El comienza a sentir que

“será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero” (Apocalipsis 14:10).

 Anteriormente, él pensaba poco sobre el Infierno. Anteriormente él solamente pensaba sobre “lo terrenal” (Filipenses 3:19). Antes, él solo pensaba sobre salir bien en la escuela. Antes, solo pensaba en divertirse. Antes, solamente le importaba tener éxito y ganar dinero. Antes, solamente pensaba sobre las “cosas...de la tierra” (Colosenses 3:2). Antes, “no [había] temor delante de sus ojos” (Romanos 3:18).

Pero ahora, el temor viene sobre su alma (Hechos 2:43). Pero ahora él comienza a pensar en la eternidad. Pero ahora él piensa sobre el fuego en el Infierno que espera por él. Ahora recuerda a menudo las palabras de Cristo,

“E irán éstos al castigo eterno” (Mateo 25:46).

El Dr. Nettleton dijo:

No es sorprendente que [tú] entres bajo convicción. Si lo que se ha dicho es cierto, que el pecador está condenado a muerte eterna, y en todo momento está en peligro de estar perdido para siempre, no es sorpresa que [tú] te alarmes...y aquí permíteme preguntar, ¿hay alguien [de ustedes] aquí que escucha mi voz, que comienzas a sentir que [tú] estás condenado, y que ninguno de [tus] pecados está perdonado? Si no estás en Cristo, déjame decirte que tus temores tienen fundación [base]. Tú sí estás condenado, y ojalá que te dieras cuenta de ello más y más (traducción libre de Asahel Nettleton, D.D., “Causes of Alarm to Awakened Sinners,” Sermons from the Second Great Awakening, International Outreach, 1995, páginas 418-419).

De nuevo, ¿piensas mucho, o en algo, sobre

“ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado” (Marcos 9:43)?

 El Dr. Nettleton dijo:

De nuevo - ¿comienzas...a temer que tú estás [condenado] al castigo eterno? Si no estás en Cristo, tus temores tienen fundación [base]. Es [verdad], y ojalá que te dieras cuenta de ello más y más (Nettleton, ibid.).

De nuevo, sentirás la incertidumbre, la terrible incertidumbre de tu vida. Cuando el Espíritu de Dios venga sobre ti, verás que

“Pasan [tus días]…Y…[descenderás] al Seol” (Job 21:13).

¿No dijo Dios, “en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré” (Exodo 33:5)?

“Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece”
      (Santiago 4:14).

La terrible incertidumbre de tu vida, y el hecho de que tú irás a la tumba “en un momento” te causará sentirte temeroso (Hechos 2:43). El Dr. Nettleton dijo:

De nuevo - ¿comienzas...a darte cuenta de la incertidumbre de tu vida? ¿Tiemblas con de repente ser cortado por el golpe de la muerte, y [llevado a prisa] a una eternidad miserable [en el Infierno]? Si no estás en Cristo, tus temores tienen fundación [o base]. Tú corres dicho peligro...y ojalá que te dieras cuenta de ello más y más (Nettleton, ibid.).

De nuevo, ¿temes que el Espíritu de Dios pare de contender contigo? ¿Temes que Dios te pueda dejar solo, y jamás compunja tu conciencia, y jamás te haga temer que Dios te deje y nunca te atemorice, y nunca te convicte de tu pecado? La Biblia dice que éste sí es un peligro verdadero.

“Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre” (Genesis 6:3).

¿Te preocupan esas palabras? ¿Tienes temor de que Dios te deje del modo en que estás? ¿Tienes temor de jamás ser convertido? El Dr. Nettleton dijo:

De nuevo – ¿temes que el Espíritu de Dios quizá deje de contender contigo? Tus temores tienen fundación [o base]. Hay un gran peligro de que el Espíritu deje de contender contigo. Muchos que estuvieron ansiosos como lo estás tú han regresado a la estupidez, y han perdido sus almas...Si tú resistes al Espíritu, y te vuelves a la estupidez, hay todavía mayor razón de temer que dormirás...[hasta] que perezcas [en el Infierno] (Nettleton, ibid., pp. 419-420).

De nuevo, tienes temor de que quizá jamás serás perdonado de tus pecados? En tu muerte será dicho de ti,

“El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía” (Apocalipsis 22:11)?

El Dr. Nettleton dijo:

Otra vez – ¿comienzas...a temer que tú jamás serás perdonado? Déjame decirte que tus temores no son sin fundación [o base]. Es una terrible incertidumbre si tus pecados jamás serán perdonados. Y ojalá que te dieras cuenta de eso más y más (Nettleton, ibid., p. 419).

Las puertas del Infierno abiertas vi,
   Con dolores infinitos allí,
Que solo los que se hallan ahí pueden contar,
   Mientras que arrastrado a la desesperación fui.
(Anonimo)

¡Alma mía, mira abajo al Infierno,
Aquel mundo de agonía y de dolores!
(John Ryland, 1777).

De nuevo, temes que si no vienes a Cristo ahora quizá jamás tendrás la oportunidad otra vez? ¿Hay algún temor de eso en ti cuando lees la Escritura que dice,

“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado” (Isaías 55:6)?

¿No implica esto fuertemente que vendrá una hora cuando Cristo no pueda ser hallado? Cuando el Espíritu de Dios se ha ido, para talvez nunca volver a ti, ¿entonces cómo podrás hallar a Cristo Jesús? ¿Cómo podrás entonces venir a El? Timothy Dwight, un grande evangelista del Segundo Gran Avivamiento dijo:

Pecadores, temed al Señor,
    Mientras todavía es hoy:
Pronto la terrible voz de la muerte
    Llamará a vuestras almas.
 
Pronto se acabará la siega,
    El verano habrá pasado,
Oh pecadores vuestro Dios lesionado
    Ya no oirá vuestras oraciones.

Entonces, mientras todavía es hoy,
    Oíd el sonido del evangelio;
Ven, pecador, apresurate, vente
    Mientras Cristo todavía puede ser hallado.
(Traducción de “The Day of Grace” por Timothy Dwight, 1752-1817).

Por favor canta de pie la última canción en la hoja. ¡Canta fuertemente!

Hay una línea que se traza al rechazar a nuestro Señor,
    Donde se pierde el llamado de Su Espíritu,
Y andas con la multitud que busca los placeres,
    ¿Has calculado, has contado lo que te costará?
¿Has contado lo que costará, si tu alma se pierde,
    Aunque ganes el mundo entero para ti?
Hasta puede ser que la línea cruzaste ya,
    ¿Has contado, has contado lo que te costará?
(traducción de “Have You Counted the Cost?” por A. J. Hodge, 1923).

(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída por Dr. Kreighton L. Chan Antes del Sermón: Romanos 3:9-18.

El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“If You Linger Too Long” (por Dr. John R. Rice, 1895-1980).