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Cuando le escribas a Dr. Hymers, siempre dile en qué país vives o él no te podrá contestar. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net.




¡GRACIAS A DIOS POR NUESTRO PASTOR!

por el Sr. John Samuel Cagan

Un sermón predicado en el Tabernáculo Bautista de Los Ángeles
La Mañana del Día del Señor, Noviembre 27, 2016

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
(Filipenses 4:13).


Me gustaría hablarte sobre nuestro pastor mayor, Dr. Hymers. Quiero que sepas por qué doy gracias a Dios por su ministerio. Durante el último año, he pasado cientos de horas en conversación y en oración con Dr. Hymers. En ese tiempo, he tenido la oportunidad de conocerlo y convertirme en su amigo. Dr. Hymers es un ejemplo de lo que Jesús puede hacer en la vida de una persona. Dr. Hymers nunca lo ha tenido fácil, pero Jesús lo ha hecho una persona de gran fuerza. Filipenses 4:13 es el versículo más importante en la Biblia para Dr. Hymers. Tal como lo describe el versículo, Jesús lo ha fortalecido, forjado y modelado a través de las experiencias de la vida. Jesucristo hizo a Dr. Hymers el Churchill de predicadores. Aunque ridiculizado por algunos y odiado por otros, como lo fue Churchill en la década de 1930 cuando él le advirtió a los Británicos en la Cámara de los Comunes acerca de Hitler, Dr. Hymers ha sido una potencia de resolución y convicción para Jesús y Sus iglesias. Al igual que Winston Churchill, Dr. Hymers ha enfrentado cosas imposibles durante toda su vida. A través de todo esto, nuestro pastor Dr. Hymers pudo hacer todas las cosas a través de Cristo que lo fortaleció,

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

Dr. Hymers nunca ha tenido un camino seguro. En la iglesia China, Dr. Hymers trabajó bajo su pastor, Dr. Timothy Lin. Esos años no fueron fáciles. El trabajo era pesado. Dr. Hymers predicaba y enseñaba Viernes por la noche, Sábado por la noche y todo el Domingo. Trabajó incontables horas en la iglesia sin ser pagado. La disciplina era estricta. Pero fue para bien. La Biblia dice: “Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud” (Lamentaciones 3:27). Dios lo usó para convertirlo en un poderoso hombre de Dios. Ese fue su verdadero seminario.

Aquellos años en la iglesia China fueron años que definieron la vida de Dr. Hymers. El Dr. Murphy Lum fue un amigo de largo plazo de Dr. Hymers. Él trabajó estrechamente junto a nuestro pastor e incluso estaba sentado al lado de Dr. Hymers cuando Hymers confió en Jesús. El Dr. Lum dijo: “Yo estaba sentado a tu lado escuchando un mensaje dado por el Dr. Charles Woodbridge en el Auditorio Sutherland Hall de Biola [donde el Dr. Woodbridge habló todos los días por una semana en la capilla]. Recuerdo que el Dr. Woodbridge acababa de retirarse de un seminario cercano que se estaba volviendo liberal. Este valiente movimiento y el hecho de ser conservador que creía que la Biblia es la Palabra de Dios te impresionó y su mensaje te llevó a que recibieras al Señor como tu Salvador personal” (carta del Dr. Murphy Lum, 31 de Marzo, 2006). Dr. Hymers me dijo que en esa semana, Dios lo hizo quien él es. Dios le reveló a Dr. Hymers la importancia de creer la Biblia, de defender la verdad y lo más importante, la necesidad de confiar en Jesucristo por fe.

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

Esos años fueron duros. Sin embargo, esos años definieron a Dr. Hymers. Se dio cuenta que aunque rara vez podía depender de otros, siempre podía depender de Jesús. He sido bendecido por Dios al tener padres que me apoyaron financieramente a través de la escuela. Sin embargo, Dr. Hymers no tuvo a nadie que lo apoyara – excepto Jesús. Jesús era a menudo su único amigo.

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

Sin que nadie lo apoyara económicamente, Dr. Hymers pagó por su propia colegiatura y gastos de subsistencia trabajando ocho horas al día en un trabajo secular yendo a la universidad por la noche. Literalmente trabajaba 16 horas al día, siete días a la semana – en su iglesia, en su trabajo secular y en su universidad. Como no tenía tiempo libre, apenas tenía tiempo para dormir, nunca fue a un gimnasio para hacer ejercicio, nunca salió en una cita, nunca veía televisión y sólo tomó unas cortas vacaciones durante sus años en la universidad. Dr. Hymers me dijo que a menudo se sentía como el huérfano Oliver Twist en la historia clásica de Charles Dickens: sin amigos, sin dinero, sin esperanza – y sin embargo, Dr. Hymers tuvo éxito. Dr. Hymers se graduó de la universidad y luego del seminario, y finalmente obtuvo varios doctorados en teología. Él guió gente a Jesús, y comenzó dos iglesias. Más de cuarenta iglesias salieron de la primera iglesia que Dr. Hymers plantó. Después plantó esta iglesia en su apartamento. Ahora esta iglesia le predica al mundo entero en el Internet y en Youtube! Dr. Hymers sabía que porque nadie lo iba a ayudar, él tendría que depender de Jesús. El éxito de su vida, a pesar de la dificultad, revela cuánto lo ha fortalecido Jesús.

Como ministro, Dr. Hymers era audaz y fiel. Hoy en día muchos predicadores toman un camino fácil. No dicen nada y no hacen nada. Son como los predicadores en Israel cuando Jeremías dijo:

“Desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores… diciendo: Paz, paz; y no hay paz”
         (Jeremías 6:13, 14).

Pero Dr. Hymers dijo la verdad cuando no era fácil. Se puso en contra del liberalismo en los seminarios. Escribió un libro exponiéndolo, y envió literatura a todas las iglesias exponiéndolo una y otra vez. Hoy en día esos seminarios son conservadores.

Estuvo contra el antinomianismo. Antinomianismo es la idea de que puedes ser Cristiano y vivir una vida de pecado. Los nuevos evangélicos faltaban a la iglesia el Domingo, bailando, fumando marihuana y teniendo relaciones sexuales fuera del matrimonio. Dr. Hymers dijo entonces – y dice ahora – ¡que la gente que vive así no es Cristiana en absoluto!

Nuestro pastor se opuso al aborto. Eso no fue fácil. Dr. Hymers se sentó frente a las clínicas de aborto con policías de pie al otro lado de la calle, arriesgando una paliza y prisión. Pero nuestra iglesia cerró dos clínicas de aborto. “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?” (Salmo 27:1). ¡Dr. Hymers temía a Dios, no al hombre!

Hollywood produjo una película blasfema llamada “La Última Tentación de Cristo”. Había gente que no estaba de acuerdo con la película. ¡Pero sólo Dr. Hymers luchó duro contra ella! Era lo que los soldados llaman el “hombre clave”, que camina delante de los demás y se arriesga al fuego enemigo.

Dr. Hymers toma muy en serio el Cristianismo. Su convicción de obedecer la Biblia a menudo le ha costado mucho. Por ejemplo, Dr. Hymers tenía un tío rico llamado Oscar. Tío Oscar era mayor y no tenía mucho tiempo para vivir. El tío Oscar se acercó al Dr. Hymers y le dijo que quería que heredara su fortuna. En ese tiempo, Dr. Hymers se esforzaba mucho para sacar su doctorado y apenas tenía dinero para vivir. Sin embargo, había una condición para la oferta del tío Oscar: Dr. Hymers tenía que unirse a los Masones. Dr. Hymers tenía otros dos tíos que eran Masones. Eran buenos hombres, sobresalientes. A Dr. Hymers no le pareció mal unirse a este grupo. Dr. Hymers no sabía nada sobre los Masones. Él pensó que era solo un club de caballeros, como el Club de Leones. Puesto que tenía muy poco tiempo libre, no podría ir a muchas de las reuniones de todos modos y él podía abandonarlo después de que su tío muriera, lo que sucedió ya que aproximadamente un año y medio después Oscar murió. Pero alguien en la iglesia China se enteró de la oferta del tío Oscar. Se le pidió al Dr. Hymers que asistiera a una reunión de diáconos, donde fue reprendido fuertemente y avergonzado por siquiera considerar aceptar la herencia. A pesar de que la iglesia China nunca lo apoyó financieramente, Dr. Hymers no se defendió y fue obediente a la iglesia. Debido a su lealtad y obediencia a la iglesia China, Dr. Hymers perdió una herencia de millones de dólares. Muchas personas se habrían resentido al perder esta fortuna. Sin embargo, Dr. Hymers siguió sirviendo a su iglesia y amando a Jesús. Él fue tan respetado por el pastor principal, el Dr. Timothy Lin, que el Dr. Lin le pidió que fuera el principal orador en su funeral en lugar de cualquiera de los otros pastores y trabajadores que habían recibido un salario de la iglesia. Poco antes de morir, el Dr. Lin le dijo al Dr. Hymers: “Hermano, tú tienes un corazón Chino”. Más tarde, otro pastor Chino le dijo a Dr. Hymers que éste fue el mayor cumplido que el anciano pastor podía haberle dado.

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

Dr. Hymers es un hombre en la arena. ¡Se esfuerza a través del sudor y la sangre – para su Salvador! Dr. Hymers no es un pastor que usa su posición para tomar vacaciones. Dr. Hymers no es un pastor que se sienta en su posición cómodamente, lejos del conflicto. “Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado” (Salmo 27:3). A Dr. Hymers le encanta estar en medio de la batalla espiritual. Dr. Hymers quiere hacer una diferencia en este mundo para Jesús. Su vida ha tenido batallas, traiciones y contratiempos. Era dos pasos adelante, un paso atrás. Dr. Hymers fue tratado como basura y a veces se sintió de esa manera. Pero él fue fiel. El presidente Theodore Roosevelt dijo:

No es el crítico quien cuenta; ni el hombre que señala cómo el hombre fuerte tropieza, o donde el hacedor de hechos podría haberlos hecho mejor. El crédito pertenece al hombre que está realmente en la arena, cuya cara está estropeada por el polvo y el sudor y la sangre, que se esfuerza valientemente...que se gasta en una causa digna, que en el mejor de los casos conoce al final los triunfos de alto logro y que en el peor de los casos, si fracasa, al menos fracasa mientras se atreve grandemente, de modo que su lugar nunca estará con aquellas almas frías y tímidas que no conocen victoria ni derrota.

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

Y entonces vino su gran batalla: la batalla por nuestra iglesia. Un “ex líder” de nuestra iglesia se fue y sacó a 400 adultos. Nuestra iglesia casi perdió este edificio. La iglesia casi se declaró en quiebra. Un famoso predicador ofreció establecer a Dr. Hymers en una iglesia cerca de San José. Él dijo: “Esta es tu última oportunidad de irte”. Muchos pastores se habrían ido. Pero con los miembros que se iban y la iglesia en peligro financiero – ¡Dr. Hymers se quedó! Dr. Hymers estaba dispuesto a luchar por esta iglesia local. Debido a su coraje espiritual y la gente fiel que dio su tiempo y dinero, ¡todavía tenemos una iglesia en Los Ángeles! “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo” (Salmo 27:4).

Dr. Hymers está convencido de la importancia de la iglesia local. Dr. Hymers ha dicho a menudo que el éxito de esta iglesia es toda su vida. Él tiene un profundo amor, no sólo por esta iglesia, sino por las iglesias de todo el mundo. Él sabe que la iglesia es la esposa de Jesús, y por lo tanto ora, lucha y predica por el bien de la iglesia.

“Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; Ten misericordia de mí, y respóndeme. Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová” (Salmo 27:7-8). Dr. Hymers es un hombre que ora constantemente. A menudo, en medio de una conversación, se detiene y ora por la persona o la situación en necesidad. Siempre tiene una reunión de oración en su oficina antes de predicar. Él tiene otra reunión de oración en su casa durante la semana. No importa cómo se sienta físicamente, él asiste a cada reunión de oración que está programada en la iglesia. Debido a que ha vivido una vida de conflicto y lucha, Dr. Hymers entiende la importancia de la oración.

A Dr. Hymers le encanta ver a otras personas en un estado de felicidad. Habiendo comprendido lo que significa estar solo, deprimido y en una lucha constante, Dr. Hymers hace todo lo posible para ayudar a otras personas. Piensa cuidadosamente en los jóvenes de nuestra iglesia y ora por cada detalle. Él aconseja a la gente y los anima a salir, casarse y vivir una vida plena y bendita. Un ejemplo de esto ocurrió en mi vida. Dr. Hymers me animó a sacar a una chica en una cita. Al principio dudé, pero él fue capaz de convencerme de invitarla a salir. Si no fuera por su apoyo, ayuda e interés en mi vida, habría perdido la oportunidad de salir con una chica maravillosa. Dr. Hymers está activamente invertido en mejorar las vidas de los demás a su alrededor. Quiere ver a la gente que ama tener una vida buena y feliz.

“Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová” (Salmo 27:13-14).

A los 75 años de edad, con cáncer y la debilidad causada por el tratamiento médico, la mayoría de los hombres se habrían retirado. ¡Pero nuestro pastor continúa por nuestra iglesia y por Dios! Lo he visto arrastrarse al púlpito y predicar. A pesar de dormir muy poco la noche anterior y las piernas que apenas lo llevan, se mantiene firmemente en el púlpito, fortalecido por Jesús. Él predica la ley antes del Evangelio. Él predica que el hombre está muerto en pecado y tiene una necesidad urgente de Jesús. Él predica la historia que otros han olvidado. Él predica la ley. Él predica que todos están sin esperanza en pecado. Él predica que sin Jesús, los pecadores serán arrojados al Infierno.

Sin embargo, a diferencia de algunos predicadores, él predica la ley en un esfuerzo por preparar el corazón para escuchar el Evangelio. Él predica la ley para que los pecadores vean su necesidad de Jesús. Y luego él incansable y constantemente predica que Jesús murió en la Cruz para salvarte de tu pecado. Él predica que la Sangre de Jesús nos limpia del pecado. Esta es la razón por la que más de 120.000 personas leen los manuscritos de sus sermones y los ven en video en 216 países cada mes. Por eso los pastores de todo el mundo predican sus sermones en sus iglesias. Él es una prueba del versículo de su vida: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

Dr. Hymers empezó su vida tratando de agradar a Dios. Trabajó largas y duras horas y mantuvo su vida lo más limpia posible para agradar a Dios. Dedicó su vida a servir a los demás. Dr. Hymers estaba tan desesperado por agradar a Dios que se entregó al ministerio a la edad de 17 años. Él construyó toda su vida alrededor de convertirse en un predicador, porque construyó toda su vida alrededor de tratar de agradar a Dios. Sin embargo, cuanto más intentaba agradar a Dios con sus obras, su vida y su compromiso, menos se sentía capaz de hacerlo. Luchó año tras año, tratando de hacer todo lo que podía por Dios, y sin embargo sentía que no podía agradar a Dios.

En Septiembre de 1961, Dios le mostró a Dr. Hymers que la única manera que podía agradar a Dios era que confiara en Jesús. Sin pasar al frente o decir una oración, Dr. Hymers tuvo fe en Jesús y fue salvo. Dios estaba complacido con Su Hijo, porque Jesús era impecable y perfecto. Jesús había pagado por todo pecado al sufrir y morir en la Cruz, y por fe en Él, la justicia de Jesús fue transferida a Dr. Hymers. Debido a que Dr. Hymers fue vestido con la justicia de Jesús, Dios podría estar complacido con él. Debido a la confianza que Dr. Hymers ha tenido en Jesús, ha sido capaz de superar la adversidad y la imposibilidad por el bien de Jesús y Su iglesia.

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

Dr. Hymers, por favor venga y cierre este servicio.


CUANDO LE ESCRIBAS A DR. HYMERS DEBES DECIRLE DE QUE PAÍS LE ESTÁS ESCRIBIENDO O ÉL NO PODRÁ CONTESTAR TU CORREO. Si estos sermones te bendicen por favor envía un correo electrónico a Dr. Hymers y díselo pero siempre incluye de qué país estás escribiendo. El correo electrónico de Dr. Hymers es rlhymersjr@sbcglobal.net (oprime aquí). Puedes escribirle a Dr. Hymers en cualquier idioma, pero escribe en Inglés si es posible. Si deseas escribirle a Dr. Hymers por correo postal, su dirección es P.O. Box 15308, Los Angeles, CA 90015. Puedes llamarle por teléfono al (818) 352-0452.

(FIN DEL SERMÓN)
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derechos de autor y solo pueden ser usados con autorización.

La Escritura Leída Antes del Sermón por el Sr. John Samuel Cagan:
El Salmo favorito de Dr. Hymers, Salmo 27:1-14.
El Solo Cantado Antes del Sermón por el Sr. Benjamin Kincaid Griffith:
“The Master Hath Come” (por Sarah Doudney, 1841-1926).