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¡AVANZANDO HACIA LA META DEL DISCIPULADO!por el Rev. John Samuel Cagan Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14). |
La historia de nuestra iglesia es una gran historia. Es un cuento de héroe. Es una historia del bien y el mal. La historia de nuestra iglesia es una hazaña. Nuestra iglesia no es una iglesia sin sentido. Nuestra iglesia es una gran iglesia. Nuestra iglesia es un testamento vivo del poder de Dios. Hace más de veinticinco años nuestra iglesia casi murió a causa de un gran quebrantamiento de la iglesia. Más de 400 personas se fueron de nuestra iglesia. Ese evento casi mató a nuestra iglesia. Bajamos a solo unos 39 adultos. Y ese pequeño grupo de personas tuvo que dar $16,000 dólares cada mes. Eso es dieciséis mil dólares por encima de sus diezmos y ofrendas. Parecía imposible.
Cada predicador fuera de nuestra iglesia le dijo a nuestro pastor, Dr. Hymers, que el edificio no podía salvarse. Casi todos creían que la iglesia estaba condenada. Esta iglesia parecía una causa perdida. Pero Dr. Hymers creyó que valía la pena luchar por la iglesia. ¡Y durante veinticinco años, Dr. Hymers luchó por la causa perdida de una iglesia Bautista en el centro de Los Ángeles! Dr. Hymers inspiró a 39 hombres y mujeres a luchar por una causa perdida. Debido al liderazgo de Dr. Hymers, y debido a la fidelidad y el heroísmo de aquellos que lucharon con todo lo que tenían, nuestra iglesia se ha convertido en un faro de Jesús para todo el mundo a través de nuestro ministerio de Internet.
¡El pasado Domingo por la noche escuchaste a Dr. Hymers hablar sobre los valientes héroes de nuestra iglesia! Gente como Dr. Cagan, la Sra. Hymers y Dr. Chan. Héroes de la fe como la Sra. Cook y la Sra. Salazar que se mantuvieron contra viento y marea. Dr. Hymers y los 39 miembros de nuestra iglesia que se quedaron, lucharon, trabajaron muy duro y dieron tanto para que pudiéramos tener una iglesia aquí. Avanzaron hacia la meta. Ellos siguieron a Jesús. No dejaron que Jesús fuera al enemigo solo. Siguieron a Jesús y no fueron disuadidos por el peligro. Ellos fueron valientes. Ellos creyeron. Avanzaron hacia la meta. Se mantuvieron firmes, sin importar cuán dura fuera la tormenta. Miraron más allá del viento y la lluvia y vieron la luz de esperanza que nadie más podía ver.
Veinticinco años después, vimos a Dr. Hymers prender fuego a la nota de la hipoteca cuando se pagó el edificio. Los líderes de nuestra iglesia sangraron, trabajaron, sudaron y clamaron a Dios. Por lo que Dr. Hymers hizo al dirigir la iglesia a través de ese tiempo oscuro; por lo que hicieron mis padres; por lo que hicieron tus padres; por lo que hicieron los miembros de nuestra iglesia; por lo que hicieron la señora Hymers, la señora Salazar y doctor Chan; debido a lo que Dios hizo a través de ellos – nuestra iglesia no murió.
¿Qué tenía Dr. Hymers y aquellos grandes hombres y mujeres de Dios que se les permitió ganar una batalla que parecía una causa perdida? ¡Ellos eran discípulos! ¡Ellos fueron verdaderos discípulos de Jesús! Estaban dispuestos a dar lo que no podían mantener para obtener lo que no podían perder. ¡Incluso si nadie más fuera con ellos, seguirían a Jesús! ¡Eso es lo que debes ser! ¡Debes convertirte en un verdadero discípulo! ¡Debes convertirte en un seguidor de Jesús! ¡No debes temer perder algo en la vida! ¡Debes estar dispuesto a luchar por lo que parece una causa perdida!
“Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14).
I. Primero, el pasado no nos impide seguir a Jesús. ¡El pasado nos equipa para seguir a Jesús!
“Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza” (Romanos 5:3-4).
Esos días oscuros del quebrantamiento de la iglesia y los tristes días que siguieron fueron muy importantes. Esos días forjaron esta iglesia en lo que necesitaba ser. Esos días estaban llenos de tribulación y lucha. Pero esos días enseñaron a la iglesia paciencia. Paciencia para no apresurar a una persona a una decisión y llamarla conversión. Paciencia para insistir en confiar realmente en Jesús. Paciencia para esperar a Dios en oración. Nuestra iglesia se volvió como un guerrero desgastado. Nuestro pastor Dr. Hymers sabe que aprendimos lecciones difíciles en el pasado. Pero debido a que nuestra iglesia a través de nuestro pastor aprendió esas duras lecciones, tenemos un entendimiento más claro de cómo servir y seguir a Jesús.
Aprendimos que debemos rodearnos de discípulos. Debemos perseguir a personas que son dadores. ¡Las personas que no están dispuestas a dejar caer sus redes y seguir a Jesús no pueden ser Sus discípulos! Recuerda, ¡es mejor tener menos personas dispuestas a dar que tener más personas que solo toman! ¡Debemos construir nuestra iglesia en personas que estén dispuestas a seguir a Jesús!
Aprendimos que debemos tener una iglesia que es construida alrededor de los jóvenes. A medida que las personas envejecen, a menudo se vuelven cada vez menos dispuestas a dar a los demás. A menudo se preocupan por lo que podrían perder y se preocupan por cuánto podrían tener que dar. Jesús dijo que una persona que busca salvar su vida la perderá. Esa persona no puede ser un discípulo. ¡Por lo tanto, enfocamos nuestro ministerio en los jóvenes!
El pasado nos ha enseñado que debemos enfocar mucho de nuestro evangelismo en los estudiantes universitarios Chinos. Aprendimos que no podemos construir una iglesia con personas que se niegan a dar algo. ¡Es una gran tragedia que tanta gente en la ciudad de Los Ángeles haya sido entrenada para creer que deben ser tomadores! ¡Tantos jóvenes han sido entrenados por su cultura, por sus maestros y por sus padres, que deben enfocarse en sí mismos! ¡Tienen que enfocarse en el número uno! Qué manera tan trágica de vivir la vida. Viven egoístamente y, por lo tanto, vivirán sus vidas por nada más que la comodidad propia.
Una persona que nunca ayudará a otra persona, que nunca le dará a nadie más, y que solo toma y seguirá tomando, ¡no es el tipo de persona que puede ser un discípulo! ¡Debemos tener una iglesia construida por discípulos! ¡Por largos años de experiencia, Dr. Hymers ha aprendido que debemos enfocar mucho de nuestro evangelismo en los estudiantes universitarios Chinos! ¡Y otros jóvenes que son inteligentes y exitosos! ¡No necesitamos personas que solo quieran divertirse y sentirse bien! ¡Después de todo, vamos hacia un conflicto y va a empeorar! ¡Eso es lo que dice la Biblia! ¡Por lo tanto, necesitamos compañeros soldados en quienes confiar! ¡Necesitamos discípulos en quien depender! ¡Necesitamos personas que sigan a Jesús incluso si nadie más los acompaña! Estas son algunas de las lecciones que hemos aprendido del pasado.
Hemos aprendido lecciones duras e importantes. Hemos hecho bien en llegar hasta aquí. ¡Pero sé que para nosotros haber llegado tan lejos solo debe significar que aún tenemos un camino más por recorrer! ¡La historia de nuestra iglesia es una gran historia! ¡Es una historia de héroes! ¡Pero esa historia no ha terminado! Quizás no puedas creer eso. Quizás te protejas contra la desilusión llenándote de dudas. Los mismos discípulos de Jesús estaban llenos de incredulidad. Recuerda, ellos huyeron de Jesús cuando fue arrestado en el Huerto de Getsemaní. Después de que Jesús fue crucificado, se escondieron en una habitación. Estaban aterrorizados y se sintieron derrotados. ¡No podían creer que el Mesías había muerto! La Biblia dice,
“Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros. Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu. Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro corazón estos pensamientos? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo” (Lucas 24:36-39).
Estos discípulos de Jesús habían seguido a Jesús por años. Habían sanado gente. ¡Habían visto milagros! ¡Ahora habían perdido la esperanza! Pero luego apareció Jesús y les dijo que no dudaran. Jesús les dijo que no tuvieran miedo. Él les demostró que estaba vivo. Les recordó de Su amor y poder. Jesús perdonó a Sus discípulos. Jesús les dio paz a Sus discípulos.
Tú también puedes sacudir tu cabeza con incredulidad y miedo como lo hicieron los Discípulos. Después de todo, la evidencia indica que a nuestro alrededor el Cristianismo está muriendo. La fe está pasando de moda. El Cristianismo está perdiendo su control sobre la gente. La mayoría de las personas no creen que Dios pueda cambiar las cosas. Quizás tampoco lo creas. ¡Parece que las personas no quieren ser Cristianas! Puedes sentirte cansado. Puede que sientas dudas. Eso debe haber sido exactamente lo que sintieron los Discípulos mientras se escondían en el aposento alto. ¡Se sintieron derrotados, hasta que Jesús vino y les demostró que había vencido a la muerte!
Pero Jesús todavía está vivo. Jesús viene de nuevo. ¡Jesús todavía te llama! ¡Jesús te llama a seguir adelante! ¡Jesús te llama a avanzar hacia la meta! ¡Jesús te llama a ser Su discípulo! Jesús les dio paz a Sus discípulos, y luego Jesús señaló a Sus discípulos al gran desafío y tarea que les quedaba por delante. ¡Jesús les dijo que fueran e hicieran discípulos! Jesús prometió estar con ellos todo el tiempo hasta el fin del mundo. ¡Ese mismo desafío y tarea se extiende a ti hoy! ¡Eres llamado al ejército de Dios! ¡Estás llamado a ser un discípulo que hace otros discípulos! ¿Responderás al llamado del Jesús resucitado, el Hijo de Dios?
Soy un soldado de la cruz, le sigo a Jesús,
Y temeré servirle fiel, ¿o me avergüenzo de Él?
(Traducción libre de “Am I a Soldier of the Cross?”
por Dr. Isaac Watts, 1674-1748).
“Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14).
II. Segundo, avanzando hacia el futuro como un discípulo.
Es verdad; El Cristianismo está muriendo en el mundo Occidental. Tengo el privilegio de poder pasar una parte del tiempo cada semana conversando con Dr. Hymers, el fundador y pastor de esta iglesia. Dr. Hymers ha estado en el ministerio por sesenta años. Él puede recordar cuando Billy Graham predicaba en la radio. Él recuerda cuando una persona promedio podría contarte acerca de personajes Bíblicos como Noé y Moisés. Dr. Hymers recuerda cuando todas las iglesias Bautistas estaban abiertas el Domingo por la noche. Pero cuando Dr. Hymers fue al seminario y comenzó a ministrar a la gente cada vez más, ¡comenzó a darse cuenta de que el mundo Occidental estaba en el proceso de olvidar a Dios! Es una tragedia admitir esto, pero es la verdad: ese proceso ahora está completo. El mundo Occidental ha abandonado a Dios.
Si has estado prestando atención a los sermones recientes, escuchaste a Dr. Hymers dar una estadística alarmante. En su libro La Gran Recesión Evangélica, John S. Dickerson dijo que hoy solo el 7% de nuestros jóvenes dicen ser Cristianos evangélicos. Eso significa que el 93% de los jóvenes rechazan el Cristianismo o nunca han estado expuestos a él. Detente y piensa en ese número. Si estás en tu clase de la universidad, y hay 50 personas en esa clase, ¡por lo menos 46 de esos estudiantes ni siquiera se consideran Cristianos! ¡Todo el país se olvidó de Dios y ahora nuestra generación no tiene ningún recuerdo de Él en absoluto! ¡Qué desastre! ¡Que tragedia! ¡Pero qué oportunidad! ¡Qué oportunidad!
El escenario está listo. Las líneas de batalla se han dibujado en las arenas del tiempo. Eso es. Esta es la gran apostasía. Los últimos días están aquí. ¿Debemos buscar refugio en nuestros hogares? ¿Debemos temer unirnos al conflicto? ¡Tenemos una batalla en nuestras manos! ¡Jesús nos ha llamado a representarlo a través de estos tiempos terribles! ¡OTRA VEZ ES TIEMPO PARA LA EDAD DE HÉROES CRISTIANOS!
¿Qué debemos hacer entonces? ¿Cómo podemos luchar contra este mal? ¿Cómo podemos luchar contra esta apostasía? Debemos seguir y decir yo “prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. ¡El más alto llamado de Dios en Cristo Jesús es ser un discípulo de Jesús que hace a otros discípulos de Jesús! Este es el gran llamado de Dios en Cristo Jesús. Buscar y salvar lo que está perdido: ¡hacer discípulos! Están a nuestro alrededor. Persíguelos a toda costa. Como iglesia, debemos dar todo lo que podamos. La iglesia debe tener una actitud de dar. El propósito de nuestra iglesia es ayudar a los jóvenes a tener mucho éxito. ¡El propósito de nuestra iglesia es ayudar a los jóvenes a convertirse en Cristianos exitosos para que puedan ayudar a otros a convertirse en Cristianos exitosos! ¡Avanza hacia la meta de hacer jóvenes campeones para Jesús que se destaquen como líderes en medio de la oscuridad apóstata de este mundo que muere! ¡Avanza al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús!
“Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14).
Nuestra lucha acaba de comenzar. A medida que el mundo pierde la fe, nuestra fe descansa segura en Cristo Jesús. ¡Porque Dios nos prometió la vida eterna! Pero el hecho de que el destino esté garantizado no significa que este curso sea fácil. Muchas personas construyen sus vidas enteras para evitar la incomodidad. Hacen todo lo posible para evitar el dolor y la incomodidad. Nadie quiere sentirse incómodo. La gente mira lo que costará ser un discípulo. Ven que ser un discípulo de Jesús será muy incómodo y difícil. Ellos ven ese desafío y le tienen miedo. Ser un discípulo de Jesús no es para cobardes. Ser un discípulo de Jesús es para héroes. Sé un héroe como Dr. Hymers, como Dr. Cagan, como Dr. Chan, como la Sra. Salazar, como la Sra. Hymers. Hay un premio que ganar, una batalla que luchar, almas para ganar y una luz al final del túnel.
“Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14).
¿Qué diferencia podemos hacer? ¡El Cristianismo es una causa perdida! Dr. Hymers te dijo lo que Patrick J. Buchanan dijo: “Las causas perdidas son las únicas por las que vale la pena luchar”. Eres llamado a venir y hacer una iglesia poderosa aquí en la oscuridad de Los Ángeles. ¡Eres llamado para hacer una iglesia de Filadelfia en tiempos de Laodicea! ¡Eres llamado a ser un discípulo! Seguir a Jesús y ser una luz para el mundo, ¡porque Jesús es la única luz del mundo! ¡Mira, ya somos una luz para el mundo! Estos manuscritos de sermones son leídos en 40 idiomas. Estamos siguiendo a Jesús a la batalla y a la tierra prometida. ¡Podemos hacer una diferencia en este mundo, pero solo si nos hacemos discípulos de Jesús para hacer otros discípulos de Jesús! ¡El Maestro te ha llamado a ser un discípulo! ¡El Jesús resucitado te ha llamado a ser un discípulo! ¡Escucha la canción que inspiró a Dr. Hymers cuando era joven!
Nos llama el Maestro; la senda es triste,
Peligro y dolor regados allí;
Más el Santo Espíritu nos da consuelo;
A Jesús seguimos sin voltear atrás;
Nos llama el Maestro; aún con tentaciones
Y dudas rodeados, feliz cantamos:
“Id hacia adelante,” con tribulaciones;
Deben seguir al Rey los hijos de Sion.
(Traducción libre de “The Master Hath Come” por Sarah Doudney, 1841-1926).
“Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14).
Dr. Hymers, por favor venga y cierre este servicio.
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(FIN DEL SERMÓN)
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El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“The Master Hath Come” por Sarah Doudney, 1841-1926)/
“Onward, Christian Soldiers” (por Sabine Baring-Gould, 1834-1924).
EL BOSQUEJO DE ¡AVANZANDO HACIA LA META DEL DISCIPULADO! por el Rev. John Samuel Cagan “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14). I. Primero, el pasado no nos impide seguir a Jesús. ¡El pasado nos II. Segundo, avanzando hacia el futuro como un discípulo. |