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“¡YO SOLÍA CREER EN LA CIENCIA FICCIÓN!”
(SERMÓN #1 SOBRE EL LIBRO DE GENESIS)

por Dr. R. L. Hymers, Jr.

Un sermón predicado la mañana del Día del Señor, 8 de Julio de 2007
en el Tabernáculo Bautista de Los Angeles

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Genesis 1:1).


Cuando yo era chico le pregunté a mi madre, “¿Cómo empezó el mundo? ¿De dónde venimos?” Mi madre no era Cristiana. A ella le habían enseñado la evolución en la escuela pública. Ella me dijo que todo empezó con una gran explosión y, a través de millones de años, se desarrollo el hombre. Yo creí lo que ella me dijo hasta después de tener veinte años. Pero dejé las ideas de la evolución y acepté la verdad del primer capitulo de Genesis cuando fui convertido.

Después, cuando mi madre tenía ochenta años de edad, ella también se hizo Cristiana. Ella fue guiada a Cristo por el Dr. Cagan, uno de nuestros diáconos. Poco después de eso le pregunté qué pensaba de la evolución. Mamá me dijo, “Robert, ¡no sé cómo pudimos creer tal locura!”

Mi tío Porter Elliott también creía la teoría de la evolución. Él leía libros de ciencia ficción por hombres como Isaac Asimov. Un día él se hizo Cristiano. Un corto tiempo después me dijo, “Bueno, yo solía creer en la ciencia ficción. Ahora creo la Biblia.”

“¡No sé cómo pudimos creer tal locura!” “Yo solía creer en la ciencia ficción. Ahora creo la Biblia.” Esas eran las palabras de mi madre y de mi tío. Lo que ellos dijeron demuestra dos cosas. Primero, la realidad de la fe.

“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Hebreos 11:3).

Cuando mi madre y mi tío fueron convertidos ellos rápidamente entendieron “por la fe” que el universo y todo lo que hay en él fue creado por Dios. “La fe” se refiere a la apertura de una mente cegada por el pecado a la realidad del poder soberano de Dios en la creación.

Segundo, lo que ellos dijeron demuestra que la teoría de evolución también es una “fe” – pero una “fe” falsa. Mi tío transifirió su fe de la ciencia ficción a la Biblia. Mi madre intuitivamente llamó su creencia anterior una “locura,” ¡como de verdad lo es!

Los evolucionistas en verdad no basan su creencia en “estudio cientifico.” Pueden decir que sí, pero no hay prueba científica de que el mundo empezó como ellos dicen, o que la vida evolucionó del modo que ellos nos dicen que sucedió. El método científico no fue utilizado al formular las ideas de la evolución. El Dr. George S. Hawke es metereólogo en Sydney, Australia. El Dr. Hawke dijo,

La ciencia solamente puede tratar dependiblemente con el mundo presente, no puede tratar dependiblemente con el pasado (los origenes) o con el futuro (los destinos finales), no tampoco los puede observar directamente. Yo creo que todos los científicos deben tener cuidado con lo que asumen, ya que ellos pueden determinar en gran manera sus hallazgos. Deben tener cuidado de las extrapolaciones [conclusiones o adivinanzas] fuera del margen de la observación... Por lo tanto, los científicos solamente pueden especular, imaginar, y adivinar tocante al origen de la vida (traducción literal de George S. Hawke, Ph.D., In Six Days: Why Fifty Scientists Choose to Believe in Creation, editado por John Ashton, Ph.D., Master Books, 2002, pp. 349-350).

Un artículo de National Geographic sobre “El principio de la Vida en la Tierra” [traducción literal del titulo] (Marzo, 1998) decía, “La ciencia es el estudio de fenomeno probable y observable” y la fe Cristiana es “una creencia inmovible en lo que no se ve.” El Dr. Hawke señaló que esta declaración “ignora el hecho de que no hay un fenomeno obvio que es ‘probable u observable’ en el origen de la vida. [Su vista] también se apoya en la fe en lo que no se ve” (ibid., pp. 344-345).

¡Nadie puede probar ni observar la creación del mundo! Por lo tanto, la vista de los evolucionistas está basada en filosofía, no en ciencia probable y observable. Toma, por ejemplo, la famosa declaración del astronomo Carl Sagan, “El cosmos [el universo] es todo lo que es, o siempre ha sido, o será.” ¿Cómo sabía eso? ¿Cómo podía el Dr. Sagan probar y observar eso? No podía. Por lo tanto su declaración se apoya en la filosofía, no en el método cientifico. Era una declaración de fe, basada en la “fe” de Sagan en la teoría de la evolución.

Mi madre y mi tío no tenían una gran educación catedrática, pero ambos eran muy inteligentes. Leían todo lo que estaba a su alcance. Muchos de los que nacieron antes de que hubiera televisión eran así – leían todo el tiempo. Así, a su propio modo, sabían que la idea evolucionista del origen del universo era solamente una teoría. Cuando se hicieron Cristianos tiraron esta hipótesis sin base y abrazaron la creación Bíblica.

El Dr. John MacArthur, aun que no esta correcto sobre la Sangre de Cristo, estuvo correcto en su evaluación de la declaración del Dr. Sagan:

“El cosmos [el universo] es todo lo que es, o siempre ha sido, o será” fue la marca del aforismo de Sagan, repetida en cada episodio de su serie de televisión, Cosmos. La declaración en sí es una de fe, no una conclusión cientifica. (Ni Sagan ni todos los cientificos juntos en el mundo podrían examinar “todo lo que es, o siempre ha sido, o será” por ningún método cientifico.) La declaración de Sagan ilustra perfectamente como el materialismo moderno [evolucionismo] confunde [su] dogma religioso con la ciencia verdadera (traducción literal de John MacArthur, D.D., The Battle for the Beginning, W Publishing Group, A Division of Thomas Nelson, 2001, paginas 12-13).

Ambos, el artículo de National Geographic y la posisión de Carl Sagan estaban basados en “fe” en su filosofía en vez de apoyarse en la observación problable y observable. Cuando la persona entienda eso, no habrá razón para echarse atrás de la plana declaración de la Biblia,

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Genesis 1:1).

Los evolucionistas naturales como el Dr. Sagan a menudo ponen de manos a aquellos que creen la declaración Bíblica. En vez de proveer la posisión suya cientificamente, ellos tienden a mofar y ridiculizar aquellos que creen el récord de Genesis en vez de ofrecer una prueba sólida de la evolución.

Esto se hace evidente en los salones de clase de universidades seculares cuando se discute el juicio Scopes de Bryan. Bryan fue candidato Demócrata para la presidencia tres veces – en 1896, 1900, y 1908. Cuando Woodrow Wilson se hizo Presidente en 1912 hizo a Bryan el Secretario de Estado. Bryan trabajó arduamente por la paz. En 1915 tuvo el valor moral de renunciar, en vez de apoyar al Presidente Wilson cuando empujaba a América a entrar a la Primera Guerra Mundial, “la guerra sin final,” que la historia ha mostrado que no “aseguró al mundo para la democracia” como lo había prometido Wilson. América mejor se hubiera quedado fuera de la Primera Guerra Mundial, como dijo Bryan, y hubiera dejado que las naciones de Europa arreglaran sus diferencias entre sí mismas. A lo mejor la Segunda Guerra Mundial nunca hubiese acontecido si el Presidente Wilson le hubiese escuchado a Bryan. Bryan tenía razón. Wilson estubo equivocado.

Durante su carrera de líder del Partido Demócrata, Bryan apoyaba las mejoras de las condiciones para los granjeros y los obreros, y se oponía a las “empresas grandes” (por lo que perdió la Presidencia – “las empresas grandes” pusieron mucho dinero en campañas contra él). Él obraba por la elección popular de los senadores, el derecho de votar de la mujer, y la paz internacional. En otras palabras, Bryan era un progresivo social, pero su liberalismo estaba arraigado en la caridad Cristiana. Su famoso discurso “cruz de oro” era un ruego elocuente por el “hombre pequeño” en la vida Americana.

Creyendo que la fe en la Biblia era el sustento para una gran sociedad en América, Bryan hizo muchos discursos famosos, y escribió varios libros, oponiendose a la evolución de Darwin en las escuelas publicas. Él dijo a menudo, “¿Por qué tiene la gente Cristiana que ser forzada a pagar impuestos para apoyar el menosprecio de la fe de sus hijos por la enseñanza de la evolución en nuestras escuelas?” Es intersante que este mismo argumento sigue hasta el día de hoy. ¡No se acaba!

En el Juicio de Scopes en 1925, Bryan “defendió la dependibilidad de la Biblia contra los ataques de Clarance Darrow [el abogado agnóstico]. Pese a no estar preparado a tratar con cuestiones científicas, Bryan apoyaba la Biblia razonable y coherentemente... [Pero] la prensa nacional [dirigida por el ateo H. L. Mencken – un anti-Semita que después apoyaba a Hitler] ilustraba a Bryan como un campesino ignorante que se ponía en vergüenza a sí mismo y a todos los Cristianos ortodoxos ante el culto y [tal llamado] ‘científico’ Darrow...Bryan murió unos cuantos días después del Juicio” (traducción literal de M. A. Noll, in Who’s Who in Christian History, editado por J. D. Douglas, Tyndale House Publishers, 1992, p. 112).

H. L. Mencken y otros periodistas satirizaban a Bryan por su fe en la Biblia, y sin vergüenza riculizaron a este buen hombre. Muchas de las ideas progresistas de Bryan para ayudar a los pobres fueron incorporadas, directamente de él, en el “New Deal” [“El Nuevo Trato”] del Presidente Franklin D. Roosevelt durante la Gran Depresión. Mark Noll dijo, “Que Bryan sea recordado principalmente por el Juico de Scopes es una de las grandes injusticias de la historia Americana. Su vida entera – como reformador social, hombre Presbiteriano dedicado, y completamente Cristiano político – ofrece un modelo digno para los Cristianos evangélicos involucrados en la vida publica” (traducción literal de Who’s Who in Christian History, ibid.).

Treinta años después de la muerte de Bryan, Jerome Lawrence y Robert Lee escribieron una obra teátrica llamada Inherit the Wind [Hereda el Viento], que continuaba atacando a Bryan por su oposición a la teoría de la evolución. Esta obra se hizo filme de Hollywood que mostraba a Bryan como un necio prejuicioso de mente cerrada por sus creencias. Tengo a mano una copia de la obra, Inherit the Wind, publicada por Ballantine Books en 2003, de Random House, edición de 1955. Esta obra que está basada en el Juicio de Scopes, repetidamente muestra a los Cristianos creyentes Bíblicos como gente prejuiciosa peligrosa. En la página 121 la obra llama a Bryan, “un huerfano calvo [lo cual no era], un adolescente que envejecía.” En la página 125 dice de Bryan, “Tú sabes lo que era: un bastardo mentiroso que somataba la Biblia.”

Y es así como la prensa en América ha tratado a los Cristianos que creen la Biblia desde entonces. ¡Piensa en el motín que sucedería ahora si un líder Musulmán, o algún Rabí famoso fuera llamado “un huerfano calvo, un adolescente que envejecía...un bastardo mentiroso que somataba la Biblia”! ¡Espero que jamás nadie haga tal cosa! ¡El prejuicio mostrado en los escritos de Mencken y de Inherit the Wind no deben tener lugar en nuestra sociedad!

H. L. Mencken, el periodista que escribió la historias de periodico principales contra Bryan dijo al morir, “Bueno, matamos al hijo de perra” (traducción literal de William Manchester, Disturber of the Peace: The Life of H. L. Mencken, Harper and Brothers, 1951, p. 183). Pero Mencken estaba equivocado. Debemos entender que tal llamar apodos contra Cristianos por los evolucionistas simplemente demuestra su debilidad. Hoy, más de ochenta años después del Juicio de Scopes, Bryan no ha sido “matado.” Sí, lo crucificaron en una cruz de prejuicios y burla, pero no se ha quedado muerto. Su causa continúa y agarra fuerza – ¡y los evolucionistas lo saben! Libros como el de el Dr. Michael J. Behe, Darwin’s Black Box: a Challenge to Biochemical Evolution [La Caja Negra de Darwin: un Desafío a la Evolución Bío-quimica] y el Dr. Michael Denton, Evolution: a Theory in Crisis [La Evolución: Una Teoría en Crísis] son una amenaza seria y un desafío a la evolución el día de hoy. En mi biblioteca tengo un libro con estudios de cincuenta científicos con doctorados en biología, bíoquimica, física, genetica, botánica, quimica teorética, geofísica, zoología, geología, metereología, y astronomía (para decir algo). Todos estos científicos han abandonado la teoría de la evolución. Todos ellos creen en la declaración de la creación del Genesis (vea John F. Ashton, Ph.D., In Six Days, Master Books, 2002).

Así, la teoría de la evolución hoy está bajo un ataque constante en la misma comunidad científica. ¿Por qué? Simplemente porque después de 150 años, la teoría de Darwin tiene que ser comprobada – científicamente. Está llena de agujeros, y desmoronandose. Pero la Biblia permanece, con su declaración simple y de frente,

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Genesis 1:1).

Y cuando vengas a Cristo por fe podrás, tal como mi madre, decir, “¿Por qué rayos creíamos tal locura?” Y como el tío Porter, dirás, “Yo solía creer en la ciencia ficción. Ahora creo la Biblia.”

Ven a Cristo. Su muerte en la Cruz expiará por tus pecados. Su resurrección corporal de los muertos te dará vida eterna. Cuando vengas a Cristo por fe serás “nacido de nuevo” (Juan 3:3, 7). Cuando seas convertido escogerás la Biblia en vez de la ciencia ficción de la evolución, y sabrás la verdad de la vieja proclamación,

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Genesis 1:1).

(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída por el Dr. Kreighton L. Chan Antes del Sermón: Hebreos 11:1-3.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“How Big is God” (por Stuart Hamblen, 1908-1989).