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¡NO TE DUERMAS OTRA VEZ!

Un sermón escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr.
y predicado por el Sr. John Samuel Cagan
en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, 26 de Marzo del 2017

“Vino otra vez y los halló durmiendo”
(Mateo 26:43).


Después de haber comido la Cena de Pascua, Jesús instituyó la Cena del Señor. Era muy tarde cuando terminaron de comer. Entonces, Jesús los condujo hacia fuera en la noche, a través del Torrente de Cedrón, en la oscuridad del Huerto de Getsemaní. Dejó a ocho de los Discípulos un poco más lejos y tomó a Pedro, Santiago y Juan más profundamente en la oscuridad. Les dijo a esos tres Discípulos que su alma estaba “muy triste, hasta la muerte” (Mateo 26:38). Les dijo que velaran y oraran con Él.

Mientras Él los dejaba allí para orar, Él se fue más lejos en el Huerto para orar Él solo. Cuando volvió a ellos más tarde los encontró dormidos. Él los despertó y dijo: “¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?” (Mateo 26:40).

Una segunda vez regresó solo donde había estado orando. Después de un tiempo regresó y “otra vez los halló durmiendo” (Mateo 26:43).

“Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez” (Mateo 26:44).

Cuando volvió a ellos por tercera vez, otra vez estaban durmiendo. “Vino otra vez y los halló durmiendo”. Joseph Hart dijo:

Tres veces corrió de aquí a allá,
Como si buscara del hombre ayuda.

Pero no encontró ayuda en ellos, ni oración en ellos, ni celo en ellos. “Vino otra vez y los halló durmiendo”.

Los pastores a menudo encuentran esto en sus propios ministerios. A menudo sienten que necesitan que su gente en la iglesia los respalde y ayude. Sin embargo, a menudo se sienten decepcionados cuando encuentran a su gente “durmiendo”. Esta es una de las cosas más desgarradoras que experimenta un pastor.

Te desafío esta mañana a no ser como Pedro, Santiago y Juan. Te desafío a que no te encuentres “durmiendo” en tres áreas.

I. Primero, que todos ustedes, salvos o perdidos, no estén “durmiendo” respecto a la manera en que cantas en los servicios.

El profeta Isaías dijo:

“¡Despertad y cantad, moradores del polvo!” (Isaías 26:19).

Sé que esto literalmente significa que aquellos que son resucitados “despertarán y cantarán” en el Rapto. Pero creo que podría aplicarse a ustedes en los servicios de nuestra iglesia también. Algunos de ustedes duermen en el “polvo” cuando vienen a la iglesia. Pero Dios dice: “Despertad y cantad”.

No veo ninguna razón por la que todos aquí esta mañana no deberían esforzarse por hacerlo esta noche. No veo ninguna razón por la que no puedas presionarte a cantar fuertemente

“salmos, con himnos y cánticos espirituales” (Efesios 5:19).

Si eres convertido, ¿por qué no te esfuerzas a cantar a todo pulmón esta noche? Pensar en las palabras, y cantarlas tan fuerte como puedas, podría muy bien ser un medio de gracia para sacarte del sueño de una religión muerta y despertarte. ¡Has estado murmurando las palabras de los himnos el tiempo suficiente!

“¡Despertad y cantad, moradores del polvo!” (Isaías 26:19).

“Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos” (Efesios 5:14).

Jesús puede usar tu nueva manera de cantar tan fuerte como sea posible y

“te alumbrará” (Efesios 5:14).

En tu canto, si estás perdido:

“Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo” (Efesios 5:14).

John Wesley enseñó a los primeros Metodistas a hacer eso. Ellos hicieron lo que él dijo y el poder de Dios bajó en el canto – ¡y muchos fueron despertados por el canto mismo!

Y si ya eres un verdadero Cristiano, ¡te exhorto a cantar a Dios, no en una voz seca y suave, sino adorar al Señor con pleno gusto en cada servicio! Deja que Dios sea glorificado en tu canto. ¡Deja que los pecadores perdidos que están sentados cerca de ti se vean envueltos en el entusiasmo de tu canto! ¡Que aprendan a cantar de ti! ¡Piensa, hombre! Si no aprenden de ti a cantar en voz alta al Señor, ¿de quién aprenderán? Aprenden a cantar observándote. ¡No les falles esta noche! ¡No dejes de adorar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza dentro de ti! ¡Canta el coro con el Sr. Griffith! Es la número 7 en tu cancionero.

Alabad al Señor,
   Con toda mi alma,
Su nombre alabad.
Alabad al Señor,
   Con toda mi alma,
Su nombre alabad.
Que hazañas hizo Él, ¡Aleluya!
   Hazañas hizo Él, ¡Aleluya!
Hazañas hizo Él, ¡Su nombre alabad! (Cántalo dos veces)

II. Segundo, que aquellos de ustedes que ya están convertidos no estén “durmiendo” respecto a la oración por los perdidos entre nosotros.

No seas como Pedro, Santiago y Juan, que dormían en vez de orar por Jesús en Su hora de necesidad. Levántate y ora con fuerza en tus oraciones privadas por tus hijos perdidos, y otras personas perdidas que vienen a la iglesia.

Haz una lista de algunos de ellos, y ora todos los días por ellos, ¡hasta que el Espíritu de Dios alumbre sus corazones y los convenza de su pecado! Recuerda lo que dijo el Apóstol Santiago:

“La oración eficaz del justo puede mucho” (Santiago 5:16).

¡Despierta, y haz tus oraciones “eficaces” por los perdidos en nuestra iglesia! ¡No renuncies a tus oraciones eficaces hasta que los veas venir a Jesús!

“Vino otra vez y los halló durmiendo”.

¡Oh, que ya no sea verdad de ti! Que ores “eficazmente” por la salvación de tus hijos, y otros jóvenes en la iglesia.

“La oración eficaz del justo puede mucho” (Santiago 5:16).

III. Tercero, que no estés “durmiendo” con respecto a tu propia salvación.

Algunos de ustedes aquí esta mañana nunca han sido convertidos. Estás durmiendo una y otra vez, viniendo a la iglesia una y otra vez, en un aturdido sueño.

“Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo” (Efesios 5:14).

Sin embargo, algunos de ustedes piensan que no hay nada que puedan hacer para despertarse. ¡Cuán poco escritural eres! Ciertamente, es Dios quien despierta las almas perdidas a su miseria. No lo niego. Pero Efesios 5:14 muestra que tú mismo estás involucrado en despertar.

“Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo” (Efesios 5:14).

¿Por qué la Biblia te manda despertar si no hay posibilidad de que lo hagas?

Cuando Jesús entró en la ciudad de Naín, vio a un gran grupo de personas que llevaban un ataúd con el cadáver de un joven. Jesús se acercó al ataúd y lo tocó.

“Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar” (Lucas 7:14-15).

Ese muchacho estaba muerto, tan muerto como tú en delitos y pecados. Pero cuando Jesús dijo “Levántate”, “entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar”. Y lo dio a su madre” (Lucas 7:15). Cuando Jesús te llama, aunque estás dormido en pecado, puedes despertar del sueño de la muerte.

¿Oyes a Jesús hablándote? ¿Él te llama “levántate” de entre los muertos? Si le oyes llamándote, “despierta”, entonces ciertamente será capaz de hacerlo.

“Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo” (Efesios 5:14).

Hay una aplicación muy práctica a esto. Si no estás convertido, “Despierta”. ¡Despierta y ven a hablar con nosotros cada vez que haya oportunidad! Despierta y escucha los sermones con profunda atención. Despierta y se muy serio después de cada sermón. Despierta y lleva el manuscrito del sermón a tu casa, y léelo una y otra vez hasta que la luz de Dios entre en ti y mueva tu corazón a buscar a Jesús. Despierta, y piensa profundamente en tus pecados. Mientras otros están jugando y hablando, tú piensa en tu pecado hasta que el Espíritu de Dios te mueva a venir a Jesús y encontrar descanso y salvación del pecado en Él.

“Vino otra vez y los halló durmiendo”.

¡Que eso ya no sea verdad de ti!

Ahora te estoy pidiendo a ti que aún no eres convertido que confíes en Jesús y seas salvo. “Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo” (Efesios 5:14). ¡Despierta! ¡Ven a Jesús por fe! ¡Hazlo rápido! Lánzate hacia Jesús. Él te salvará. ¡Él te salvará ahora! Dr. Cagan, por favor venga y cierre este servicio.


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(FIN DEL SERMÓN)
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en www.sermonsfortheworld.com.
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Estos manuscritos de sermones no tienen derechos de autor. Pueden ser usados
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La Escritura Leída Antes del Sermón por el Sr. Noah Song: Mateo 26:36-43.
El Solo cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“Praise the Lord, O My Soul” (del Salmo 103:1).


EL BOSQUEJO DE

¡NO TE DUERMAS OTRA VEZ!

Un sermón escrito por el Dr. R. L. Hymers, Jr.
y predicado por el Sr. John Samuel Cagan

“Vino otra vez y los halló durmiendo”
(Mateo 26:43).

(Mateo 26:38, 40, 43, 44)

I.   Primero, que todos ustedes, salvos o perdidos, no estén “durmiendo”
respecto a la manera en que cantas en los servicios, Isaías 26:19;
Efesios 5:19, 14.

II.  Segundo, que aquellos de ustedes que ya están convertidos no estén
“durmiendo” respecto a la oración por los perdidos entre nosotros,
Santiago 5:16.

III. Tercero, que no estés “durmiendo” con respecto a tu propia
salvación, Efesios 5:14; Lucas 7:14-15.