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FE EN JESÚS NO EN SENTIMIENTOS

por el Sr. John Samuel Cagan

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, 24 de Septiembre del 2017

“Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados” (Romanos 3:24-25).


El Apóstol Pablo fue el Cristiano más grande que haya vivido. Él podría haber vivido casi cualquier tipo de vida que hubiera querido. Pero renunció a todo lo que tenía por Jesús. Él sufrió por Jesús. Él ganó almas para Jesús. Vivió enteramente para Jesús. Pablo fue un gran hombre. Pero aunque Pablo era un gran hombre que hizo muchas cosas grandes y que vivió una gran vida para Jesús, él no dependió de ninguna de esas cosas para la salvación. Pablo sólo tenía una esperanza.

La única esperanza de Pablo para la salvación y el perdón del pecado estaba en Jesús. ¿Cómo recibió Pablo salvación? Él fue salvo por confiar en Jesús. Pablo no confió en sus buenas obras. Pablo no confiaba en si se sentía salvo o no. Pablo no confiaba en ninguna seguridad. Pablo confió en Jesús, y fue por fe solo en Jesús que Pablo fue salvo.

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8).

Pero eso no es lo que haces. Confías en tus sentimientos. Confías en ti mismo. No confías en Jesús. Te detienes de Jesús esperando el tipo de sentimiento correcto. Eso no es lo que hizo Pablo. Nadie en la Biblia que fue salvo hizo eso. Has oído muchas veces que no debes esperar por un sentimiento. Has oído muchas veces que la salvación no es por un sentimiento sino por fe en Jesús. Pero no cambias lo que haces. Intentas lo mismo una y otra vez. Estás intentando lo mismo porque prefieres hacer cualquier cosa menos confiar en Jesús. Esto es una locura. Esto destruirá tu alma para siempre.

“Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que un mismo suceso acontece a todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los muertos” (Eclesiastés 9:3).

Lo que debes hacer es dejar de confiar en tus sentimientos y confiar en Jesús. Deja de confiar en tus propios sentidos y confía en Jesús. Deja de confiar en ti mismo, y confía en Jesús y se salvo. Confiar en Jesús es la única manera de ser salvo. Confiar en Jesús es la única manera de que tus pecados sean perdonados. Confiar en Jesús no puede ser reemplazado por ningún trabajo, sentimiento o creencia. Eres justificado libremente por la gracia de Dios a través de la redención del pecado que está en Jesús. Tú alcanzas la salvación en Jesús a través de la fe en Jesús, no en sentimientos. Esa es la única manera de ser salvo.

I. Primero, tus sentimientos no pueden ser confiados.

Tú vives en una época en que los sentimientos de una persona son muy importantes. En el pasado, la forma en que una persona se sentía acerca de algo no importaba mucho. En el pasado, si algo tenía que hacerse, lo hacías, y no importaba lo que sentías al respecto. Pero ahora, los sentimientos son la razón principal por la que las personas toman decisiones. La gente habla de sentimientos todo el tiempo. Debido a esto has aprendido a confiar en tus sentimientos. Has aprendido a hacer lo que te parece bien. Tú crees que esta es una buena manera de pasar por tu vida. Al menos si no crees esto, todavía no cambias.

Mucho de la manera en que vives tu vida se ve afectado por cómo te sientes, y la manera en que tratas tu alma y tu salvación no es diferente. Cuando la oportunidad llega de confiar en Jesús, tú confías en tus sentimientos en su lugar. Chequeas tu experiencia para ver si hay señales del acontecimiento de la salvación. Chequeas tu experiencia con tus sentimientos. Pero no puedes confiar en tus sentimientos. No puedes confiar en tus sentimientos porque tus sentimientos vienen de tu corazón. Y tu corazón y tus sentimientos no son dignos de confianza. No son dignos de confianza porque están totalmente corrompidos por el pecado. La Biblia dice:

“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9).

“Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5).

Tu corazón está corrompido por el pecado. No puedes confiar en tu corazón. No puedes confiar en tus sentimientos, especialmente cuando se trata de tu salvación. No puedes confiar en tu corazón o sentimientos porque están arruinados. ¿Cómo tu corazón y tus sentimientos se arruinaron? Tú naciste con un corazón que fue corrompido por el pecado. Debido a que tu corazón fue corrompido, tus sentimientos no son dignos de su confianza. Cuando el primer hombre, Adán desobedeció a Dios en el Huerto del Edén, el pecado entró en el mundo y fue transmitido a tu corazón. Todo lo terrible que sucede en el mundo proviene del corazón humano irremediablemente arruinado. La Biblia dice:

“Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que un mismo suceso acontece a todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los muertos” (Eclesiastés 9:3).

Tu corazón es tramposo. Tu corazón te engaña. Tu corazón te conduce al pecado con mayor y mayor habilidad y menos y menos culpa. A medida que tu engañoso corazón te lleva a profundizar en el pecado, tus sentimientos se vuelven cada vez menos confiables. La Biblia dice que tu corazón es el enemigo de Dios. El pecado que cometes es una expresión de tu engañoso corazón, corrupto y arruinado. La Biblia dice:

“Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre” (Mateo 15:19-20).

¿Confiarías en alguien que era malo? ¿Confiarías en alguien que era engañoso y mentiroso? ¿Por qué entonces confías en los sentimientos de tu corazón? Cuando se supone que debes confiar en Jesús, estás confiando en tus sentimientos engañosos y corruptos. Esto es lo peor que puedes hacer. Tu corazón hace que tus sentimientos sean imposibles de confiar.

Tus sentimientos siempre están cambiando. No puedes depender en tu sentimiento de salvación. Si sentirte de la manera correcta te da salvación, ¿qué pasaría cuando comenzaras a sentirte mal? ¿Perderías tu salvación? ¿Cómo puedes forzarte a permanecer constantemente sintiéndote de la manera correcta para que puedas ser salvo? Tus sentimientos cambian demasiado seguido para que te arriesgues a depender de ellos con tu alma eterna. Quieres sentirte seguro de que eres salvo para probar que estás salvo. Quieres tener un fuerte sentido de que algo ha sucedido dentro de ti. Quieres sentirte limpio, tocado o fortalecido, pero si buscas por esas cosas, no serás salvo.

Estás confiando en un sentimiento, no en Jesús. Estás confiando en algo que ha sido corrompido. Estás confiando en algo que no es digno de confianza. Confías en tus sentimientos y no puedes confiar en tus sentimientos. Si no puedes confiar en tus sentimientos, ¿en qué puedes confiar? Este es un buen lugar para comenzar. Debes darte cuenta de que no puedes confiar en ti mismo. Debes ver por ti mismo que tu corazón es tan engañoso y tus sentimientos son tan poco fiables que no los puedes confiar. Es entonces que tal vez te voltearás a la salvación por fe en Jesús.

“Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados” (Romanos 3:24-25).

II. Segundo, Jesús puede ser confiado.

Sólo hay un lugar, una persona digna de tu confianza. Sólo hay una persona que puede garantizar la seguridad de tu alma. Sólo hay una persona que puede salvarte. Sólo hay un Jesucristo. Jesús es digno de tu confianza. Jesús es el Hijo de Dios. Jesús nunca pecó. Jesús nunca dijo una mentira. Jesús nunca abandonó a nadie. Jesús nunca ha decepcionado a nadie. El Apóstol Pablo dijo:

“Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” (II Timoteo 1:12).

Jesús es la roca sólida en la que puedes descansar tu alma. Puedes descansar la salvación de tu alma en Jesús. Jesús puede no darte un sentimiento, pero Él salvará tu alma. Tus sentimientos cambian, pero Jesús no cambia. Él es el mismo ayer, hoy y por siempre. Tus emociones no murieron en la cruz para pagar por tu pecado, pero Jesús lo hizo. Jesús bajó del cielo para morir en una cruz por tu pecado. Jesús soportó el látigo y los golpes y la burla para que tu salvación pudiera ser comprada con Su Sangre. Sólo Jesús es digno de tu confianza. Deja que tu esperanza se construya nada más en la Sangre y la justicia de Jesús.

Mi esperanza solo está
En la sangre y justicia de Jesús;
En nada más yo confiaré,
Solo en Jesús me apoyaré.
Jesús cuan fuerte roca es,
Toda otra tierra se hundirá,
Toda otra tierra se hundirá.
   (Traducción libre de “The Solid Rock” por Edward Mote, 1797-1874).

Tu lucha con tus sentimientos no es una nueva lucha. Algunos de nuestros hermanos y hermanas en Jesús lucharon con su falta de sentimientos antes de ser salvos. Pero cuando confiaban en sus sentimientos, no fueron salvos. Mientras ellos confiaran en sus sentimientos, ellos se detuvieron de Jesús.

Cuong Tham dijo: “Dudé [antes de mi conversión porque] todavía estaba pensando que no tenía ningún sentimiento y no tuve una exhibición emocional después de que me arrodillé. Entonces Dr. Hymers de repente me preguntó: ‘¿Qué es más importante: que tú pienses que eres salvo o Dios piense que eres salvo?’ Yo le respondí: ‘Lo que Dios piense’. La pregunta me golpeó y desencadenó una serie de pensamientos en mi mente. Que necio era yo. Comencé a darme cuenta de lo que realmente faltaba en mi vida era el Salvador. Estaba tratando tan duro durante el año pasado en intentar salvarme a mí mismo por mi propio sentimiento...Nunca funcionó. Ahora vi...todavía había esperanza para mi salvación. Es Jesús. Siempre ha sido Jesús”. Nota cómo Cuong no podía confiar en Jesús porque estaba esperando un sentimiento. Pero cuando dejó su esperanza y su confianza en los sentimientos, vio que era, y siempre había sido, sólo Jesús.

Philip Chan también confiaba en los sentimientos. Él dijo: “Estaba pensando en círculos. Pensé, debo saber cómo ser salvo experimentando algún tipo de seguridad. Estaba luchando por algo que pudiera verificar mi salvación. Yo no estaba luchando por Jesús...Yo estaba yendo en círculos y sin embargo ni una vez miré hacia Jesús. Allí me estaba esperando, y sin embargo me rehusé a arriesgarme a Él. Justo antes, me estaba arremolinando en dudas y análisis. ¡Ahora Jesús estaba delante de mí! ¡Ahora el Salvador estaba esperando para tomarme en Sus brazos!” Philip no podía ver que Jesús estaba disponible y esperándolo mientras él estuviera mirando dentro de sí mismo. No podía mirar a Jesús porque estaba tan distraído por sus sentimientos. Pero cuando Philip dejó de confiar en sus sentimientos, fue entonces, que vio a Jesús, y Jesús lo tomó y lo salvó para siempre.

Setsuko Zabalaga había estado confiando en sus sentimientos durante décadas. Ella había estado “tratando” de ser salva, pero estaba tratando de hacerlo por fe en los sentimientos, y no en Jesús. Setsuko dijo: “Leía todos los sermones que me daban todos los días, pero no me ayudaron porque seguía esperando por más sentimiento...pensé, si muero mientras espero ese sentimiento, iré directamente al Infierno y allí lamentaré por qué no confié en Jesús mientras tuve la oportunidad. Confié en Jesús. Ya no podía esperar en venir a Jesús. Aunque tuve dudas y temores de no ser salva, tuve que confiar en Jesús. Sabía que no había otra manera. Yo no estaba buscando sentimiento o una experiencia entonces, y dejé de analizar y me di por vencida. Mis sentimientos y experiencias nunca son confiables, por lo tanto, nunca puedo confiar en ellos. Jesús hizo toda la obra para mi salvación. No había nada que hacer excepto confiar en Él”. Setsuko tuvo que dejar de confiar en sus sentimientos antes de que pudiera confiar en Jesús. Pero tan pronto como renunció a sus sentimientos, encontró a Jesús. Ella encontró a Jesús y ella encontró la salvación y el perdón y la vida eterna en Él.

Eso es lo que debes hacer. Confía solamente en Jesús. Confía en Jesús Mismo. ¿Cómo sé que soy salvo? Sólo al confiar en Jesús sé que Jesús lavó todos mis pecados. Me pregunto cómo sé que realmente fui salvo en mi falta de evidencia física, pero siempre me recuerdo que “la fe es la sustancia de las cosas que no se ven” y encuentro paz sabiendo que después de un cuidadoso pensamiento mi fe descansa en Jesús. Jesús es mi única respuesta.

Deja de buscar un sentimiento. Deja de esperar por un sentimiento. Mira a Jesús por fe. Confía en Jesús por fe. Confía en Él, estás a salvo en Sus brazos. No espere por seguridad, que tu seguridad sea Jesús. No esperes por un sentimiento, que tu salvación sea Jesús. Debes confiar en Jesucristo Mismo. Jesús es una persona real. Él está vivo y en el Cielo, y está sentado a la diestra de Dios.

Debes mirar a Jesús por fe. Confía en Jesús porque sólo Él es digno de tu confianza. No confíes en tus sentimientos. No confíes en tu corazón. Confía en Jesús. Que tu esperanza esté edificada en nada más que la Sangre y la justicia de Jesús. Jesús te ama. Jesús murió por tus pecados en la Cruz. Jesús derramó Su Sangre por ti. Jesús dice: “Al que a mí viene, no le echo fuera” (Juan 6:37). Jesús es más que solo una historia, o un conjunto de reglas en la Biblia. Jesús es más que un sentimiento que experimentas. Jesús es una persona real, que realmente te ama, y que realmente te aceptará si confías en Él. No descanses en lo que puedas sentir, descansa en Jesús Mismo. Confía en la Sangre del Cordero de Dios que quita el Pecado del Mundo. ¡Confía en Jesús por fe! ¡Él te salvará! Dr. Hymers, por favor venga y cierre este servicio.


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(FIN DEL SERMÓN)
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La Escritura Leída Antes del Sermón por el Dr. R. L. Hymers, Jr.: Romanos 3:23-26.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamín Kincaid Griffith:
“Jesus Loves Even Me” (por Philip P. Bliss, 1838-1876).


EL BOSQUEJO DE

FE EN JESÚS NO EN SENTIMIENTOS

por el Sr. John Samuel Cagan

“Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados” (Romanos 3:24-25).

(Efesios 2:8; Eclesiastés 9:3)

I.    Primero, tus sentimientos no pueden ser confiados, Jeremías 17:9;
Génesis 6:5; Eclesiastés 9:3; Mateo 15:19-20.

II.   Segundo, Jesús puede ser confiado, II Timoteo 1:12; Juan 6:37.