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¡CRISTO - LA LUZ DEL MUNDO!por Dr. R. L. Hymers, Jr. |
Un sermón predicado en la mañana del Día del Señor, 26 de Febrero de 2006
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). |
Recientemente fui criticado porque cité a C. S. Lewis. ¡Sin embargo la Biblia cita varias veces a Satanás! El Apóstol Pablo citó a los poetas paganos, Aratus y Cleanthes en su sermón en la colina de Marte en Atenas, diciendo:
“Porque en Él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos” (Hechos 17:28).
Aun el predicador que más aborrece a Lewis - creo yo está de acuerdo que él no era tan malo como Satanás, ni estaba tan engañado como los paganos de la antigüedad que citó el Apóstol! Cierto, era Anglicano y tenía ciertos puntos de vista teológicos falsos, ¡pero no era ni Lucifer, ni pagano impío! Y él tuvo ciertos puntos muy Buenos, con los que todos debemos familiarizarnos.
Yo no tengo ninguna objeción al citar a un Calvinista de cinco-puntos como Spurgeon cuando él exalta el poder Salvador de Cristo - aunque yo no sea un Calvinista de los cinco-puntos. No me molesta citar a John Wesley, aunque tampoco estoy de acuerdo con ciertas de sus ideas, tal como la posibilidad de perder la salvación. Wesley era un Cristiano con tan grande corazón que yo hallo muchísimo bien en lo que escribió, y no me disculpo por citarlo cuando creo que está en lo correcto Bíblicamente, como tantas veces lo estuvo. Hasta pueda, en varias ocasiones citar a Finney el hereje pelagiano, aunque yo creo que sus doctrinas de “decisionismo” son infernales y destructivas. Hermanos, debemos anclarnos en el Libro, para poder ver a estos hombres con ojos claros, y “entresacares los precioso de lo vil” (Jeremías 15:19), como lo hizo Pablo al citar ciertas verdades de los escritores paganos. Por lo tanto no tengo impedimento de citar la famosa declaración de C. S. Lewis sobre nuestro Señor Jesucristo, porque está llena de la carne y fibra de la verdad del Salvador. Lewis dijo:
Aquí estoy tratando de evitar que alguien diga la necedad que la gente a menudo dice de Él [Cristo]. “Estoy listo a aceptar a Jesús como un gran maestro moral, pero no acepto que Él dice ser Dios.” Eso es lo que no debes decir. Un hombre que es meramente hombre y dice las cosas que Cristo dijo no es un gran maestro moral. Es un lunático - está al mismo nivel que el hombre que dice ser un huevo duro - o sería un diablo del Infierno. Tú debes decidir. Este hombre era y es el Hijo de Dios, o si no, un loco o algo peor. Lo puedes catalogar de necio, le puedes escupir y matar, como demonio, o te puedes postrar a Sus pies y llamarlo Señor y Dios. Pero no vengamos con esta insensatez de que era un gran maestro humano. Él no nos ha dejado esa opción abierta. Él no quiso (traducción libre de Mere Christianity, por C. S. Lewis, Ph.D., Harper Collins, 2001, pagina 52).
Yo digo que esa declaración de C. S. Lewis, a pesar de que él estaba claramente erróneo en otras cosas, es una expresión casi perfecta de quien Cristo es que hallarás. Yo no le encuentro ningún defecto a esa declaración. Y un hombre que habla con tal autoridad sobre Cristo Jesús merece que se le escuche en el tema, en esta hora cuando se le pone tanta atención a su literatura, lo que sea que sus otros puntos de vista sobre otras cosas hayan sido.
¿Era Cristo un loco o un diablo cuando dijo:
“Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”?
¿O nos dijo Él la verdad absoluta sobre sí mismo? Si nos dijo la verdad, la única cosa lógica qué hacer es “postrarnos a Sus pies y llamarlo Señor y Dios.” Pero lo que nunca debemos hacer es llamarlo un gran maestro moral. “Él no nos ha dejado esa opción abierta. Él no quiso.”
Piensa en lo directo de las palabras de Jesús:
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12).
Dos pensamientos principales me vienen a la mente al considerar este verso.
I. Primero, el texto muestra quien Él es.
Él dijo:
“Yo soy la luz del mundo…” (Juan 8:12).
Cualquier persona que esté familiarizada con la Biblia recordará instantáneamente a Moisés en el arbusto que ardía al pie del Monte de Sinaí.
“Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros”
(Exodo 3:13-14).
El Dr. Gill dijo que YO SOY es el nombre de Dios. “Esto significa el verdadero ser de Dios, su existencia en sí mismo...y también muestra su eternidad e [invariabilidad]... porque incluye todo el tiempo, pasado, presente y lo por venir, y lo mismo es, no solo Soy lo que Soy en el presente, sino que Soy lo que he sido, y Soy lo que seré, y seré lo que Soy...Este es el nombre...Jehová, que Moisés usará” (traducción libre de An Exposition of the Old Testament, por John Gill, D.D., The Baptist Standard Bearer, reimpresión de 1989, tomo I, p. 329).
El nombre Yo Soy se traduce Yahweh, o Jehová en la Biblia Reina Valera. Es el nombre principal en las Escrituras del Antiguo Testamento. Jehová - YO SOY - es el nombre que Dios le reveló sobre sí mismo a Moisés en el arbusto que ardía en el Desierto de Sinaí.
Cuando Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo,” Él expresaba el hecho de que Él sí es el gran YO SOY, el Jehová de las Escrituras del Antiguo Testamento. “Yo soy [Jehová] la luz del mundo.” Esta es una palabra muy fuerte de Cristo, diciéndonos que Él es Dios, la Segunda Persona de la Santa Trinidad. Es una declaración inconfundible de Su deidad completa, Dios en carne humana. “Yo soy [Jehová], la luz del mundo.”
Los Judíos incrédulos dijeron: “Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero” (Juan 8:13). Jesús defendió quién Él era diciéndoles: “Ni a mi me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais” (Juan 8:19). Él era, y es, y siempre será: “Yo soy - Jehová - la luz del mundo” (Juan 8:12). ¡Jesús es Dios en carne humana! Como lo puso Charles Wesley, en su famoso himno Navideño:
En tiempo vedle venir, Fruto de la Virgen es:
A Dios en carne mirad, Adorad a la encarnada deidad,
Contento como hombre a morar con él, Jesús nuestro Emanuel.
Ángeles anúncianle, Gloria al recién nacido Rey.
(traducción libre de “Hark, the Herald Angels Sing”
por Charles Wesley, 1707-1788).
“Yo soy la luz del mundo.” “Encarnado [a Jehová] ved; Adorad a la encarnada deidad, Contento como hombre a morar con él, Jesús nuestro Emanuel” [Dios con nosotros. ¡Jehová con nosotros!]. Amen!
II. Segundo, el texto muestra lo que Él hace.
Por favor lea de pie Juan 8:12, otra vez.
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).
Se puede sentar. El Antiguo Testamento habla del Mesías metafóricamente como la luz del sol. Dios dijo por medio del profeta Malaquías:
“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia” (Malaquías 4:2).
El Dr. Gill dijo: “Los Judíos mismos dicen, que luz es uno de los nombres del Mesías, y Dios mismo es llamado por ellos; la luz del mundo” (traducción libre de An Exposition of the New Testament, por John Gill, D.D., The Baptist Standard Bearer, reimpresión de 1989, tomo I, página 542). Jesús dijo:
“El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9).
La Biblia dice que Cristo es
“…El resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia” (Hebreos 1:3).
La luz y gloria de Dios se ven en Cristo, quien dijo:
“Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12).
“La luz del mundo.” Esto significa “la luz vino al mundo” (Juan 3:19) por Cristo. No significa que todo el mundo será salvo, sino que todos son enfrentados con la luz de Dios en Cristo.
La luz de Cristo divide a la humanidad. La Biblia dice:
“Todo aquel que hace lo mano, aborrece la luz” (Juan 3:20).
“Mas el que practica la verdad viene a la luz” (Juan 3:21).
Y esa es mi pregunta para ti esta mañana - ¿vendrás tú a la luz en Cristo, o aborrecerás la luz, y te voltearás de Cristo? Si vienes a Cristo hallarás la luz de Dios. Si continúas como estás, “andarás en tinieblas,” y vivirás en tinieblas, y morirás en tinieblas, y pasarás la eternidad en tinieblas.
“Para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas” (Judas 13).
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12).
Él les habló “otra vez.” Él les había hablado antes. Él había dicho:
“Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” (John 7:37).
Él se había comparado al agua, y les había llamado a beber de Él. Tú me oíste predicar de esto el Domingo pasado. Yo dije: “Ven a Cristo y Él saciará tu sed y satisfacerá tu alma.” Ahora Él te habla otra vez, como les habló a ellos otra vez. Esta vez se compara a la luz. Él dice:
“Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).
Es un error tratar de seguir a Cristo antes de que hayas creído en Él. Judas dejó todo para seguirlo a Él - pero Judas no creyó en Él. En el mero centro de su corazón, Judas se contenía. Exteriormente parecía seguir a Cristo, pero interiormente no creía en Él. Judas traicionó a Cristo y se murió estando perdido - y también tú lo harás si tratas de seguir a Cristo sin venir a Él por la ge, creyendo en Él en un momento instantáneo de conversión. Voltea a Juan 12:46, y leamos de pie las palabras de Cristo.
“Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca [se quede] en tinieblas” (John 12:46).
Se pueden sentar.
Primero, tú debes creer en Cristo y ser convertido. Luego
“…el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).
Hay muchas almas tristes hoy que están tratando de seguir a Cristo sin antes creer en Él, viniendo a Él, siendo salvas por Él. John Wesley, de quien oiremos esta noche, trató de seguir a Cristo sin ser convertido. Igual que Wesley, tú tienes primero que regresar al principio. Arroja tus esfuerzos y tus obras humanas. Admite que estás perdidos. Luego ven a Cristo, confía en Él, y se lavado por Su Sangre, vestido de Su justicia, ¡y entonces comienza a seguirlo!
El mundo perdido en pecado se vio,
Jesús es la Luz del mundo;
Mas en las tinieblas Su gloria brilló,
Jesús es la Luz del mundo.
Ven a la Luz, hoy brilla por tí;
Dulcemente me resplandeció;
Yo ciego fui, mas ya puedo ver;
Jesús es la Luz del mundo.
(traducción libre de “The Light of the World is Jesus”
por Philip P. Bliss, 1838-1876).
(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída por Dr. Kreighton L. Chan Antes del Sermón: Juan 8:12-20.
El Solo Cantado por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith Antes del Sermón:
“The Light of the World is Jesus” (por Philip P. Bliss, 1838-1876).
EL BOSQUEJO DE ¡CRISTO - LA LUZ DEL MUNDO!por Dr. R. L. Hymers, Jr. |
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). (Hechos 17:28; Jeremías 15:19)
I. El texto muestra quien Él es, Juan 8:12a; Exodo 3:13-14;
II. El texto muestra lo que Él hace, Juan 8:12b; Malaquías 4:2; |